Esa noche, después de que Ginny y Blaise dejaran la habitación, se les permitió a la nueva familia Malfoy Granger volver a casa.
-Draco, amor, voy a llevar a los bebés a la cama.
-Te acompaño- respondió él.
-No, déjalo. Siéntate en el sofá yo no tardaré en bajar.
La castaña subió con los dos bebés en brazos hasta sus cunitas. Mientras, Draco entró en el salón y vio un montón de cartas encima de la mesita de té. La que estaba en lo alto rezaba "De Narcisa y Lucius". El chico la abrió:
"En hora buena hijo, nos acaba de llegar una lechuza de Blaise diciendo que ya somos abuelos. ¡Qué sorpresa que sean dos! Mañana pasaremos a verlos.
Un beso.
Mamá."
Miró lo que ponía en el siguiente sobre: "George y Jane Granger"
-¡Hermione!- gritó Draco- ¡baja!
La castaña bajó las escaleras y se sentó a su lado.
-¿Qué pasa?
-¿Has acostado a los niños?
-Sí, ¿Por qué?
El Slytherin le entrego a Hermione la carta de los señores Granger.
"Hijita:
Nos acabamos de enterar de que somos abuelos y además por partida doble. Ginny nos llamó. No sabes lo orgullosos que estamos de ti, cariño. Has sido muy fuerte con todo esto del embarazo. Cualquier chica de tu edad se habría derrumbado. Esperamos que esos niños salgan tan buenos como sus padres y que crezcan sanos y fuertes. Lo más probable es que no quieras que vayamos a verlos y te entendemos después de todo.
PD. Espero que algún día puedas perdonarme.
Mamá"
A Hermione se le llenaron los ojos de lágrimas y se abrazó a Draco con fuerza.
-Eso no es lo peor- le entregó la carta de los Malfoy. Ella la leyó en silencio.
-¿Tus padres vienen mañana?- él solo asintió- ¡Oh no!
-Lo mismo he pensado yo. Que venga mi madre no me importa pero…
-Draco, tu padre me da miedo. No es broma. ¿Cómo crees que reaccionará al ver que sus nietos son hijos de una sangre sucia? Él ya lo sabía de antes pero…
-Herms, si te soy sincero, a mi también me da miedo- dijo besándola- vamos a la cama. Tienes que descansar después de todo el esfuerzo de hoy.
P.O.V. Draco
Me levanté a las diez de la mañana y cuando mire a mi lado, Hermione ya no estaba. Bajé a la cocina, pero tampoco se encontraba allí.
-Dana ¿Dónde está Hermione?- pregunté a mi elfa.
-La señorita Hermione le dijo a Dana que iba a visitar a la señorita Weasley, señor.
Oí el llanto de un bebé.
-Si me despulpa señor, voy a atender a la señorita Sophi.
-Déjalo Dana, ya voy yo a ver a mi hija.
Subí corriendo hasta el dormitorio de mi pequeña, entre y la vi en su cunita llorando desconsoladamente. Nunca había sentido nada así. Cuando la veía llorar se me partía el alma en muchos pedazos. La cogí en brazos y la arrullé hasta que se tranquilizó totalmente. Oí otro llanto. Esta vez perteneciente del cuarto de mi hijo. Con Sophia en brazos fui a verlo, lo cogí y lo arrulle como a su hermana. Mis hijos, cada uno sujetos por un brazo, sonreían.
-Nunca dejaré que os pase nada. Sois lo mejor que tengo al igual que vuestra madre. Seréis el orgullo de mi apellido. Tú, Sophi, serás la más bella de todo Hogwarts. Te llevarás a todos los chicos. Serás de Slytherin, por supuesto y serás estudiosa y responsable al igual que tu madre. Scorpius, tú serás el mejor jugador de quidich de todo Hogwarts. No dejarás que nada ni nadie te gane, sea a lo que sea. Serás como yo, un rompecorazones y cuidaras de tu herm…
-Tío ¿Qué haces?- dijo Blaise riéndose- ¿Hablas sólo?
-No, imbécil, estoy hablando con mis hijos.
Se acercó y cogió a Scorpius.
-Es igualito que tú ¿Eh? Estarás contento.
-Mucho- respondí- ¿Qué querías?
-¿A que no sabes con quien he visto a nuestra Pansy?
-¿Con quien?
-Con Potter- terminó.
-¿Y que mierda hacía mi hermana con ese?
-Pues no tengo ni la más mínima idea.
Se oyó una voz en el recibidor.
-¡Draco! ¡Baja! ¡Tenemos visita!
-¡Oh no!- le dije a Blaise- ¡Mi padre!
Cogí a mis hijos de nuevo y bajé al salón. Nada más entrar, mi madre se abrazó a mi.
-¡Hijo mio! ¡En hora buena! ¿Estos son mis nietos?- dijo sonriente mirando a los bebés.
-Sí, mamá. Este es Scorpius Erick y ella es Sophia Alexandra.
-¡Oh que preciosidad…!
Mi madre hablaba y hablaba. Miré a Hermione. Ella tenia cara de preocupación y me miraba mostrándome el miedo que tenía por el hombre que había a su lado: mi padre.
-Narcisa, ¿Te apetece un café?- dijo mi novia.
-Sí, Hermione. Vayamos a la cocina.
Mi Herms salió de allí lo más rápido que pudo y me dejó a mi solo con mi padre y mis hijos.
P.O.V. Lucius
Me quedé en el salón con Draco.
-Buenos días, hijo.
-Hola padre- dijo él sentándose en el sofá.
Llevaba dos bultos en los brazos, mis nietos. No soportaba la idea de que esos niños hubieran manchado la estirpe de sangre pura de mi familia. Siempre había pensado que Draco se casaría con la hija de los Greengrass o la de los Parkinson. Llevaba toda la vida educándolo en los preceptos de los sangre pura, llevándolo a fiestas de gran prestigio… y todo para que acabara con una persona que era todo lo contrario.
-Hijo- dije mirándolo- ¿Qué piensas hacer ahora?
-Ahora… ¿Cuándo?
-No pretenderás estar sin trabajar. Tienes 18 años…
-Padre ¿Pretendes que deje solos a mis hijos como si fuera un monstruo para labrarme un futuro negro y triste como el tuyo? Pues si es así vete olvidando de la idea.
-Pero aun eres joven…
-Tú también lo eras cuando nací yo y nunca me prestaste atención. No quiero que mis hijos me vean igual que como yo te veo a ti. Yo seré un buen padre para ellos…
-¡Son solo un estorbo! Esos bebés te arruinaran el futuro.
Draco se levantó de golpe.
-No vuelva a decir eso.- amenazó- Quiero a estos niños y a su madre más que a nada en la tierra. NUNCA y repito NUNCA en mi vida me separaré de ellos si a ti te parecen un estorbo no hay ningún problema. Ellos sabrán quien es su abuelo, les enseñaré fotos, pero nunca los veras en persona.
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Cambios para nosotros, Malfoy
Romansa"Hermione miró de reojo a Draco y observó que se dirigía hacia ella. Se dio cuenta de lo guapo que estaba esa mañana, tenía un brillo en los ojos... algo ... especial. Se quitó inmediatamente ese pensamiento de la cabeza, ¿No se estaría enamorando d...
