"Cuidado en quién confías, la confianza puede salir muy cara si se invierte en la persona equivocada."
—Wei Ying...—Al pie de la puerta los ojos vino de un hombre irrumpieron, haciendo latir fuertemente el corazón de Wuxian, mientras miles de preguntas enmarañaban en los más confusos pensamientos. ¿Era Bao? ¿Bao seguía vivo?
Los cálidos sentimientos de los recuerdos invadían en su pecho, incluso sosegando el miedo sembrado por el hombre de túnicas rojizas; Wen Ruohan.
—Bao...—Murmuró mientras sus ojos recorrían la silueta, frunciendo el ceño al reconocer la igualdad entre sus túnicas y el hombre contrario.— Bao... ¿Qué sucede?
La estruendosa risa del mayor retumbo entre las destrozadas paredes, Oh, era sin duda un espectáculo para degustar, disfrutando del miedo que corría frente a él, cómo si de un dulce se tratase.
—¿Bao? ¿ese fue el nombre que inventaste para convencerlos? Wuxian, Wuxian- Sus escandalosas preguntas calaban cómo el hielo en los huesos del Wei.— Debiste ser idiota para creerlo.
Los expectantes observaban la interacción, sin la comprensión de la misma. El ceño frunciéndose poco a poco en la cara de Lan Zhan, deseando proteger a Wuxian. ¿De donde podría reconocer a Wen Xu? Él primogénito de Wen Ruohan.
—Bao... ¿De qué habla? ¿Qué haces aquí Bao?— Cada palabra bailando entre sus labios, tentando en quedarse atrapadas en lo más profundo de su garganta, y entonándose cómo olas golpeando contra las duras rocas.
—A xian...
—Suficiente espectáculo por hoy—Intervino el Wen Mayor, hastiado de la lenta interacción con de un camino de único sentido.—Señor Qiren, he recibido carta tras carta de usted, recordándome de lo peligroso qué es un chiquillo cómo éste —Sus ojos en tonalidades rojos recorrieron el delgado cuerpecillo tras las túnicas negras.—Me disculpo por no haberle escuchado antes, parece haber tenido razón.
Los ojos furiosos de Wang Ji cayeron en juicio contra su tío, la ira antes desconocida y siempre contenida ahora desbordando de cada parte de su ser, destilando en destellos de su duo de colorados ojos y una ola creciente mucho mayor en los números de su pulsera. El sentimiento siendo compartido por la siempre temible madam Yu, mientras que la decepción se pintaba en los ojos de madam Lan, quien únicamente podía sostener en aquel momento el brazo del mellizo.
—Debes calmarte, recuerda las reglas.— decía la pomada voz de la mujer a Wang ji, mientras pasaba suavemente sus dedos por su pulsera, intentando que la mente nubosa de su hijo se calmase y dejase los números bajar, los números altos ponen en peligro la salud y frente a un Wen de supervisión se trata siempre de una ofensa.
El viento era pintado entre los matices de la sorpresa, el peso del suspenso, empujado por el rencor, y recubierto entre la incertidumbre.
—Me encantaría seguir observando éste espectáculo, sin embargo, no hay tiempo para eso, hay cosas más importantes por hacer, ¿No es así Wen Xu?— El mencionado aún mantenía una vista fija en el oji gris, deseando en lo más profundo de su corazón brindarle la explicación cruda que aún le debía.
—Wen... ¿Wen Xu?- Nuevamente las palabras rotas quebraban en la punta de los labios sonrosados de Wuxian, sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos— Wen...— El Wen menor deseó darle una explicación al tembloroso niño, sin embargo sus ojos cayeron en la mano del Lan cuál se colaba entre los dedos de Wuxian, reconfortandole...
Siempre es más fácil romper el corazón de quien amas, para dejar que su verdadero amor llegue a reparar los pedazos que haz dejado regados.
—Oh, no tengo tiempo para estas escenas, puedes preguntarle todo lo que desees después, ahora...Es momento de tu examen de poderío ¿no crees?— Los ojos del envejecido Lan estamparon sobre la maliciosa voz.
—Señor... No creo que.
—¿Trata de decir que mis afirmaciones son refutables o un error, Qiren? Piense en lo que dirá antes de terminar su frase.— Los acusatorios ojos recubiertos del mas escondido rojiozo recayeron en el mayor.— Wuxian, venga conmigo, sólo serán... unos cuantos estudios...-Los tintes de la mentira pintaban bajo la sombra que intenta sosegar el sol.
La mano pálida de Wangji apretó fuertemente la de Wuxian, ¿Cómo se atrevería a soltarlo? Si su cuerpo le gritaba del evidente peligro, ¿Cómo dejaría ir a su pareja si su corazón rogaba por retenerlo? ¿Quién es capaz de soltar la luz de su vida tan fácilmente?
—Wei Ying no irá a ningún lado, éste es su escuadrón-Sentenció respondiéndose a cada pregunta que le atormentaba.
—Jo... Señor Lan, le recomiendo adiestrar a su sobrino, sabe bien que no me tiento el corazón por cosas cómo ésta, sin embargo seré amable; tiene cinco segundos para que Wangji lo suelte, o simplemente lo mataré- La sonrisa siniestra asomando por la ventana hizo retorcerse del miedo a cualquiera que le observase- Empiezo ahora, cinco...
—Wangji, vamos; deja ir al joven Wuxian, estará de regreso pronto.- El pánico comenzaba a reinar en Xichen, mientras los sentimientos de su propio hermano empezaban a recorrer por su propia espina dorsal.
—Cuatro...
—Wang....
—¡Calla!— escupió un estruendoso grito contra su tío, no deseando escuchar su voz, odiándolo en lo más profundo de su ser, deseando no oír entonar su nombre de esos labios repletos de la más vil sisaña.
—Tres...—Los ocultos rojizos ojos se comenzaban a preparar para mostrarse, siempre imponiéndose en lo más alto del trono.
—A Zhan, solucionaremos ésto, sólo deja ir al joven Wei— Comentaba Madam Lan, sabiendo que ella sería parte de la futura tortura, no habría manera en que su hijo le creyese pizca de su discurso.
—Dos...
El aún sosegado soltó aquella manó cuando el propietario de la misma lo obligo con cálidas palabras y un leve emoujón.
—Lan Zhan... estaré bien, te prometo que mi poder será suficiente para estar aquí contigo —Decía el oji gris retirando la suavidad de la mano que le tendió seguridad, retirando el calor del hombre al que le brindó su primer amor, su primera vez, su primer rayo de felicidad después de la eterna oscuridad decadente en el largo pozo sin fin.
—Señora Lan, le espero en las oficinas de la supervisión.— Comentaba el Wen mayor, llevándose consigo al menor de túnicas negras.
Lan Zhan observó la luz irse junto al mal, sintiendo su corazón apachurrándose, cómo si los tintes del futuro le gritasen que era el mayor error que cometería en su vida.
¿Quién es capaz de soltar la luz de su vida tan fácilmente? Lan Zhan lo era...
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White eyes
Ciencia FicciónUna guerra me volvió así, nos transformo en esto, quienes son normales, nos dirían poderosos, grandes, magnos e intocables, e incluso se embelesan observándonos, cada lucha les hace pensar a esos impuros humanos que somos la salvación después de la...