SMS [Riccardo Di Rigo]

XI

Artemis: Mierda, lo siento Carina

Yo: No pasa nada yo lo solucioné

Artemis: Pero Carlos vive al otro lado de la ciudad

Artemis: Lo siento de veras

Yo: Ok

[...]

Cuando he entrado en el aula donde doy las clases de repaso me he encontrado con un Arion muy emocionado por ver a su capitán con ellos. Después de unos segundos reparan en mi presencia y empiezan a sacarme tema de conversación, hasta que Arion llega a un tema que no me gusta mucho.

-¿Entonces tu apellido no es Lawrence? -Inquiere, sentándose enfrente de Riccardo y de mi.

-Si lo es- Le aseguro, sacando mi estuche de la mochila- ¿A qué viene la pregunta?

-El entrenador ese te llamó de otro modo ¿Te cambiaste el apellido pues? -Sigue la conversación.

Me esfuerzo en esbozar una sonrisa- Si, lo hice, pero por temas personales. A demás Lawrence es más bonito.

Riccardo se me queda mirando un rato de lado, pero después de seguir con la conversación un rato más, nos ponemos a estudiar. Primero empiezo con Arion quién parece tener problemas con la trigonometría básica, así que dejo a Riccardo y a Gabi haciendo ejercicios.

Cuando hace un rato que nos encontramos repasando, momento en que los tres están bastante concentrados en lo que hacen siento una mano encima de mi muslo. Un escalofrío me recorre la columna vertebral al notar que es el capitán del equipo quien está siendo tan descarado.

Sonrío de forma disimulada y apoyo mi cabeza encima de la mano. Este chico, este chico está jugando a algo que no entiende. Pocos segundos después Arion acaba el último ejercicio y decide irse en busca de su novia o algo así, no he entendido muy bien. Seguidamente Gabi empieza a recoger sus cosas mientras yo reviso sus cálculos- ¿Vienes Riccardo? Adé y Eugene van a ir a pescar ¿Te apetece ir?

-¿He?- Le sorprende la pregunta más centrado en acariciar mi pierna de forma caliente que en terminar el ejercicio de mates que obviamente si entiende- ¡Ha!, no déjalo. Voy a terminar este e irme a casa.

Se despiden como siempre, y yo suspiro en el instante en que la puerta se cierra. Riccardo me mira expectante y yo quito su mano de mi muslo. Me levanto de forma lenta mientras él se separa ligeramente de la mesa.

Me apoyo en sus hombros y me las apaño para sentarme encima de sus piernas justo en medio de su entrepierna- Creo que el niño bonito no está entendiendo algo- Sus manos pasan por mis piernas apretando a lo largo de mis muslos hasta colocarse en mi culo, masacrando la carne allí.

-¿Ha si?

-Si- Le aseguro, moviéndome ligeramente sobre él, provocando que un jadeo se escape de su garganta- ¿Sabes porqué? -Le musito en la oreja.

-Ilumíname hermosa- Termina diciendo disfrutando de la atmósfera caliente que se está creando a nuestro alrededor.

-Porqué a mi me encanta que me adulen, las palabras bonitas me envuelven más de lo que debería ser sano. Adoro que me toquen, me vuelve loca y si probablemente yo dejaría que tu me tocaras, que me follaras- Vuelvo a moverme encima de el, saltando ligeramente cayendo encima  de su miembro, que empieza a despertar- Y créeme, seria maravilloso, lo disfrutarías, te gustaría tanto que al final sería en lo único que podrías pensar, lo anhelarías, lo desearías todo el tiempo. Porqué bonito, yo se follar y lo se hacer muy bien.

Ambos sacamos un jadeo de nuestras bocas y sus manos pasan a mi espalda baja por debajo de la sudadera acompasando mis movimientos lentos sobre él- Pero al final, no seriamos jamás algo más que amigos.

Tras decir esas palabras me levanto de encima, sin que él se lo espere del todo. Cuando estoy de pie teniéndolo entre mis piernas, le levanto la barbilla sonriendo con malicia- Entiéndelo tu y yo no vamos a follarnos de nuevo.

Riccardo aprovecha un momento de debilidad para agarrarme de la nuca y juntar nuestros labios en un húmedo beso. Se me escapa un gemido y siento su lengua colarse en mi boca. Pocos segundos le bastan para separar nuestras bocas en un ruido sordo- Eso ya lo veremos.

[...]

Yo: ¿Puedes quedar hoy?

Artemis: ¿No estas enfadada?

Artemis: Te dije que tenia cosas que atender fuera de la ciudad

Yo: Es que estoy caliente

Yo: Puedo estar enfadada, pero un buen polvo es un buen polvo

Artemis: ¿Paso a buscarte?

Yo: Si