Cap 18

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-Pues es tu oportunidad, estoy en un lugar donde acabo de ver a su hermana.

-¡Dime la dirección voy para allá, no la pierdas de vista!

Tomé uno de los autos de la familia y conduje a la dirección que me dio Carol, conducía impaciente, sabía que no podía cruzar palabras con aquellas personas sin el consentimiento de Nat y sabía que espiar a la familia de mi novia también estaba mal, pero quería verlos, saber cómo son, al fin y al cabo, son una parte de Natasha, si son importantes para ella, también lo son para mi.

Al llegar a la dirección, pude ver mucho césped, jardines verdes llenos de rosas de todos los colores, niños jugando con una risa contagiosa, personas haciendo ejercicios, y otras paseando a sus perros, parejas besándose, y un grupo de ancianitos jugando al ajedrez, era un parque uno muy hermoso.

-¡Wanda! ¡Wanda! ¡Aquí!- Escuché a Carol llamándome, si queríamos pasar de incógnitas, definitivamente ella no estaba ayudando, me dirigí hacia ella.

-Hola Carol, ¿Dónde está mi cuñadita?- Pregunté de inmediato.

-Amanecí muy bien, gracias, con un poco de resaca, pero excelente.

-Disculpa, pero es que estoy ansiosa- Dije un tanto apenada.

-Descuida, solo estaba jugando contigo, se te nota que tienes mucha curiosidad. Ella está detrás de aquella fuente, donde están los columpios y toboganes... Vamos.

La seguí en silencio observando todo a mi alrededor, este parque sí que es hermoso, me pregunto si Nat lo frecuentaba, llegamos a la fuente y la rodeamos hasta llegar a unos asientos vacíos frente a los columpios, evidentemente había chicas allí, muchas, dispersadas por toda el área de diferentes estilos, descarte a las pelinegras desde el principio, obviamente no eran parientes de Nat. Carol me observaba.

-Dime ya Carol, ¿Cuál de todas es mi cuñada?- Le pregunte impaciente.

-Relájate Wanda, te va a dar un infarto. Yelena es aquella- Contestó, señalando de forma discreta a una chica, en un asiento poco lejano, frente a nosotras, la chica sostenía un celular frente a su cara, evidentemente enviando mensajes de texto.

-No la puedo ver gracias a su celular- Dije desesperada.

-¿Que parte de "relájate" no entiendes? ¿Siempre eres así de estresada? Ella no tendrá el celular enfrente toda la vida- Dijo en un tono de lo más tranquilo, de repente reaccione y me vi sentada al lado de la mejor amiga de Nat, la persona que tal vez la conozca del todo.

-De adolescentes... ¿Venias aquí con Nat?- Pregunté de repente, ella me regalo una amable sonrisa.

-Si, mucho, de hecho, pasábamos mucho rato aquí, hablando un poco de todo.

-¿Cómo era ella de adolescente?- Pregunté, quería saber más de ella, de hecho, siempre quiero.

-Era amable con todos, muy risueña, llego a tenerlo todo, y aun así fue buena conmigo, nunca me hizo sentir menos por ser la hija de la cocinera, siempre decía chistes para hacerme sentir mejor en mis momentos difíciles, pero desde que su papá se fue y los dejo en la miseria, todo eso cambio, sobre todo su actitud con las personas, un día hablaba con fluidez y otros se cerraba, ponía un muro a su alrededor y no dejaba a nadie traspasarlo, se tornó desconfiada y tiene razones para serlo, pero siempre fue la misma con su familia y conmigo. Conmigo habla de todo, nunca me oculto nada, Nat es una gran persona, ama a su familia y es una buena amiga, siempre está allí para escucharme.

-¿Ha venido aquí después de mudarse a New York?

-Por supuesto, siempre viene aquí a visitar a su familia y se queda no mas de una semana, les trae regalos muy caros a los tres, la última vez que vino trajo un auto lujoso con un gran moño y se lo dio a Yelena, también va a mi casa a saludar a mi mamá y hablamos las tres por horas.

La reina de mis noches; Scarletwidow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora