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Las siguientes semanas pasan borrosamente con Billy y yo pasando tanto tiempo juntos como es posible, lo cual no es fácil cuando trabajo 6 días a la semana y su horario de grabación es frenético e irregular. Pero nos las ingeniamos, y felizmente aprovechamos todo el tiempo que tenemos disponible. Si tiene un ocupado día de filmación, y no tiene que estar en el set al amanecer, viene antes de que la tienda abra para ayudar con la sesión diaria de horneo y para que podamos trabajar en sus diálogos. Sorpresivamente, ahora puede hacer una tanda de panqueques de vainilla sin mi ayuda o guía; pero aún tiene problemas con nuestro pastel de chocolate con cubierta de caramelo. Aparte de eso hemos sobrevivido con caminatas nocturnas, verdaderas citas los Domingos (si no tiene que trabajar) y llamadas por teléfono... de las que ha habido bastante.

A pesar de que me lo ha pedido en numerosas ocasiones, he rechazado su invitación de ir al set con él. Ya tengo que pellizcarme para aceptar el hecho de que la reclusa de mí tiene novio, así que creo que ir a la set de una película y ver gente corriendo detrás de él satisfaciendo cada necesidad suya podría ser demasiado. Estoy feliz de verlo como el encantador Billy que conocí en el salón de té hace un tiempo.

Sería justo decir que he estado viviendo en una burbuja... una hermosa, brillante y maravillosa burbuja llena de romance y afecto. Pero como todos saben, las burbujas inevitablemente hacen una cosa - ¡reventar!

Me detengo en Budgens de camino al trabajo un día, una par de semanas después de nuestra primera cita en el bosque, para comprar colorante comestible rosa. Mientras camino hacia la caja para pagar, algo del estante de periódicos llama mi atención. Mi rostro. En casi cada periódico del estante. MI corazón parece hundirse hasta mi estómago y estoy consciente de que mi respiración se ha vuelto alarmantemente irregular. Tengo que combatir la urgencia de vomitar en el lugar mientras lentamente me acerco y veo mejor la imagen. Somos Billy y yo besándonos afuera de la tienda, tomada el día anterior cuando se iba para el set. Lo sé por lo que estoy usando; tengo una bufanda rosa envuelta en mi cabeza y un delantal rosa.

Estoy cubierta de harina y masa.

Estoy hecha un desastre.

Recuerdo seguirlo afuera de la tienda para poder darle un beso rápido sin ser observada por Molly y los clientes ya que seguimos intentamos ser discretos, aunque la mayoría de los clientes saben, pero ahora toda la nación nos ha visto.

¿Cómo es que no supimos que alguien estaba tomando fotos? ¿Cómo pueden tomarme fotos y publicarlas sin mi consentimiento? ¿Pueden hacer eso?

Mis ojos vagan entre los diferentes periódicos mientras leo los titulares, 'El Polvo de Hadas de Billy', 'Buskin Enamorado', 'Amor en el País de Billy Buskin', 'Billy Encuentra su Halo' y 'Billy en el Camión del Amor'.

'¡Oh, eres tú!' dice el señor Tucker, el alto gerente de cabello oscuro, detrás del mostrador. 'Iba a llevarte algunos de esos en un rato. Creí que querrías verlos.'

Volteo a verlo, insegura de cómo responder.

Me sonríe expectante con sus manos en la cadera.

'Gracias,' digo finalmente.

'Debe ser extraño. Verte así en el periódico.'

Asiento, aún desconcertada.

'No te preocupes, mañana les interesará algo más... envoltorios y todo eso,' dice, presintiendo mi inquietud por la situación.

'Si...'

'Bueno, mira, toma un par de cada uno,' dice mientras sale cojeando del mostrador con una bolsa y empieza a meter cuidadosamente cada periódico. Una vez que termina, se da la vuelta y me ofrece la bolsa. 'Paga al casa. Mi regalo.'

Billy & MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora