"El valor espera; el miedo va a buscar".
Todo a su al rededor era un pozo oscuro, pletórico de confusión, la mente de Yu ZiYuan viajaba menoscaba, observando el lugar por donde desaparecieron sus amigos, al fondo se escuchaban los gritos, y el olor de la sangre se intensificaba, alguien intentaba hacerla reaccionar.
-¡Yu! tenemos que irnos, vamos, reacciona ¡Yu!- Fengmian intentaba regresarle a la realidad, necesitaban huir cuanto antes de aquella escena sangrienta y caótica, así cuanto antes regresar a la academia, sin embargo en ausencia de los tres mas poderosos de su escuadrón era segura la muerte.
Quizá esa habría sido la ultima misión de cada uno de los integrantes de aquel escuadrón si no hubiese sido por la llegada de BaoShan, quien se encargó de sacar a su escuadrón de aquel lugar.
La llegada a la academia parecía lúgubre, las heridas de gravedad en varios de los integrantes, ¿un corazón roto es tan grave cómo una estaca en el alma?
Qiren sentía su mundo derrumbarse ¿que haría sin su hermano? ¿Que le diría a su esposa? ¿Qué pasaría con sus hijos? Su corazón se colmo de odio hacia esos prodigios que provocaron la muerte de su hermano, hacia aquellos que alguna vez llamó amigos, e incluso familia.
-¡regresaron!- corrió hacía su encuentro una humana de túnicas blancas, quien les esperaba en la entrada de dicha academia, en cada misión siempre espero el regreso del escuadrón ¿cómo decirle que esta vez era distinto? sus ojos marrones observaron a cada integrante y su sonrisa pronto se desvaneció.
-¿Donde está Qingheng?- Yu le observó, fue entonces que en su mente algo se encendió, y su corazón comenzó a rebosarse de aborrecimiento hacia aquella mujer, ¿aun osaba de preguntar por una muerte en la que seguramente ella participo?
-¿tu lo sabias no es así? ¡Tu también lo sabias y nos mandaste a una maldita mision suicida con ellos! ¿Querías que escaparan? pues lo hicieron ¡lo hicieron!- Yu se detuvo, respirando agitadamente mientras las lagrimas amenazaban con salir de sus ojos- ¿sabes? el precio que tuvo que pagar Qingheng por la libertad de cangse y Wei fue muy alto... Y es el precio que tu misma pagaras cuando te entreguemos a la supervisión Wen ¿No esperas que nosotros respondamos a esto no es así?
Madam Lan se derrumbó ante aquellas palabras, los riesgos desde el momento en que planearon el escape eran altos, ¿Pero por qué debía pagarlos su amado? ¿Por qué debía ser así? Y justo ahora, si ella también debía dar su vida ¿no estaría sacrificando a sus dos pequeños en su vientre de tan solo 6 meses? Ni siquiera sería capaz de darles un padre, probablemente ni la sola oportunidad de abrir sus ojitos.
¿Había cometido un error?
-Nadie entregará a nadie- Sentencio Baoshan observando con repulsión a la humana presente- mereces ser torturada en vida... pero los bebés de mi pequeño prodigio deberían tener la dicha de vivir.
Aquellas palabras quedaron grabadas en Qiren, quien justo ahora no tenía palabra alguna, el era tan culpable cómo esa humana de la muerte de su hermano. Era culpable por apoyar su amorío, era culpable por aceptar romper las reglas, era culpable por creer en la amistad o en que prodrían ser algo más que productos de fuerza, que error, un error que en ese mismo momento se prometió no volver a cometer, si sus sobrinos podían salvarse del destino que le esperece a la humana y a dicho escuadrón, se aseguraría de no cometer ese mismo error.
...
-Entonces... ¿Que sucedió?- Cuestionaba el hombre de ojos marrón observando al escuadrón arrodillado ante él.- Simplemente escaparon dos prodigios valiosos de la noche a la mañana ¿por que si?
