NUEVE

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Dos días, no faltaba demasiado para que el día acordado llegara y él ni siquiera estaba seguro del por qué aceptó sabiendo que le hacía mal tenerlo cerca suyo, pero era un tonto y solo se ilusionó pensando que podría manejarlo ¡Pero no! Sus nervios lo hacían perder la cabeza y si sigue poniéndose así de extraño en el trabajo, lo más seguro es que Seungmin empiece a sospechar que anda en algo y no estaba listo para ser humillado por una charla emotiva por parte de él. Suficiente ya con saber que se ha fijado en alguien casi imposible, en serio que debería aprender a decir que no, así se ahorraría muchos conflictos internos.

Más solo le quedaba esperar a la crueldad del destino, porque es obvio que el mundo, Dios y ni siquiera el diablo querían verle feliz.

— Jeongin, recuerda que saliendo del trabajo nos iremos todos a celebrar el cumpleaños de Mina.

— ¿De verdad tengo que ir?

— Jeongin — su compañera se sentó a su costado, en aquellos sillones de los cuartos del almacén y le sujetó con ambas manos por el rostro, viéndole fijamente — ya hemos planeado esto desde hace como dos semanas, vas a ir y punto — apretó sus mejillas y Yang suspiró cansado de ese trato de la mayor — se supone que te llevas bien con Mina, deberías de estar contento de que va a tener su fiesta con sus amigos ¿Por qué siempre tienes que asilarte?

— No es mi culpa que algunos del turno nocturno no se lleven bien conmigo — habló de forma graciosa debido a que sus mejillas seguían siendo presionadas por las manos de su compañera — Lia, si sigues haciendo esto los demás van a pensar que tú y yo andamos en algo.

— Por favor, nadie podría pensar eso — lo soltó sonriendo — y ya sabes el por qué.

"Somos ene-amigos" — completaron ambos en un unísono.

Luego de conversar un poco más con Lia, volvieron a trabajar ante el llamado de sus demás compañeros a que dejen de parlotear y continuaran empaquetando los pedidos. Era divertido el tipo de trato que Jeongin tiene con sus compañeros de su turno, muy al contrario con lo que experimentó cuando tuvo que quedarse con los del turno de noche y conoció a los tipos más arrogantes con los que se haya topado en toda su existencia. Para ser breves, Jeongin hace meses atrás tuvo que ocupar el turno nocturno en su trabajo debido a que hizo un trato con Seungmin, todo bien y normal por su parte, hasta que apareció ese chico llamado Jung en el lugar donde estaba organizando unas cajas y de la nada empezó a reclamarle cosas que no entendía, sabía que se trataba de una estúpida forma de hacerse el superior porque erróneamente ambos eran comparados con frecuencia y eso le molestaba tanto como él. Trató de ignorarlo siguiendo con su trabajo y ya con su mirada seria, pero la gota que derramó el vaso fue cuando le dijo "aléjate de mi novia o te partiré la cara" y no fue porque la amenaza fue lanzada hacía él, sino porque tenía entendido que su novia del sujeto ese era Yuqi, su amiga que atendía en caja y le trataba muy bien ¿Por qué alguien tan linda como ella salía con un idiota como él? No tenía ni una pizca de sentido.

— Si me vuelvo a encontrar con ese tipo, no creo que pueda seguir evitándolo — se dijo en un susurro. 

Para su suerte o desgracia, el tiempo transcurría más rápido de lo usual, todos estaban en el restaurante comiendo y bebiendo, su noona Jisoo estaba riendo mientras contaba acerca de su progreso en sacar un nuevo diseño, Seungmin estaba con Jeongin y todo bien por el momento. La fiesta era tranquila, había buena música, charlaban de sus rutinas, de próximos planes para salir juntos y obvio, Mina recibió unos cuantos presentes por sus compañeros — incluyendo los mejores amigos apartados de todos mientras comían sigilosamente, sí, hablo de Kim y Yang.

— No tienes que quedarte si no quieres Innie —  le dijo su amigo recostado en la mesa, igual o peor de aburrido como él.

— Mina me dijo que quería tomarse foto con nosotros, quisiera al menos quedarme hasta que la tomen para irme — respondió llevando un trozo de carne a su boca.

Don't blame it on me | HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora