Cap 38: Epílogo

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El sol brillaba radiante en el Londres muggle. La estación de King Cross estaba abarrotada y muchas familias, a los descuidos del policía, atravesaban el muro entre los andenes 9 y 10. Allí estaba un año más. El andén 9   estaba lleno de niños y niñas aprendices de Hogwarts.

-¡Draco! ¿Quieres hacer el favor de ir más rápido? A este paso los niños no tendrán donde sentarse.

-Herms, yo no tengo la culpa de ir lento, es Scorp que se para a buscar a James.

-Scorpius, vamos rápido. Probablemente y nos estén esperando allí.- dijo Hermione- mira, ahí están.

Harry y Pansy esperaban con James a todos sus amigos.

-Hola, hermana- dijo Draco dando dos besos a Pansy y estrechando la mano de Harry- ¿Qué tal, cuñando? ¿Sabéis donde esta Blaise? Laia tiene que entrar también ¿no?

-¡Por favor, paso! ¡Déjeme pasar! ¡Por las barbas de merlín, Blaise, te dije que no era momento de conectarse al ordenador!

Ginny y Blaise aparecieron con una preciosa niña de 11 años blanquita como su madre y de pelo y ojos negros como los de su padre.

-Hola, Ginny. ¿Qué ha pasado?- dijo Hermione.

-¿Qué ha pasado? Pues que no tenía que haber comprado ese aparato muggle a Blaise por nuestro aniversario. Está que no lo deja un momento.

Draco y Harry empezaron a reír.

-Pero entonces ya no hacéis…- dijo el rubio con una sonrisa en la boca.

-Joder, claro que si hermano, pero una cosa no quita a la otra.

La chimenea del expreso sonó, llamando a los niños a entrar en el tren.

Harry y Pansy

-¡James! ¡James!- gritó su madre al notar que su hijo estaba abstraído mirando a su alrededor- presta atención en las clases y pórtate bien. No me gustaría tener que ir a Hogwarts para hablar con McGonagall ¿entendido?

-Entendido pero…- sonrió- no se porque no confías en mi.

-James, tu madre y yo confiamos en ti pero… hay que reconocer que has sacado el carácter travieso de los merodeadores.

-Puede que sí- dijo riendo.

 

Blaise y Ginny

-Laia, princesa, no te separes de la prima Sophi ¿vale?- dijo Blaise abrazando a su hija- en cuanto te asignen casa nos mandas una lechuza, si algún chico se acerca a ti dímelo y…

-Lo matas- dijo la niña divertida- sí, papá. Me has repetido lo mismo diez veces al menos en el coche.

-Solo me preocupo por ti- dijo el moreno.

-Gracias- dijo besando a sus padres.

Draco y Hermione

-Scorpius, cuida de tu hermana y Sophia… haz que tu hermano no se meta en demasiados líos- dijo la castaña.

-Vamos Herms… Scorp no es ningún gamberro…

-Puede que en casa no, pero cuando se junta con James… en Hogwarts y sin nadie que los vigile ¡son una combinación explosiva!

El expreso sonó otra vez y todos los niños subieron a los vagones y corrieron a las ventanas para despedirse de sus padres, que ya no verían hasta navidad. Scorpius y Sophia sacaron la cabeza por la ventanilla para gritar adiós a sus padres. Hermione se abrazó a Draco y vio como el tren en el que iban sus hijos se alejaba lentamente. El rubio la beso y le dio un fuerte abrazo.

-Parece que fue ayer cuando me choqué contigo en el colegio y nos hicimos amigos y… mira ahora. Hermione Granger, te amo.

Cambios para nosotros, MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora