Wei wuxian, los humanos no son malos, y tus antepasados tampoco lo son, pero cuando hay tanta vulnerabilidad en una raza, y magno poder en otra, se imposibilita el hecho de convivencia, no dejes que el odio cegué a tu corazón jamás, y si un día, pierdes el control de ti mismo, asegúrate de acabar tu vida con tu propia mano antes dañar a un tercero.
La suave voz acariciaba cándidamente las mejillas del menor, mostrando una sonrisa, mientras ataba el cabello del chico en una coleta alta con una cinta roja que ella misma llevaba siempre.
Pero todo pronto se volvió de un color rojizo, las llamas consumían todo a su paso, la mujer yacía en el suelo, intentando huir del trágico final.
-¡huyan!- se escuchó un escabroso grito mientras los escombros sucumbían ante el ardiente fuego en ella.
Los ojos grises del chico que se mantenía sentado en aquel tren se abrieron abruptamente, dejando aquel recuerdo cómo una pesadilla.
-Próxima parada, ciudad de Gusu, a 5 kilometros- Decía por el altavoz uno de los trabajadores a cargo del viaje.
Todo aquel que poseía un poder y se encontraba ya en la edad de asistir a preparatoria estaba obligado en ser un alumno en el colegio grandi meraviglie, cuya finalidad era la creación de niños prodigios, podría parecer una utopía perfecta, sin embargo aquel hecho significaba perder tu libertad, convirtiéndote en una esclavo nacido y educado únicamente para proteger a una débil sociedad humana.
Por lo tanto al cumplir 16 años dejabas de ser una persona, pues era bien conocido que al encontrarte en grandi meraviglie eras educado para no sentir, para no temer, eras estudiado cómo si de un animal se tratase, tus poderes eran regulados e imponían como propósito único ser un arma de protección humana.
Wei Wuxian era consiente de aquello, por ello huyó y se escondió como si de un delincuente se tratase, sin embargo las autoridades de grandi meraviglie tenían suficiente personal prodigio como para encontrarlo en la menor cantidad de tiempo, fue así como al cumplir 17 años fue localizado por la prodigio Yu Zi Yuan quien poseíaun violáceo en las pupilas, únicamente cerraba sus ojos y podría encontrar a la persona que ella quisiera donde sea que se encontrase, la única razón por la cual no había dado con el chico durante un año es su fuerte aura de esquivación cuál le permitió mantenerse alejado de la esclavitud.
La estación de tren se encontraba repleta, en su mayoría se trataba de padres de raza humana y prodigios despidiéndose de sus chicos quienes se dirigían a la academia. Wei observaba dicha escena nostálgica, preguntándose si perder tu libertad era más ameno con tus padres a un lado.
-Avanza niño, no me hagas perder más mi tiempo- Yu Zi Yuan tomaba fuertemente del brazo a Wei, quien ya no podía poner más resistencia o seguir escapando.
Wei wuxian siempre fue un alma libre, cariñoso y lleno de bromas, todo una caja de pandora.
-Madam Yu, usted no perdió el tiempo, puede imaginar que esto fueron las escondidas, y le aseguro que usted me ha ganado en éste juego, sin duda alguna una contrincante admirable- dijo el pequeño de ojos grises con una sonrisa en cara, mientras su voz vacilaba entre bromear y vociferar la verdad.
Yu Zi Yuan le observaba ocultando su gran sorpresa, y es que un niño que había logrado esconderse por un año, escapando de su cruel destino, debe ser un niño que ama de vivir la libertad, haber sido atrapado de dicha manera debería ser algo deprimente, ni siquiera debería existir una gota de felicidad en su ser, ya debería parecer un robot cómo todos los prodigios lo parecían desde el momento en que sus pies tocaban dicha ciudad. No tenía idea de cómo podía mantener una cara como aquella, pero lo que si podía asegurar es que grandi meraviglie se encargaría de quitarle esa reluciente sonrisa, y eso le carcomía en la culpa.
-Niño, lo siento- Madam yu mantenía una mueca en su rostro, una que muy pocas veces vería cualquier persona, llevándose la sorpresiva de wei.
-¿Por qué usted me debería cualquier tipo de disculpa?
-Wuxian, deberías saber que por lo menos la mayoría de todas las mujeres prodigio tenemos hijos a cargo de grandi meraviglie, nuestras opciones son limitadas, es obediencia, a cambio de la vida de nuestros cachorros.- Yu zi Yuan retorno en su cara aséptica, retomando el paso llevando en su agarre a wei wuxian.
-Madam Yu, usted no me debía nada desde un inicio, sin embargo saber que es una causa noble la que me lleva a mi esclavitud me hace sentir dichoso.- Wuxian mantenía aquella sonrisa que cualquier prodigio habría perdido ya, manteniendo el paso ahora al costado de YU
Aquel niño le llevaba a recordar a su fiel amiga de escuela Cangse Sanren, y es que aquel niño a su lado era el vivo retrato de ella, no únicamente en el físico, su personalidad positiva era simplemente otro rasgo más que gozaba. Sin embargo dicha situación le aseguraba que eso llevaría a wei wuxian tener un final como el de su propia progenitora.
La ciudad Gusu, la ciudad de los prodigios, era una maldición para cualquiera de su tipo.
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White eyes
Ciencia FicciónUna guerra me volvió así, nos transformo en esto, quienes son normales, nos dirían poderosos, grandes, magnos e intocables, e incluso se embelesan observándonos, cada lucha les hace pensar a esos impuros humanos que somos la salvación después de la...