Cap 1

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Wanda POV

-¡Llego tarde! - Me digo mientras corro a toda prisa por los pasillos de aquel lujoso hotel, hace 45 minutos empezó la conferencia empresarial y gracias al tráfico una vez más llego tarde. Me dirijo al ascensor, pero justo cuando cierran las puertas recuerdo que la conferencia era en planta baja en uno de los salones principales.

-¡Esto es increíble! - Grito molesta. - De paso que llego tarde me equivoco subiendo a este ascensor, estas cosas siempre me pasan a mi por despistada cuando será el día que... - Mis palabras son interrumpidas ya que las puertas se abren dejando ver un pasillo lleno de puertas - ha de ser las habitaciones pienso.

Estaba por presionar el botón para ir de vuelta a la planta baja donde la conferencia debe de estar por acabar, pero la curiosidad me gano, y salí de este para caminar por el pasillo y observar todo a mi alrededor, en ese mismo instante la puerta de una de las habitaciones justamente la que estaba frente a mí se abre dejando ver a una mujer de ojos verdes penetrantes y piel de color más blanca que la nieve.

-Bueno al grano y a lo que vinimos - me dice mientras me tira del brazo y me jala dentro de aquella lujosa habitación.

15 minutos después

-¡Me gusta que las chicas se resistan! - En su mirada apareció un destello de placer que se avivaba a medida que me alejaba de ella. No quería entregarme a ella y, sin embargo, mi cuerpo entero se moría por acariciarla y por recibir sus caricias - ¡Vamos, dime otra vez que no quieres, que me odias! - Se echó a reir. Su risa era cínica y provocativa.

-¡Te odio! - grité. Era la verdad, pero eso no impedía que me consumiera de deseo. Y me odiaba a mí misma por obedecer su voluntad. Lo que menos deseaba era complacerla. Su deseo era cada vez más y más intenso. Cuando se acercó a mí, sus ojos centellearon. Separó los labios y vi el brillo de sus dientes. Sacudí la cabeza de un lado a otro, con la intención de zafarme de ella, pero la mujer me empujó contra la pared y me sujetó las muñecas con fuerza. - ¡No, no quiero, así no! - No me soltó, pero inclinó la cabeza hacia atrás y se echó a reír.

-Eso es, resístete a mi. No te alcanzas a imaginar lo que me pone que hagas eso. Me encanta.-En su voz ronca se adivinaba la excitación. Tensé el cuerpo y ella, rápida como el rayo, aprovechó la ocasión para plantarme un beso en los labios e intentar abrirse camino con la lengua entre mis dientes apretados. Me empujaba contra la pared con todo el cuerpo. No me quedó más remedio que abrir la boca para coger aire y fue entonces cuando ella metió su lengua y se apoderó de mi boca.

La pasión y el placer casi me hicieron perder el conocimiento, aunque también noté las náuseas que me subían desde el estómago hasta la garganta. Le di un mordisco y ella se apartó rápidamente, pero no me soltó las muñecas. Sus manos me apretaban con la misma fuerza que unas esposas. Tuve la sensación de que no era la primera vez que hacía aquello, de que ya estaba acostumbrada.

Me observó con una mirada feroz, mientras se limpiaba con la lengua una gota de sangre del labio. Me resultaba imposible librarme de aquella mirada.

-Eres una gatita muy mala... A ver si al final va a resultar que me he equivocado contigo. Pensaba que eras una niña rica aburrida, de esas que lo único que hacen es tumbarse y abrirse de piernas... - Vi un destello de esperanza.

-¡Si, sí, eso es lo que soy, una niña rica aburrida! - A lo mejor así conseguía que me dejara en paz, pensé.

-No, no, no. - Se echó a reír de nuevo, con la voz ronca por el deseo - Ahora ya es demasiado tarde. Te he descubierto. Lo estás deseando. Quieres sentir miedo y dolor porque eso te excita. ¡Admítelo! - Seguía sujetandome las muñecas con fuerza. Me estaba haciendo daño y grité - ¡Eso es, grita! ¡Grita todo lo que quieras!

La reina de mis noches; Scarletwidow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora