La reina de mis noches; Scarletwidow

Cap 33

Natasha POV

7:00 am, veo el reloj antes bajarme del avión en el aeropuerto de New York, la depresión me envolvió nuevamente, he vuelto a la realidad, mi vida cotidiana y lo peor de todo es que ya Wanda no está en ella, no como yo quisiera, cuando tomó mi equipaje y me dispongo a salir en busca de un taxi, leo "Natasha Romanoff" en un gran cartel y lo sostiene un joven muy atractivo.

Pero no era mi Brujita, como me hubiera gustado que fuera ella la que me esperara en el aeropuerto, volví la mirada a aquel chico y desconfié inmediatamente, "alguna broma pesada de una clienta" pensé, pues no tenía a nadie en la ciudad que me diera la bienvenida, decidí acercarme indecisa a el misterioso chico del cartel.

-¿Quién eres?- Le pregunte a la defensiva, el chico frente a mi ladeo la cabeza y formo una gran sonrisa en los labios.

-¡Natasha!, Al fin llegas- Puso el cartel a un lado y estiro la mano sin dejar en ningún momento la enorme sonrisa que ya me tenía incomoda -Soy tu abogado, Steve Rogers.

Abri los ojos a más no poder, ¿El era mi abogado? lo imaginaba diferente, estreche su mano y el noto mi expresión en el rostro.

-¿Esperabas a un viejo de 40 años con canas?- Se hecho a reír.

-Si, en realidad por el tono de voz al teléfono y su forma de hablar nunca se me paso por la mente que usted fuera tan joven, abogado.

-No soy tan joven, tengo 28 años, aunque aparento de menos, ¿Cierto?, Y no me hables de usted, llámame Steve.

-Está bien Steve, eres mayor que Wanda.

-Exacto, por cinco años y soy mayor que tú por tres- Me impresione -Si Natasha, se tu edad.

-Supongo que me estudiaste.

-Solo hago mi trabajo, déjame ayudarte con tu equipaje, te llevo a tu apartamento, hay muchas cosas que tenemos que hablar, pero sé que estas cansada.

-¡No!- Exclamé tal vez demasiado alto, en realidad aun no tenía ganas de poner un pie en mi apartamento -¿Podemos ir a un cafe?

-Por supuesto, allí hablaremos de todo.

Caminamos fuera del aeropuerto, el llevaba mi equipaje hasta donde se encontraba su auto, una gran camioneta familiar, lo cual me volvió a sorprender, pues el rubio tenía aspecto de conducir un deportivo, abrió el maletero y coloco todas mis posesiones alli, luego rodeo el auto y abrió la puerta de copiloto para permitirme entrar, lo cual me entristeció un poco ya que eso me recordó mucho a Wanda y su actitud tan galante.

Una vez en el camino pude ver las calles de New York por la ventana, "¿Dónde estará mí Brujita en estos momentos?", De seguro está tomando una ducha para ir a la oficina, justamente a esta hora yo estaría poniendo en marcha la cafetera para prepararle el café que tanto le gusta.

-¿Natasha? ¡Natasha me escuchas!- Dijo Steve sacándome de mis pensamientos, a este paso pensara que soy alguna especie de autista.

-Lo siento, ¿Qué me decías?

-Que si te parece bien este café- Dijo señalando un local frente donde ya estábamos estacionados -Es muy discreto y aquí podremos hablar tranquilamente.

-Si, ese está perfecto.

-Bien entremos- Dijo mientras tomaba un portafolios de uno de los asientos traseros.

Una vez en el local, nos sentamos y ordenamos dos tazas de cafés acompañados de dos hotcakes.

-Bien Natasha, como ya te había dicho previamente al teléfono, adelante un poco el caso, bueno, para ser sincero, adelante casi todo el caso- Dijo mientras colocaba su portafolio sobre la mesa y lo abría dejando ver miles de documentos y fotografías.