El fin de una etapa

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El fin del curso era un acontecimiento muy esperado por todos los alumnos de Hogwarts, este suponía el terminó de las largas jornadas de estudio, los horarios restrictivos y las insoportables clases. Aunque sin duda quienes con más ansias esperaban ese fin, eran los alumnos de séptimo, algunos con pena y otros con enormes ansias de abandonar ese castillo. Pero lo que todos tenían en común era conocer sus resultados en los EXTASIS, estos marcarían para siempre su futuro.

–Creo que voy a devolver. –Peter cerraba los ojos intentando controlar sus nervios. Si no conseguía unos resultados medianamente aceptables se vería obligado a trabajar hasta la eternidad en la tienda de su padre.

–¡Peter verás cómo te han salido geniales! –Lily intentaba animarle, pero ella también estaba ansiosa.

Todos estaban sentados en el gran comedor a la espera de que las lechuzas fueran dejando los resultados delante de cada uno de ellos.

Sirius movía las piernas sin parar, se había burlado de los nervios de Peter, pero ahora, el era el que estaba a punto del colapso. Tras mucho insistir, Bellatrix había conseguido que se aplicara en sus estudios pero no se fiaba de sus facultades y tenía dudas de si había logrado la nota mínima para acceder a la formación de auror.

El ruido de las lechuzas hizo que los alumnos se quedaran totalmente callados, pero este duró poco ya que los vítores de alegría de muchos y los sollozos comenzaron a inundar el lugar. La primera en llegar fue la de Lily y como era de esperar había obtenido un extraordinario. Esta aún no tenía muy claro a qué puesto de trabajo aplicaría, quería algo que pudiera compaginarse con el mundo muggle. Las pociones eran algo que estaba en su mente y quizás podría utilizarlas como ungüentos para los muggles, eso podía ser su futuro.

Las siguientes fueron las de Remus y Peter, el primero había obtenido un supera las expectativas y aunque esto le abriera las puertas a muchos trabajados de ensueño su condición de licántropo le iba a impedir poder desarrollar la mayoría de ellos así que se conformaba con algo que le permitiera subsistir. El segundo, para su descanso, había obtenido un aceptable, esperaba que con eso su padre le permitiera probar otros trabajos.

Otras dos lechuzas soltaron sus cartas sobre James y Bellatrix.

–¡¿Aceptable?! –James no se podía creer sus notas. –Pero si he estudiado un montón. Tiene que haber un error…

–Te dije que no fueras a quidditch y te empeñaste. Si hubieras utilizado ese tiempo en estudiar… Pero debes de estar agradecido a que acepten estos resultados en el departamento de aurores.

James intentó volver a quejarse pero finalmente tuvo que aceptar sus resultados.

–¡Extraordinario! –Exclamó Sirius al ver el resultado de Bellatrix. –El departamento de fraude mágico se te va a quedar pequeño.

Bellatrix miraba absorta sus resultados, en muchos momentos durante el curso había dudado de su capacidad y temía no poder estudiar lo suficiente. Pero ahí estaba, todo el sufrimiento había valido la pena. Ahora solo esperaba que su solicitud en el ministerio fuera aceptada…

El ir y venir de las lechuzas comenzó a ser menor una vez que la mayoría de los alumnos habían recibido sus calificaciones, el gran comedor también se fue desalojando.

Sirius continuaba mirando hacia arriba esperando que sus resultados llegasen pero parecía que aún no había llegado su momento.

–Tranquilo… A veces se retrasan. –Bellatrix trato de animarle, pero hasta ella estaba empezando a dudar cuando vio que era el único al que todavía no le había llegado su carta.

Sirius negó con la cabeza.

–Eso es que mis resultados son mediocres, seguro que se están riendo de lo trol que soy y por eso no llega. –Se levantó furioso. –Me da igual, acabaré aceptando el puesto de trabajo para que el que me había recomendado Ted.

El marido de Andromeda trabaja en el departamento de reparaciones de artículos de una importante empresa en el mundo mágico. Le había comentado a Sirius que no se preocuparse, que si lo necesitaba le conseguiría una prueba en su departamento.

–¡Espera! –Gritó James.

Una lechuza que apenas podía aletear se colaba a duras por la ventana, estaba agotada después de estar toda la tarde volando con los resultados de varios alumnos. La débil lechuza aterrizó justo en el sitio donde hacia unos segundos Sirius estaba sentado.

Sirius se había quedado congelado en el medio del pasillo. Bellatrix al ver que este no reaccionaba cogió la carta y leyó los resultados. Frunció el ceño y seria le pasó la carta.

–Es malo ¿no? –Tomó la carta con miedo.

Bellatrix mantuvo serio su semblante. Sirius trago saliva y leyó el resultado.

Abrió los ojos de par en par.

El resto le miraba esperando a que se pronunciase.

–¡Supera las expectativas! –Gritó mientras levantaba los resultados para que estuvieran a la vista de todos. –¡Que se preparen en el ministerio que voy para allá!

Bellatrix que había intentando mantener su emoción para que Sirius se enterase por sí mismo de que finalmente su duro trabajo había dado su recompensa, se levantó abrazarle.

–Has conseguido mejores resultados que los míos… –James se lamentaba, pero al ver lo poco que se alegraba este por su amigo, Lily le dio un codazo. –¡Enhorabuena Sirius! –Se levantó para abrazarle también. –¡Que tiemble el ministerio!

Bellatrix y Lily se miraron y sin falta hablarse ambas estaban de acuerdo en que aquellos dos no cambiaran nunca.

Se cerraba una etapa que les había traído para todos buenos y malos momentos, amistades perdidas y ganadas, amores y desamores… Ahora comenzaba otra en la que las travesuras y gamberradas debían de quedar en el pasado y donde debían de madurar sus comportamientos para centrarse en construir su vida adulta.

La aceptación de James Potter en el programa de formación de aurores llegó tan solo un par de días después de haber sido enviada su solicitud al igual que la de Lily en la empresa de elaboración de pociones. Peter, a pesar de que había conseguido aprobar los EXTASIS, le daba demasiado miedo el mundo exterior, así que prefirió trabajar en la tienda de su padre. Remus había conseguido un puesto en Gringotts, no era nada especial pero le permitía tener las noches libres para cuando hubiese luna llena.

Las aceptaciones de Sirius y Bellatrix para el departamento de aurores y de fraude mágico respectivamente, se hicieron de rogar. Pero finalmente con varias semanas de retraso comparadas con las de sus amigos, llegaron. Lo que nunca llegarían a saber era que en un principio las solicitudes de ambos habían sido rechazadas, a pesar de que cumplían con los requisitos necesarios con creces, cuando sus apellidos fueron reconocidos por los trabajadores del ministerio fueron rechazadas.

Aun no era conocimiento de los ciudadanos pero un movimiento ideológico extremo se estaba gestando y el ministerio estaba vigilándolo detenidamente, por lo que cuando el apellido Black, que no era más que símbolo de la pureza del linaje mágico, apareció entre las listas, el ministerio temió meter al enemigo en casa, ya que dicho movimiento se trataba de uno que no hacía más que alabar a los sangres limpias y despreciar a los nacidos de muggles. Pero lo que tampoco nunca llegarían a saber Sirius y Belltrix era que justamente ese mismo apellido fue el que hizo que volvieran a lista de candidatos, ya que Cygnus Black cuando tuvo conocimiento en una de sus reuniones en el ministerio, que su hija y su sobrino pretendían entrar trabajar en el mismo, utilizó las pocas influencias que aún le quedaban para conseguir que estos lograran lo que él nunca pudo obtener, su libertad total de los Black.

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Pues aquí termina la primera parte del fic. Finalmente he decido pararlo aquí y en el siguiente capítulo habrá un pequeño salto en el tiempo para así meternos ya de lleno la aparición de Voldemort y de la Orden del Fénix, además de muchos otros líos que les ocurrirán a los personajes.⚯͛

Tom_Riddle_Envidioso

«𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐎𝐬𝐜𝐮𝐫𝐨 𝐜𝐚𝐬𝐢 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐨»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora