La castaña se sentó en la gran alfombra que había justo al lado de la chimenea. Esperando. Esperando algo que ni ella misma sabía muy bien que era. En esos momentos en los que se sentía fatal sólo necesitaba una cosa: un beso de cierto rubio.
Ginny entró en la sala común y la vio allí con la mirada perdida.
-¿Qué le pasa a mi mejor amiga?- dijo abrazándose a ella. Hermione empezó a llorar.
-Ginny, tu hermano no me habla. Le he dicho que no se metiera en mi vida, y se ha enfadado todavía más conmigo.
-No te preocupes, tú sabes como es él. No tardará mucho en darse cuenta de que se equivoca- dijo la pelirroja secándole las lágrimas- por cierto, se me olvidaba, tu rubio te está esperando en la puerta.
Hermione sonrió y salió corriendo a su encuentro.
Draco estaba sentado en las escaleras, enfrene del retrato de la señora gorda. Vio como su castaña salía corriendo hacia donde él estaba y se le abrazaba llorando.
-Te he echado de menos- dijo ella llorando y sin soltarlo.
-¡Pero Herms si no hace más de dos horas que te fuiste!
-Sí, pero se me ha hecho eterno- añadió mientras se acurrucaba a aquel musculado cuerpo.
-¿Qué te ha dicho esa rata de alcantarilla?
-Nada, no me ha dicho nada, se ha limitado ha marcharse dejándome con la palabra en la boca.
-¡Será imbécil!- dijo el Slytherin- como lo coja lo mato.
-Pero Draco, si no me ha hecho nada.
-Sí te ha hecho, dejarte con la palabra en la boca- añadió abrazándola fuertemente.
-Me encanta cuando te pones sobreprotector, pero tranquilo ya me siento mucho mejor.
A la mañana siguiente la chica se levantó temprano, como era su costumbre, y fue al baño a lavarse los dientes. Cuando volvió se encontró encima de su cama una carta. No tenía ninguna señal de quien la había mandado. De repente escuchó un ruido y en seguida cayó en la cuenta de quién se la había enviado cuando vio un gran águila plateada en su habitación. Enseguida lo supo, abrió la carta y comenzó a leer:
Hermione:
He pensado que te podrías venir a mi casa este año por navidad. Me haría mucha ilusión pasar contigo esa época del año. Tus padres también pueden venir los días que tu quieras.
Te quiere Draco.
Pd. Mi padre estará en casa hoy me ha llegado la noticia de que ha terminado la condena.
A la castaña se le dibujó una sonrisa en la cara. Nunca había imaginado que desearía pasar una navidad con Draco, sin embargo, así era. Se vistió lo más rápido que pudo y bajó al gran comedor, se sentó junto a él y lo abrazó.
-Claro que quiero pasar la navidad contigo.
-Vaya- dijo este dándole un beso- me alegro que te haya hecho tanta ilusión la idea.
-He de reconocer que me da un poco de miedo conocer a tu familia y sobre todo estar con tu padre….
-No te preocupes, no te harán daño.
Ginny que estaba al otro lado de la mesa hablando con Padma Patil fue corriendo hacia Hermione y el rubio.
-¿Qué chicos? ¿Qué vais a hacer esta navidad? Herms mi madre quiere que vengas a casa…
-Lo siento Ginny, pero no puedo ir, me voy a pasar la navidad a la mansión Malfoy- dijo mirando a Draco.
-Um- dijo la pelirroja con cara de decepción- aun así algún día podríamos vernos ¿no?
-Claro, eso seria estupendo- dijo Draco- pero con una única condición: tu hermano no lo quiero ver ni en pintura.
-vale, de acuerdo- dijo ella riendo- iremos sólo Harry y yo.
Hermione los miró a ambos. Ojalá siguieran así por mucho tiempo.
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Cambios para nosotros, Malfoy
Romance"Hermione miró de reojo a Draco y observó que se dirigía hacia ella. Se dio cuenta de lo guapo que estaba esa mañana, tenía un brillo en los ojos... algo ... especial. Se quitó inmediatamente ese pensamiento de la cabeza, ¿No se estaría enamorando d...
