CUATRO

592 91 19
                                    

Tenía que estar agradecido con el mismo cielo por haber salido del trabajo más temprano de lo usual, ahora que tenía algo de tiempo aprovecharía para hacer sus compras de la semana, ya que ve casi imposible que quiera salir el fin de semanas a hacerlo ¿Salir un sábado por la mañana? No, por supuesto que no, esos días son para dormir hasta tarde viendo películas o series en Netflix, primero precavido, antes que comerse spoilers.

Llegó hasta el paradero del centro comercial y subió al vehículo que estaba esperando, sin embargo, al ver a alguien bajar con mucha rapidez del mismo autobús en el que subió, se quedó quieto viendo por la ventana a ese muchacho de polera blanca. Entrecerró sus ojos y analizó ese rostro que aseguraba a ver visto antes, ojos altos rasgados, con estatura promedio y...

— ¡Es ese idiota! — se dijo sorprendido, ese lunar de bajo de su rostro no le mentía, era el mismo sujeto del bar.

Como pudo se bajó de autobús antes de que se pusiera en marcha y lo siguió, caminaba algo apresurado y eso hacía que sea más difícil de poder alcanzarlo ¿A dónde diablos va con tanta prisa? Se detuvo entre la esquina que doblaba la avenida y lo observó desde ahí, estaba parado observando el celular y de vez en cuando a los alrededores con esa mirada de confusión o ¿enojo? No podía simplemente deducir nada, solo asegura que se le notaba ansioso por algún motivo. Con mucho cuidado siguió caminando como disimulando que no se encontraba espiando a un desconocido, claro, ante todo hay que cuidar la postura ¿Verdad, Jeongin? Una vez estuvo un poco más cerca, se sentó en una banca de cemento que estaba a libre disposición pública, ese chico estaba dando vueltas en frente suyo mientras contestaba una llamada y fruncía el ceño ¡¿Y está que mira hacia donde se encuentra él?! Automáticamente entró en pánico y tuvo que agachar la mirada buscando entre su mochila "algo" para disimular, pero tal parece ser que se equivocó .

No se percató de su presencia.

— No... Ya salí de mis clases, estoy esperándote ¿En dónde estás? — Yang disimuladamente alzó el rostro y le observó con intriga — ¿Vas a tardar entonces?... Vale, igual te espero cerca, mientras iré a comprar unas cosas adentro... Ok~, adiós.

Bueno, al parecer el mentiroso tiene asuntos pendientes con alguien, será mejor que deje de ocultarse y se vaya a hacer lo que tenía que hacer antes de que...

— Oye, tú — diablos — Te conozco ¿no es así?

Hizo como que no oyó nada, ya que parecía haber lanzado la pregunta al aire y pues, no es como si estuviera directamente parado en frente suyo con las probables ganas de querer golpearle por haberle seguido en todo el camino y haberle observado por minutos ¿verdad?

— ¿Me hablas a mí? — preguntó confundido al notar que el chico no se movía. Rendido solo suspiró para asimilar la humillación y saludó — Ho-Hola.

— Pero si eres... — los recuerdos nunca fueron tan claros, parecía una ilusión óptica de esa noche repetida ahora en la actualidad — eres el pequeño de la otra vez.

— ¡Qué no soy pequeño! — aclaró levantándose de la banca en modo de queja — tengo 21 años.

— Y yo 23, por lo que sigo siendo el mayor aquí, así que deja de cambiar el tema y dime por qué me has estado siguiendo.

— ¿Qué yo que? — habló el "ofendido" — ¿D-De qué hablas? Yo solo pasaba por aquí para hacer unas compras y eso, además ¿Yo? ¿Seguirte? Jamás, estás loco.

— Lo admites en tu comportamiento.

— ¿Qué? N-No, yo soy así de tonto al hablar, no te dejes engañar solo por las apariencias.

— Ajá, por supuesto.

— Es enserio, es más, ya me voy para hacer las compras que obviamente vine hacer — se paró del asiento en el que se encontraba descansando y trató de huir rápido, pero una mano en su muñeca se lo impidió — por favor déjame vivir, prometo no volver a hacerlo, solo tuve curiosidad de saber que eras tú.

Don't blame it on me | HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora