UNO

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Despertó adormilado mirando el techo de su habitación, no importaba cuántas veces había pasado por la misma situación, siempre terminaba con un dolor de cabeza horrible y con unas ganas de dormir insaciables. Sus pies tocaron el piso y bostezó tallando sus ojos por el cansancio, apenas son las ocho de la mañana y se supone que ingresa al trabajo dentro de unas horas todavía ¿Qué debería hacer primero? Podría desayunar y luego darse una ducha, o podría ducharse ahora mismo, luego ordenar su espacio y desayunar al último. Sí, definitivamente la última opción.

Estando en la ducha los pensamientos recriminatorios nunca faltaban, tenía que admitir que no era nada recomendable tener el estilo de vida que él tiene, pero estaba bien con eso como para tener que dar un cambio brusco de un momento a otro. Y sí, Jeongin es un bebedor frecuente, pero a la vez moderado, sé que puede sonar tonto, pero él no suficientemente inteligente para reconocer sus impulsos y, en su mayoría, saber cómo controlarlos. Y aunque el vodka siempre ha sigo su perdición, despertar con los labios de alguien más sobre los suyos y con muchos recuerdos vergonzosos de la noche anterior, parecían haberse convertido en esa experiencia que nunca deseó probar.

Pastillas... Pastillas... Pastillas.

Se alivió al ver el sobre de pastillas para la indigestión por su borrachera de anoche. Luego de tomar las pastillas, se hizo una taza de café para acompañar sus tostadas, aunque se tenía casi prohibido tomar cafeína luego de beber, pero siempre termina tentándose demasiado al recordar que sus ganas de vivir dependen de un hilo y saltar sobre la cuerda no le vendría mal de vez en cuando.

— ¿Aló?

¿Dónde diablos te metiste anoche? —Jeongin alejó su celular de su oído debido al escandaloso grito de su jefa — Seungmin y yo te estuvimos buscando toda la madrugada por todo el bar ¿Acaso te fuiste a dormir con alguien?

— Noona ¿Por qué habla como si yo fuese un cualquiera? Jamás me voy a la cama con alguien tan fácil, nadie ha tenido ese privilegio.

¿Sigues ebrio? Porque definitivamente estás diciendo tonterías.

— Menciona una vez en la que haya hecho eso.

El p-...

— No me responda — interrumpió rápidamente al recordar el jueves pasado, rayos, como odiaba a veces a esa mujer tan astuta — en fin, ¿Para qué me llama tan temprano?

Por nada en realidad, solo estaba muy preocupada por ti, ¿Por qué siempre tienes que hacer todo tan desesperado? — tiró el café por el lavadero mientras escuchaba las quejas por el celular, su bebida sabía muy dulce — Seungmin pasará por ti para ir al trabajo, no olvides tomarte algo para la resaca, tonto.

— ¿Por qué tiene que venir Seungmin? ¿No puede venir usted?

¿Qué problemas tienes con él? Si es un angelito.

— Lo dice porque a usted no le andan molestando todo el día en el trabajo — ambos rieron un poco, y es que no odiaba a Seungmin en realidad, es solo que él es muy... Afectuoso y Jeongin muy tímido — estaré listo en 30 minutos.

Ponte guapo mi rey, tienes que llamar la atención de muchas chicas en el trabajo, ya sabes.

— Huelo a trampa.

Sin duda, — rio — bueno, ya llegaron más clientes, me escribes cuando llegues al local ¡Te quiero, adiós!

— Adiós noona, nos vemos dentro de unos minutos.

Jisoo siempre fue demasiado linda al tratar de cuidar al pequeño Yang casi como si fuese su hermano menor, aunque en realidad ellos estaban muy lejos de ganarse el título de "No-hermanos de cariño", eran opuestos en muchas cosas. Ella siempre es la optimista entre Seungmin y él, esa mujer de 26 años que les jalaba de las orejas por vagar en el trabajo y los divierte con sus nuevos aprendizajes en la universidad y negocios. Jeongin incluso se atrevía a decir que, sin la ayuda de ella, estaría sin dinero, con deudas y una vida antisocial — en realidad la tiene, pero a menor grado.

Don't blame it on me | HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora