Don't blame it on me | HYUNIN

EPÍLOGO

"Te sigo esperando, por favor,
no tardes más, no soporto el
no verte..."

Abrió sus ojos lentamente, observando la oscuridad de la habitación, rodeando su cuerpo y el de su hyung. El reloj marcaba las 4:28 de la mañana, hacía frío y el clima era gris, el cubrecama cubría sus cuerpos desnudos y sus manos se abrazaban mutuamente en su dulce amanecer. Las incontables noches juntos se les hizo costumbre, el departamento de Hyunjin se había convertido en el nuevo hogar de Jeongin y eso le ponía demasiado feliz, sus peluches invadieron su habitación, sus atuendos, sus cajones y poco a poco sus pertenecías se escondían en cada rincón.

Se giró dándole la espalda a su novio y tomó su celular, abrió el calendario y se fijó que pronto empezaría otro mes más y con eso su promesa de viajar juntos.

Sintió unos besos en su cuello y una mano apegándolo a él, amaba la ternura que los labios de Hyunjin expresaban, siempre tan cálido e inesperado acto de afecto lo sorprendía últimamente ¿será que han caído completamente en la cursilería del que todos hablan cuando te llega el amor? Si en serio era así, no podrían estar más agradecidos de que lo experimenten estando al lado del otro. El menor se dejó mimar mientras volvía a darle la cara para lograr capturar sus labios con los suyos, acción que puso de muy buenas a Hwang, su novio era muy accesible cuando se trataba de dejarse querer tan dulcemente ¡Dios, eso era demasiado empalagoso! Pero así se gustaban, demostrando que no había nada que los separasen, y tal vez tenían razón.

— Buenos días.

— Buenos días Innie.

Preparar el café era un arte que solo Jeongin sabía hacer muy bien, la determinación por querer impresionarlo le costó mucho dinero, pero al menos había conseguido dibujar sobre el café, aprender el latte art fue lo mejor que hizo. Siempre se levantaba antes que su hyung y se encargaba de hacer los diseños más bonitos en la taza, el mayor se encargaba de hacer el resto del desayuno, sus mañanas nunca eran aburridas.

La vestimenta, los gustos e incluso la comida, todo se complementaba cuando estaban juntos. Como dos almas gemelas encontrando su camino a su anhelado destinado.

Lo triste en ellos era inusual, pero sucedía con recientemente con frecuencia, lo diferente... Siempre era llamativo, sea o no, su intención. Algunas personas preguntaban por ellos, susurraban y luego se iban, no dolía, pero incomodaba, especialmente para Hyunjin ¿Por qué? Ese chico era demasiado tímido y se sentía pequeño al ver miradas sobre él, pero Jeongin siempre lo animaba haciendo tonterías para que se riera, en su mayoría de veces lo lograba, en otras... No mucho. Hwang podrá ser el mayor, el más alto, el de apariencia asesina cuando está serio, el "novio alfa", pero no, en realidad en la gran parte de su relación, Yang era el protector, el motivador, incentivador y divertido en su pequeño amor.

Sabía lo que era sentirse así, por eso lo cuidaba demasiado.

Eran un amor no formal, o al menos así los definía Jisoo, ya que hasta ahora pocas personas lo sabían y sus padres aún desconocían su relación. De una u otra manera, Jeongin estaba convencido de que sus padres no le prestarían demasiada atención al darles la noticia, ellos tenían conocimiento de su orientación sexual y con el tiempo el rato de incomodidad en el almuerzo se esfumó. 

"Mi madre es... algo complicada, en realidad ambos lo son. Dudo que ella me deje llevarte a casa por ahora, lo siento mucho"

Si eso era realmente cierto ¿Por qué su madre le había escrito unos días atrás? Estaba asustado de responder, el pensar en que la madre de su novio le busque de la nada solo significaba cosas malas en la cabeza de Jeongin, por ese motivo no le contó nada a su hyung. Aun así, esa fue una situación que no pudo ocultar demasiado tiempo, y por ese motivo tan estúpido — según el menor —, ambos estaban "peleados" desde hace ya 3 días. Paciencia es la que debe tener Seungmin con Jeongin y el tío de Hyunjin con su sobrino malhumorado.