Cap 6

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Los días transcurrían igual que las escenas de una película mala. Me encontraba en la oficina con mucho trabajo por hacer, a la derecha del escritorio se encontraban torres de papeles de la empresa, que esperaban por mi firma para diferentes tipos de permisos que necesitaba la empresa. Estaba increiblemente agotada, los parpados se me cerraban solos...

...De repente me encontraba sentada en un café de mujeres llamado Bella Donna. Qué apropiado. Eso es exactamente lo que era Natasha, una mujer hermosa y también "O eso me parece ahora" un veneno lento y mortal.

Cómo me había excitado... Hizo una entrada majestuosa, como si conociera a todo el mundo o bien como si no conociera a nadie. Quizás era la primera vez que entraba allí o quizás había estado miles de veces.

No sabría decir si las mujeres que hablaban con ella lo hacían porque la encontraban tan fascinante como yo, o porque ya la conocían.

Ella las trató a todas con la misma despreocupación e indiferencia y no se sentó a tomar algo con ninguna, sino que se sentó sola. Eran las demás las que se le acercaban. En serio, era como una reina... una reina de la noche que recibía a la corte. Yo me dediqué a observarla de lejos y luego decidí llamar su atención.

Ella no miraba nunca en mi dirección, lo cual despertó aún más mi curiosidad. Tal vez fue sólo mi leve frustración lo que me llevó a tomar la decisión e ir a saludarla. Ella no pareció interesada en lo más mínimo. A decir verdad, apenas era capaz de recordar lo sucedido a partir de ese momento. De repente, me encontré en mitad de una situación sin saber muy bien cómo o por qué habia llegado hasta allí. Mis circunstancias actuales eran en la oficina firmando montones de papeles...

-Ring- Sonó mi celular despertándome del más exquisito sueño

-¡Esto es increíble! - Exclame a la oficina vacía - Ahora hasta en mis sueños se mete, definitivamnente estoy locamente obsesionada con esta mujer - El celular seguía haciendo ese molestoso sonido.

Era mi socio Sam Wilson preguntando si ya tenía listos los papeles para el firmarlos también ya que eran necesarias sus firmas.

-Aun no Sam, son demasiados documentos, ¿Me crees un pulpo? ¡¡Te llamare cuando estén listos y lo recoges a mi oficina!! - Le dije molesta y colgué sin dejarlo responder.

Recurrí a toda mi fuerza de voluntad para no pasarme el día entero pensando en ella. Después de todo, tenía cosas que hacer, trabajar un poco, por ejemplo. Aquella distracción forzada me convenía porque si no, el dia se me habría hecho eterno.

Y era cierto, tras un deprimente fin de semana que había pasado en un aislamiento autoimpuesto ¿Por qué actuaba así conmigo misma? El miércoles estaba ya llegando a su fin. ¡No, no y no! Durante toda la tarde, me prohibí llamarla. ¿Quién sabe qué me esperaba? Se me ocurrió la idea de que era más probable que tuviese las mañanas "completas".

Claro, una que va a la peluquería, otra que va a hacer la compra... Me pregunté cómo se sentían las otras mujeres, haciendo un hueco para estar con ella entre la visita al carnicero y la visita al verdulero. ¿Acaso esa clase de frivolidad les resultaba especialmente apetecible? ¿O sólo formaba parte de lo que hacían siempre?, es decir, ¿Pasar el rato? Cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que eso no formaba parte de mi mundo. Y sin embargo me había enamorado de ella.

"¡Ja, ja, ja! ¡Te estás poniendo en ridículo, te estás poniendo en ridículo!". Esas palabras cruzaron mi mente igual que las canciones que cantábamos en el colegio cuando saltábamos a la cuerda, mientras la cuerda cortaba el aire para luego restallar y raspar contra el suelo. Me invadió una furiosa decepción. ¿Acaso no era yo dueña de mí misma? ¿No podía decidir lo que era bueno para mí y lo que no lo era? "¿Y esto es bueno para ti? No, seguramente no. Entonces... ¿Por qué lo haces? Exacto. Esa es la cuestión". No me quedó más remedio que aceptarlo. Ansiaba estar con ella, quería algo más que ser solo una clienta y entonces tome una decisión, "Las mujeres especiales requieren estrategias especiales, ¡hurra!".

La reina de mis noches; Scarletwidow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora