SMS [Riccardo Di Rigo]

Epílogo III

Raimon 2011

Arion: He visto a Carina

Michael: Me cago en tu puta vida enano

Gabi: ¿Que?

Michael: ¿Que parte de no digas nada a nadie no has entendido?

Arion: No se lo he dicho a nadie en específico

Otto: Amigo no

Jade: ¿Ella está aquí entonces?

Otto: No

Michael: No

Arion: Si

Arion: Pero se va mañana

Michael: Como ella se entere te mete en la cárcel

Gabi: ¿Seguiais estando en contacto con ella y no nos dijisteis nada?

Gabi: ¿Incluso cuando Riccardo apareció con un quasi ataque de pánico?

Otto: ¿Y que hubieses echo tu?

Otto: Ella queria irse sin dejar rastro

Eugene: ¿Porqué ha vuelto entonces?

Michael: Ha conseguido que no metan preso a Carlos

Eugene: ¿Que?

Eugene: Pero si es evidente que es narco

Michael: Ella es la mejor en lo suyo

Gabi: ¿Podemos verla?

[...]

Conduzco con cuidado, alejándome de mi casa en el momento en que Otto me comentó que el rumor de que yo había vuelto se estaba esparciendo más rápido de lo que creíamos. Arion. Te odio.

Justo en la otra línia veo un coche y para mi desgracia reconozco al conductor al instante.

Riccardo.

Estaba tan cerca de llegar a casa de Carlos.

Suspiro, aparco el coche de cualquier manera al lado de la carretera y salgo con cuidado. Casi al instante siento su mirada sobre mi.

En un abrir y cerrar de ojos tengo sus brazos al rededor de mi en un abrazo demasiado reconfortante. Me relajo disfrutando de nuevo su aroma y escondo mi cara en su pecho. Ha crecido, mucho, todo en él es más maduro. 

- Estás aquí -Musita.

Nos miramos por un buen rato, inspecionando todo aquello que ha cambiado de nosotros, pero él se rehusa a soltarme- Pero dime algo.

Trago un poco y sigo observándolo, poco a poco llevo mis manos des de su espalda hasta su rostro- No se que quieres que te diga.

- Cualquier cosa que me haga sentir que estás aquí y ahora- Y me duele comprobar algo que, aun que no quisiera aceptarlo yo sabia, me duele comprobar que seguimos estando enganchados el uno con el otro.

Me duele porqué han sido años sin contactar el uno con el otro.

Bueno, más bien yo ignorando todos sus mensajes.

Pero lo tengo aquí con migo, abrazándome de una forma tan tierna que derrite todos mis muros y lo único que quiero hacer es aferrarme a la luz que él me brinda.