La reina de mis noches; Scarletwidow

Cap 20

Habían pasado 4 meses desde mi viaje a Miami y todo este tiempo no he hecho más que pasar tiempo con Nat, después del trabajo incluso, antes de ir a la oficina, ya que le encantaba prepararme el café por la mañana.

En varias ocasiones Carol vino de visita, luego de que a Nat se le pasara el enojo con ella, trayendo consigo los hermanos Romanoff, Nat casi enloquece al verlos en New York, pero la calme diciéndole que todos se podrían quedar en mi apartamento, incluyendo ella que se tomó unos días libres al igual que yo para dedicarnos a los chicos.

Fue muy gracioso cuando Yelena fingió no conocerme, y Nat molesta le dijo "lo sé todo señorita" y allí salió en mi defensa abrazándome y pidiéndole a Nat que no se molestara conmigo, que yo era una cuñada "Muy cool" Nat solo reía antes esas palabras.

La señora Melina, madre de Natasha. Llamaba todos los dias para saber de los chicos, y tuve la oportunidad de hablar con ella por videollamada, se veía muy feliz al saber que Nat estaba con alguien, lo cual me tranquilizo un poco.

El pequeño Alex se puso muy triste al enterarse que yo era la pareja de su hermana, lo que me causo extremada ternura, Carol y Yelena reían, mientras que Nat negaba con el ceño fruncido, le compre una pelota al cuñadito y al rato se olvidó del tema, Nat se veía tan diferente los días que los chicos estaban en mi apartamento, bailaba, saltaba y jugaba con Alex, también abrazaba muy fuerte a Yelena y le decía palabras de afecto, se notaba muy feliz.

Luego de que los chicos se fueron, nos quedamos de nuevo solas en el apartamento, y volvimos a nuestras rutinas de trabajo, las llamadas de mi madre cada vez eran más frecuentes, desde que se enteró que yo tenía novia, a queriendo conocerla y hablar con ella, pero yo siempre le decía que no estaba en casa, no quería colocar a mi novia en una situación donde se vea presionada o incomoda, Nat era consiente de todas las llamadas, hasta que un día me pidió hablar con ella lo cual me impresiono muchísimo, le pase el teléfono y esa conversación entre ellas duro horas, yo estaba intrigada al ver a Nat reír, cuando al fin colgó la interrogue, pero lo único que dijo fue "tu madre, me agrada, es muy sabia", ahora sus llamadas telefónicas son habituales, mi madre suele ser muy intensa, pero al parecer a Nat no le molesta en lo absoluto.

La señora Melina es muy diferente a mi madre, solo llama de vez en cuando para saludar y sus llamadas son muy breves, aunque siempre dice las mismas palabras "Cuida de mi hija, Maximoff".

Cada día que pasaba, me sentía más feliz de tener a Nat en mi vida, pero también aumentaban las discusiones y los problemas entre nosotras, cuando yo le insinuaba que dejara su trabajo siempre me respondía lo mismo: "¡No voy a permitir que me mantengas!" "¡Es lo único que se hacer!" "¡Me conociste haciendo esto!" "¡No pienso dejarlo!".

Había ocasiones, aunque muy pocas, en las cuales no dormíamos juntas porque ella tenía que "trabajar" al día siguiente a primera hora de la mañana y se iba a su apartamento, siempre tenía que ocultar mi enojo cuando percibía en ella un perfume que no era el suyo a la hora de saludarme con un beso y un abrazo. También tenía que ignorar el hecho de que le notaba chupetones en el cuello mientras la veía dormir.

Incluso con estos meses aumentaron mis celos y paranoia, amaba cuando venía al trabajo al mediodía y almorzábamos juntas en algún restaurante cercano, pero odiaba cuando mis colegas se la comían con la mirada, al igual que todo el personal masculino de la empresa, tenía que respirar profundo y contar hasta tres para no tener que terminar despidiéndolos a todos, incluidos Bucky y Sam.

Las veces que no iba a visitarme a la empresa, me pasaba el día en la oficina torturándome psicológicamente ya que duraba horas pensando si en ese mismo instante se estará acostando con una de sus clientas, si me llamara, si esta noche me toca tener sexo o hacerle un masaje, si llega a mi apartamento de buen humor o tan agotada como para hablar.