❛❛Ese peculiar chico de cabellos oscuros suele llegar al mismo bar todas las noches, pide siempre el mismo trago y se emborracha solo en la última mesa vacía de al fondo. Todos comentan que lo oyen decir que es más feliz cuando bebe que cuando se en...
Se sentía como un cuerpo sin alma, totalmente débil como para realizar algún movimiento en brusco o para seguir oyendo a su amable hyung hablar de sus pinturas mientras tomaban de sus cafés en pequeños sorbitos, la fatiga de esa mañana estaba apoderándose de su cuerpo y de sus ganas por vivir, y sin embargo ahí se encontraba él, fingiendo que le oía, asintiendo sin darse cuenta que ahora estaba en un bucle interminable.
El alcohol es bueno y malo.
Hyunjin no era un tonto como para no darse cuenta de que estaba muy cansado, haberle despertado a las 7 de la mañana no fue la mejor decisión que tuvo, pero no había más opción que esa, tenía que salir pronto a sus clases y dejarlo solo descansando iba a ser peor. Especialmente porque mi departamento es silencioso, pensó viéndole bostezar, y sé que él odia eso. Habían dormido bien en toda la noche, no hubo nada que les molestara y eso fue realmente un alivio ¿será que Jeongin era un amuleto de buena suerte? Anoche no se oyó la bulla de la ciudad, fue calmado y silencioso.
— Hyung... Tengo sueño.
Sonrió levantándose de su asiento, llevando las tazas de café para lavarlas y así poder irse a estudiar. El menor ahora esperaba en el sofá, con un polerón suyo y abrazando un cojín entre sus brazos, queriendo caer en sueño nuevamente, pero Hyunjin impidiéndolo.
— Vamos, despierta, ya tenemos que irnos.
Renegó otra vez, frunciendo el ceño por interrumpir su descanso.
— ¿Qué te hice?
— No seas dramático, Innie — lo jaló del brazo sin lastimarlo y lo abrazó fuerte, para luego darle un beso que Jeongin siguió sonriente — ¿feliz?
— Me gustas mucho.
— Lo sé — le acomodó su atuendo y terminó por sonreírle — vamos.
— Prométeme que vas a venir a mi departamento luego de que acaben tus clases.
— Jisoo noona no abrirá la tienda el día de hoy, hay un problema en el local y van a ir a verlo entre un rato y mañana.
— ¿En serio? — Yang volvió a asentir — mucha coincidencia ¿no crees?
— Dios bendice a quien madrugada y yo quiero ser bendecido con tu compañía en mi día libre — se sostuvo más a él, sujetando su cintura y causando una leve sensación de timidez en el mayor — ¿sí irás?
— No creo que...
— Por favor~
Atrapado, hipnotizado por sus lindos encantos de convencerlo haciéndole ojitos y diciéndole "por favor" con un tono de súplica ¿Acaso tenía elección? No, Jeongin a veces elegía por él y hacerse de rogar ya casi era imposible si iba a tener que acceder tan fácil, se desconoce por completo. Tú no eras así Hyunjin ¿qué te pasó?
Conociste a Yang Jeongin, eso pasó.
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