-Si mi señor, cuando mis discípulos partían hacía su misión los prodigio Cangse y Wei escaparon, al ser tan pocos discípulos durante la misión tuvimos una defunción lamentable.- Contestaba Baoshan con su vista fija al suelo.
Wen Ruohan observo los papeles en su mano.
-La mujer había tomado recién la inseminación...- comentó manteniendo mirada fija en el nombre escrito en aquella hoja
Ante lo dicho madam lan dirigió su vista sorprendida a Bao, quien sonrió minimamente, acaso su maestra... ella...
-Su escuadrón no me sirve más- una risa estruendosa salió del hombre, haciendo que en los presentes recorriese un escalofrió de pies a cabeza- Espero que entienda el significado de ello maestra Bao.
La mencionada apretó fuertemente sus puños, podía ser dura, podrían decir que era una mujer sin sentimiento, sin embargo ella amaba a sus niños, a sus prodigios, daría la vida por ellos...
-Qiren... tienes suficiente poder, siéntete dichoso, tu hermano a muerto para dejarte cómo maestro del escuadrón recesso de lla nuevuola- las agraciadas y huecas palabras provocaron en el Lan un disgusto y amargura ¿acaso la muerte de un ser querido valía menos que un puesto de alto rango?
-Señorita Lan... si no fuese por encontrarse esperando a los prodigios de un hombre con tanto poder le desollaría ahora mismo... sólo regrese al puesto que tenía en supervisión Wen, y cuando sus hijos nazcan, quedarán a manos de su tío- La humana deseaba replicar, negarse al abandono de sus hijos, ¿pero que era mejor a darles si quiera la oportunidad de vivir? aunque fuese lejos de su amor de madre.
-Maestra Bao, volveremos a armar un escuadrón para usted, a los demás... solo manteles.- ordeno en voz fría el Wen, ganando la ira de Yu, ¿por qué debía morir ella, su amado y los demás? ¿Por qué no matar a la culpable de todo esto? ¿Por qué ellos también debían morir por los amigos que les abandonaron?
-No!- grito aridamente Bao, acercándose a las túnicas rojizas del hombre, aferrándose en ellas- Mi señor, yo le doy mi vida, le entrego mi vida a cambio de la de mis discípulos.- rogaba por la vida de quienes ella consideraba sus propios hijos y es que había que entender qué esta mujer les educo desde los tres años, les dio amor, les enseño a sonreír, a ser libres y les brindó poder.
Una sonrisa maliciosa se dibujo en aquel rostro, que divertida escena, siempre los altos mandos observando a sus hormigas obreras bailar ante sus pies, que satisfacción deleitarse al ver su piso ser limpiado con la dignidad de insignificantes vidas, el Wen tomo una espada en sus manos, gozando cortar en seco la cabeza de la mujer, excelsa escena observar su cuerpo rodar por las pequeñas escaleras mientras gozaba de la ultima lagrima que bañaba ahora su mano,oh que noble mujer... que noble mas estúpida.. ¿dar la vida por alguien más? ¡patrañas! nuevamente el olor de la sangre inundaba las fosas de Yu, quien no podía entender la escena... solo segundos, ¡únicamente bastaban segundos para perder a una persona en su vida!
-Felicidades señorita Yu y señor fengmian, podrán encargarse del escuadrón de la maestra Bao.
El error no fue permitir escapar aquellos prodigios, el error residía en creer en una amistad falsa, desear la felicidad que los humanos tienen, sentir cómo personas y olvidarse de que eran sólo esto, prodigios, títeres al mando de un superior.
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White eyes
Science FictionUna guerra me volvió así, nos transformo en esto, quienes son normales, nos dirían poderosos, grandes, magnos e intocables, e incluso se embelesan observándonos, cada lucha les hace pensar a esos impuros humanos que somos la salvación después de la...