Es una experiencia muy surrealista cuando, dos semanas después, vestidos de todas las formas, colores y tamaños llegan para que me los pruebe, así como zapatos, bolsas, collares, artes y pulseras para completar el atuendo. Paul ha decidido venir y ayudarnos a mí y a Billy a escoger el conjunto perfecto. Traté de sugerir que estaría más cómoda probándome los vestidos sola, pero ninguno de los hombres entendió la indirecta.
Lo bueno es que Paul decidió traer a su asistente personal Samantha con él para que me ayudara a ponerme y quitarme los vestidos fácilmente. Debo admitir que, aunque no me agradaba la idea de tenerlo aquí (viéndome en ropa interior), ha sido una bendición. No habría tenido ni idea de cómo ponerme la mitad de estos vestidos sin ella, con todos sus cierres, forrajes y elegante tela - de hecho, incluso algunos pesan tanto que nos ha costado manejarlos juntas. Nunca lo hubiera logrado sola.
Samantha casi no habla mientras me cambia entre un vestido y otro, y no sale conmigo cuando les muestro a Billy y Paul lo que estoy usando. Se queda en la habitación preparando el siguiente atuendo que probaré y mueve los vestidos por toda la habitación, algo nada sencillo para su 1.52 m de estatura.
'Bill, creo que esto es demasiado,' dice Paul, sacudiendo la cabeza por el vestido color crema con muchas cuentas que estoy usando, mientras camina a mi alrededor para verlo todo.
Al inicio de la tarde me sentía expuesta cada que Paul caminaba a mi alrededor, examinando cada detalle con el ceño fruncido - pero ahora, después de probarme unos veinte vestidos, empiezo a acostumbrarme a su escrutinio.
'Pero se ve perfecta,' exclama Billy.
'Oh si, se ve muy bien, hermosa inclusa, pero llama mucho la atención,' dice Paul, sacudiendo la cabeza hacia mí y el vestido. 'La gente asumirá que está tratando de robarte la atención a propósito y podría resultarle mal. No quieres eso.'
No me di cuenta que elegir un vestido para ir a una entrega de premios sería tan político - si un vestido es muy revelador o llamativo se percibe que estás tratando de actuar como Liz Hurley y llamar la atención; si no es nada especial no eres solidaria. Tienes que encontrar el balance y obviamente es por eso que necesitábamos a Paul.
'Pero quiero que ella sea el centro de atención. Quiero que la gente la note,' discute Billy.
'De hecho,' digo, entrometiéndome en su discusión y recordándoles que también tengo una opinión. 'No estoy muy segura sobre este. Me gusta, pero no me encanta.'
'Bueno, en ese caso, quítatelo cariño,' dice Billy tronando los dedos teátricamente, como si fuera Franck Eggelhoffer de Father of the Bride. 'Si te "gusta" te lo quitas y nunca lo volvemos a mencionar. Si lo "amas", ¡lo usas!'
Me río mientras regreso a la habitación.
'¡Me lo estoy quitando!' grito a los hombres mientras me doy la vuelta y dejo que Samantha lo desabroche.
Me quito ese ajustado vestido y vuelco mi atención hacia las filas de vestidos acomodados frente a mí, que Samantha ha mantenido en orden para que sepamos qué tan lejos hemos llegado. Ya me he probado al menos la mitad de ellos, pero nada me ha llamado la atención aún. Todos son hermosos, por supuesto que sí, pero quiero usar algo que me haga ver como yo, y sólo me convierta en una versión más destellante de mí. Todos estos vestidos destellan por sí mismos, pero quiero ser yo quien destelle. Bastante simple, no quiero que el vestido me opaque.
Samantha me pasa el siguiente vestido aprobar; un vestido oscuro sin tirantes. Se ajusta hasta las rodillas, y luego se expande dramáticamente. Es una pieza que dice algo. Entro en él y respiro mientras Samantha ajusta el corsé en la parte de atrás, seguido por una serie de botones que van desde mis omóplatos hasta lo más bajo de la espalda. Me veo en el espejo, dejando escapar un pequeño suspiro, encontrándolo demasiado expuesto y restrictivo. Aunque sé que he perdido peso últimamente, para mí, mis caderas son mi peor cualidad y este vestido las acentúa y atrae la atención a esa área problemática. Noto que incluso Samantha frunce el ceño ligeramente. Decido dejar que los jueces lo vean así que camino hacia Billy y Paul, sintiéndome como una sirena mal hecha.
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Billy & Me
RomanceSophie May tiene un secreto. Uno que ha logrado mantener por años. El hacerlo significó que tuvo que renunciar a sus sueños de ir a la universidad y viajar por el mundo para quedarse en su pequeña aldea, viviendo con su mamá y trabajando en el salón...