Don't blame it on me | HYUNIN

DIECISIETE

Mala idea o buena idea, cuestiones cuestionables que se hacía Jeongin en el preciso momento en que sus amigos empezaron a verle con esa mirada juzgadora a Hyunjin ni bien piso la tienda, pero es que en serio que deseaba matarlos en ese mismo lugar ¿Por qué tenían que poner esas caras tan obvias? No sacarían nada bueno de eso, es más, solo hacían sentir a su hyung cohibido por sus estúpidas actitudes. Calma, de seguro y todo saldrá bien, rogaba para que así sea y no se arrepienta luego de las horas.

Luego de terminar de cerrar el local, todos caminaron hasta el restaurante favorito de Seungmin, hoy era el día en que él escogía el lugar y pues era obvio que elegiría un sitio pintoresco y totalmente vintage como de costumbre.

Ese chico necesitaba una vida, realmente pasaba mucho tiempo solo.

— Bien, creo que no nos hemos presentado como se debe ¿no lo crees? — preguntó la mayor extendiendo amablemente su mano hacia el pelinegro en frente suyo — hola, me llamo Kim Jisoo, soy la jefa y amiga de Jeongin, además de la mayor en esta mesa.

— Un gusto, soy Hwang Hyunjin — correspondiendo su saludo, notó que la chica no dejaba de verle tan fríamente.

A pesar de que quiso pasar por alto las claras advertencias, Hwang seguía creyendo que ignorar que lo analizaban era lo mejor en esos momentos, después de todo no quería quedar mal con los amigos de Jeongin y tampoco es que los culpara por querer cuidarlo.

— Yo soy Seungmin, Kim Seungmin — ambos estrecharon manos igualmente, sólo que con el detalle de que fue un simple roce de manos y ya — Jeongin nos ha hablado muuuucho de ti, al parecer le gustas más de lo que aparenta.

— ¿Disculpa?

— ¡Nada! — Yang con gran desespero pisó el pie de su amigo, obligándolo a ocultar su cara de dolor agachando la mirada — ignora a Seungmin, Hyung, más bien — tomó la carta de menú de la mesa y procedió a abrirla delante de él, indicando los platos del local — ¿qué es lo que vas a pedir algo?

— Oigan, — llamó la atención de todos los presentes frente y al lado de él, haciendo que le miraran con curiosidad y algo de nerviosismo — sé que están tratando de sacarme información, pero si van a hacerlo de esa manera la noche terminará siendo muy larga y la cena se nos hará demasiado corta.

— Interesante — dijo Jisoo — eres un chico directo, me gusta.

— Noona, ya basta, no le moleste.

— No, está bien — apaciguó a su amigo en forma de aprobación al comentario de Kim — prefiero que me conozcan a su manera si así lo prefieren, aunque no tengo ni la menor idea de qué manera es de la estoy hablando.

— Nosotros sólo queremos conocerte un poco más, no todos los días tenemos la oportunidad de entablar amistad con otros amigos de Jeongin, ya que somos nosotros sus únicos amigos cercanos del lugar.

— Y quizá sea por eso que esta reunión se siente como si estuvieras pidiéndonos la mano de Jeongin ¿no creen? — los mayores asintieron y el pobre aludido sólo optó por recostarse en el respaldar del asiento, dejándose caer un poco en él — ¿Qué edad tienes, Hwang?

— Tengo 23, pero dime Hyunjin con confianza, no hay problema.

— Y dime Hyunjin, ¿Ustedes qué tipo de relación tienen? Jeongin no nos habla mucho de eso, pero supongo que es porque tiene vergüenza — con la elegancia que tenía Jisoo, bebió de su malteada notando que el mencionado se sonrojó cuando fijó su mirada en él — Seungmin y yo intentamos que nos respondiera algo, pero es como un cofre con candado y es estresante encontrar una llave.

— ¡Miren, justo viene el mesero! — informó Yang sonriendo esperanzado de que dejarían de hablar cuando el mesero llegue.

— Sólo somos amigos, nos conocemos ya hace unos meses y desde ahí hemos estamos hablando, saliendo y jugando videojuegos.