-¡Ella tiene la culpa!- Gritó rabiosa -¡Esa maldita tiene la culpa de todo!- Yo estaba demasiado sorprendida como para pensar con rapidez.
-¿Quién?- Pregunté automáticamente.
-¡Ella! María Hill- Lo dijo entre dientes, con toda la rabia del mundo -¡Ya la viste un día! La viste cuando... Me dejaste.
En ese momento, estaba demasiado preocupada como para sentir vergüenza al recordar nuestro último encuentro y las cosas hirientes que le dije.
-¿María? ¿La hija de la diseñadora te hizo todo esto?- Pregunté con odio.
-Si, fue ella... Luego te llamé a ti- Su voz se fue apagando hasta desaparecer por completo.
Me quedé paralizada. Yo había visto a María, sabía qué aspecto tenía, ¿Y quién no la había visto? Si es la hija de una diseñadora reconocida... Pero ahora me resultaba muy duro oír sus palabras e imaginar a aquella maldita mujer propinándole golpes, ¿Y la violación? ¿Era la causa de que ahora no sintiera nada? Por eso estaba tan enfadada. Ella lo va a pagar de eso me encargo yo.
Me incorporé un poco y la abracé. Empecé a mecerla muy despacio, con mucha suavidad entre mis brazos. Noté cómo temblaba. Seguí meciéndola, hacia atrás y hacia delante, hacia atrás y hacia delante, igual que un columpio. Cada vez temblaba con más violencia, pero yo no podia hacer otra cosa "por ahora" más que abrazarla. De repente, gritó, y luego empezó a sollozar.
-Calma, ¿Sí? Cálmate mi amor, todo estará bien.
-Me dolió mucho... Me dolió muchísimo.
Volví a mecerla y entonces noté súbitamente las lágrimas que salían de mis ojos al igual que ella, estaba llorando... La dejé llorar hasta que ya no le quedaron más lágrimas. Estaba agotada. Me acosté en el suelo junto a ella y dejé que la calidez de la tierra del bosque hiciera el resto.
Al cabo de unos momentos se durmió, completamente rendida. Transcurrida una hora empezó a hacer demasiado frío para seguir en el suelo y la desperté con cuidado. Tardó unos segundos en orientarse, echó un vistazo a su alrededor, desubicada, y luego me miró. Fue entonces cuando lo recordó todo. Se incorporó un poco y se apoyó en el tronco del árbol, lejos de mi.
-¿Desde cuándo sucede eso?- Pregunté con sentimientos encontrados, estaba molesta, furiosa, llena de odio contra aquella maldita, pero muy triste y dolida por lo que tuvo que pasar Nat.
-Meses después de que Diana murió, fue hace un año y 8 meses, exactamente, la conocí en el hotel y comenzó a ser mi clienta, me pagaba mucho más que las demás, todo era aparentemente normal, era cordial y "encantadora", ella quería tener una relación conmigo, me invitaba a cenar, se presentaba con regalos caros y ostentosos, yo la rechazaba miles de veces, jamás acepte nada que viniera de ella, a pesar de mostrarse comprensiva, sutil y buena, lograba ver en su mirada esa oscura maldad que la invadía, a diferencia de ti Brujita, que siempre vi transparencia y dulzura en tu mirada.
"¿Ese fue el motivo por el cual acepto ser mi novia?, además de mi insistencia claro está" inmediatamente recordé nuestro primer encuentro y el miedo que ella tenía cuando estábamos en la cama por primera vez.
Traté de desviar la mirada hacia otro lado, pero se acercó y me sujetó la barbilla con un dedo. Me obligó a volver la cara.
-Te acuerdas, ¿Verdad?- Levanté un brazo y, muy suavemente, apoyé la mano en la suya.
-Sí- Afirmé en voz baja -Continua.
-Bien, pues... Ella poco a poco empezó a obsesionarse conmigo y empezó a darme fuertes nalgadas mientras lo hacíamos, decía que era para aumentar mi excitación. El dolor del placer, lo llamaba, pero cuando lo hacía, yo jamás sentía placer, solo una vez, y me avergonce, cuando se lo dije, volvió a pegarme, así que se lo permití y no dije nada más.
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La reina de mis noches; Scarletwidow
RomansaLa espectacular Wanda tendrá que darle un giro de 180° grados a su vida después de conocer a la mujer mas sexy y atractiva de toda la ciudad. Después de una noche en un lujoso Hotel 5 estrellas todo cambiará. Ya veremos como salen las cosas si se de...