XIV

275 22 3
                                    

Salimos con Carlos y Michael al patio trasero para buscar un poco de tranquilidad. Cierro un momento los ojos intentando amortiguar el picazón y sigo muy de cerca la conversación amena que estos mantienen.

Unas pisada se escuchan hacia nosotros y veo como el hermano menor de Otto se coloca delante de mi. Como empiece con la mierda esa de que está enamorado de mi le mato. Otto viene hacia nosotros junto Gabi, Riccardo y Arion, y para cuando ve a su hermano delante de mi y mi cara de mala ostia este interviene.

-¡No! -Exclama poniéndose al lado de su hermano- No empieces con esa mierda otra vez por favor, que luego lo que ella te diga te va a doler- Le recuerda lo que pasó la última vez- Vete nano, enserio.

Este niega con la cabeza y empieza a hablar- Carina me gustas.

Cierro los ojos y esbozo una pequeña sonrisa en mis labios desconcertando a todos los que nos miran- ¿Qué sitio prefieres?

-¿Que? -Contesta Marcos sin entender para nada mi repuesta. Y de fondo se escucha a Arion musitar "Claro, para su cita"

-Que que asiento prefieres para el vuelo a la friendzone imbécil- Le dio aún sonriendo- Te lo he dicho cincuenta mil veces no me gustan los bebé, no me gustas tu y a demás eres hermano de Otto, es asqueroso.

Este se queda en silencio, Otto empieza a ponerse nervioso ante la falta de respuesta de su hermano -Es que me tiene enamorado- Vuelve a hablar ganándose una ostia de su hermano mayor alegando que es un pesado y que se vaya a tomar por el culo.

[...]

Riccardo Di Rigo: ¿También trabajas hoy?

Yo: Acabo de salir, pero si

Riccardo Di Rigo: ¿Y dónde trabajas?

Yo: En el Hyllary

Riccardo Di Rigo: ¿Enserio? Allí está muy bueno

Yo: No sé, no puedo permitírmelo

Riccardo Di Rigo: ¿Aún estás en mi barrio?

Yo: Me queda un rato si, el bus pasa dentro de 32 minutos

[...]

-Hola- Escucho la voz de Riccardo a mi lado y me giro sorprendida.

Veo cómo se sienta a mi lado, apoyando su cabeza en la pared de atrás- Riccardo- Musito- ¿Que haces aquí?

-Vengo a hacerte compañía- Dice sin mas con los ojos cerrados.

-Riccardo es la una de la mañana ¿Qué tienes realmente? -Inquiero, guardando el móvil en el bolsillo pequeño de la mochila.

Me observa de reojo riendo des de la garganta- Sigo estando solo en esa casa gigante, a veces el silencio me hace entrar en ansiedad.

Me quedo sorprendida -Los ricos a veces os quejáis de vicio, de verdad.

Nos quedamos en silencio, uno demasiado cómodo para mi sorpresa, hasta que llega el bus y es hora de que me vaya- Escucha ¿Quieres venir a mi casa?

Riccardo parece sorprenderse por mi invitación- No es nada de lo que estás pensando, solo en calidad de amigos, no voy a tocarte ¿Me escuchas?

[...]

Extiendo mi brazo haciendo que el torso de Riccardo choque con este justo antes de entrar- Debo advertirte, mi casa no es grande, no está perfectamente ordenada ni limpia, mi madre está enferma y yo debo hacer muchas cosas ahora- Evito mirarle a los ojos esperando de su parte cualquier excusa ara volver a irse a su grandiosa casa.

-Está bien, no te molestare y te ayudaré en lo que pueda- Me sorprende su respuesta así que asiento ligeramente y abro la puerta de la casa dejándole pasar a él primero.

-Puedes dejar la chaqueta aquí- Le señalo el perchero de la entrada y este asiente, siguiéndome en silencio. Nos dirigimos a la cocina y vuelvo a hablar- ¿Puedes esperar aquí un momento?

-Claro.

Subo en un momento al piso de arriba cerciorándose de que mi madre está durmiendo, me cambio a ropa de deporte y bajo poniendo el uniforme a lavar. Cuando vuelvo a entrar a la cocina me encuentro a Riccardo en la sala de estar cotilleando las fotos y las pocas decoraciones que hay en las estanterías.

Me lo quedo mirando un segundo hasta que me doy cuenta de que debo prepararle algo para comer a mi madre, así que me dirijo a las estanterías de la cocina sacando todo lo necesario para hacerle un caldo y que lo único que ella deba hacer sea calentarlo.

Estoy cortando las verduras, y el pollo cuando siento unas manos colarse por mi cintura y una barbilla apoyarse en mi hombro- ¿Sabes que es la primera vez que soy parte de una escena tan doméstica?

Me escondo una pequeña carcajada- Lo siento niño bonito, aquí no tengo servicio.

-No te disculpes- Musita demasiado flojo, como si realmente estuviera disfrutando el momento- Me gustan estos momentos.

Se queda unos instantes más pegado a mi, y me deja sentir su reptación tranquila en el cuello. Pero al cabo de un tiempo se va a sentar en una de las sillas de la pequeña mesa revisando todas mis cosas de la escuela.

Dejo la sopa lista delante de la encimera y voy a sentarme junto a él- Escucha yo aún tengo que estudiar un rato y terminar los deberes- Le explico, captando su total atención- Son las tres de la madrugada, si quieres puedo decirte donde está mi habitación y puedes empezar a ir a dormir.

-¿En tu habitación? -Inquiere extrañado.

-Si. Aquí no tenemos habitación de invitados niño bonito.

-Bueno de todas formas aún no tengo sueño, así que puedo esperarte.

SMS [Riccardo Di Rigo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora