Arroz, vomito y un futuro queso

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Había pasado casi un mes desde su último encuentro, no habían tocado el tema luego de eso o siquiera habían hecho algo remotamente similar, las amenazas a su puerta no habían cesado, pero si le habían dado un poco más de plazo, ahora regresaba de una misión en la aldea de la lluvia, estaba más agotado que de costumbre, tenía más de una semana fuera y aunque no quisiera admitirlo extrañaba al Nara.

Eran las ocho y cuarenta cuando pudo cruzal el umbral de la puerta, estaba tan agotado que no pudo ir y darse un baño, simplemente sus pies caminaron en automático hasta su habitación, que a ser sincero estaba sorprendido porque no había nadie allí, sólo una cama vacía, las sábanas parecían igual que como las había dejado al irse, es decir que el Nara no había estado ahí ¿dónde diablos estaba Shikamaru? Sabía que no podía exigir nada, pero al menos merecía un poco de respeto, por más falso que fuera su matrimonio, el pensaba que estaban creando lindos momentos.

Suspiró agotado, al final si se daría una ducha, debía aclarar un poco su mente y tal vez tomar un analgésico para el dolor reciente que se situaba en su cabeza, al salir de la falsa lluvia se dirigió a la cocina, también observando que toda la comida estaba intacta, si sus cálculos no le fallaban, el Nara no tenía misiones o eso tenía entendido, ya que el trabajaba desde la torre del Hokage.

¿Por qué le preocupaba tanto el paradero de Shikamaru? Oh mejor aún ¿que era esa molestia en el pecho al pensar que el Nara estuviera en otra cama con alguien más?

Sintió su estómago sucumbir, tenía mucha hambre, pero nada de lo que había se le antojaba o parecía mermar su apetito, así que sin importar cuál cansado estaba o todo el sueño que tenía, decidió salir por un gran plato de arroz, tal vez hasta llenar sus arterias de eso, sólo arroz y arroz, en distintas versiones estaría mejor.

Camino por unos cinco minutos sin encontrar un buen lugar para comer su dichoso arroz, en el trayecto se encontró a Tenten, con la cuál inició una plática amena, al final ambos se estaban encaminado a comer juntos ¿de dónde sacaban que la chica sentía cosas por él? Si era obvio que sólo lo veía como un compañero ¿verdad?

Sus ojos se iluminaron al ver el puesto correcto, ahí hacían el mejor arroz frito de Konoha, es más ¡de todo el mundo! Vaya que desde que llegó sólo pensaba en el arroz. Ambos se adentraron al colorido local, pero hubo una cabellera que llamó su atención ¿y cómo no? Si esa cabeza de piña era única en la aldea, no estaba celoso, o eso quiso pensar, pero sus pies se movieron hasta esa mesa sin pensar, al estar frente a su esposo y esa chica rubia de Sunagakure, muy linda ella por cierto, no supo que decir, sólo se quedó congelado con las vistas puestas en el ¿que se suponía que hacía en primer lugar? Ni siquiera supo en que momento su estómago volvió a removerse, pero esta vez de forma incómoda, cerró sus ojos un momento y sin siquiera detenerlo dejó salir todo su vómito en el azabache, vaya ya no tenía deseos de arroz.

Al abrir sus ojitos pudo ver a Shikamaru cubierto en vómito, desde su chaleco didáctico hasta su mejilla, toda la escena era asquerosa.

—Maldito —fue lo primero y último que dijo antes de perder el conocimiento.

Al despertar estaba en su habitación, aunque las cosas aún daban vueltas, apretó sus ojos para intentar volver en si, al abrirlos tenía a su esposo al otro extremo de la cama, observandolo con un tipo de ¿benevolencia?

—¿Neji ya estás mejor? —Lucía un poco preocupado, pues el azabache le había dado un buen susto. —Le pedí a Sakura que te revisará, aún está abajo, porque ella no quiere decirme que te pasa —maldecia a Sakura y maldecia al vomito de Neji.

—Tú...¿dónde has estado durmiendo, bastardo? —no quería reclamar nada, pero joder que moría de celos, y luego el Nara estaba cenando con esa hermosa señorita y era tan frustrante para él, aparte esa misión lo dejo exhausto, sólo quería dormir y dormir.

—En el sofá —rasco un poco su brazo —se sentía extraño dormir sólo en ésta cama —admitió avergonzado.

—¿Y por qué la comida sigue intacta?

—¡Porque no se cocinar!

—Aaaah buen punto —sentía como todo el peso se quitaba de sus hombros ¿estos eran los tan famosos celos? No quería volver a experimentarlos, pues se sentían del asco —Bueno pues has pasar a Sakura, tengo curiosidad

El Nara se levantó yendo a buscar a la chica de orbes verdes, que se encontraba platicando con la pelicastaña, que después de todo eso se había quedado realmente preocupada. Ahora los tres subían a la habitación, aunque un impaciente Shikamaru los ponía de los nervios a todos.

—Neji felicidades ¡vas a ser padre!

Y está vez, la que se desmayó fue Tenten.

Amigos por obra y gracia de cristo tengo Internet JSJSJSB equis, todos digan un nombre para el quesito, pero a las de yaaaaa!!

Obligados a estar juntos |Shikaneji|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora