Queriendo estar sola, subo a mi vieja habitación y cierro la puerta en cuanto entro. Parada ahí no puedo evitar sentirme decepcionada cuando veo las paredes rosas y la decoración de cuando era péquela, como ha estado los últimos 15 años. Todo lo que una vez fue tan familiar para mí ahora me es extraño, incómodo. Después de permitirme dejar Rosefont Hill para experimentar lo que la vida me ofrecía, mi habitación se siente pequeña e indigna. Siento que he retrocedido - es humillante.Pero estoy segura aquí, me recuerdo.
Dejando mis maletas en el suelo, cierro las cortinas - irritada por la luz que pasa entre ellas, haciendo que el mundo es brillante cuando obviamente no lo es. En la cama, me acuesto bajo la sábana y encuentro a Mr. Blobby esperándome. Entierro mi rostro en su estómago.
No quiero hacer nada más que hibernar aquí por el resto de su vida. Recostada en la oscuridad, sin querer enfrentar el mundo.
Mis lágrimas han dejado de fluir, parecen haberse secado por ahora. Me rodea una parálisis mientras sigo reflexionando en dónde salieron mal las cosas.
En retrospectiva, nunca me sentí suficiente. Al principio el sentimiento no venía de Billy, para nada; por mucho tiempo me sentí como su mundo, pero el sentimiento vino de la gente en la vida de Billy que no podía entender que se hubiera enamorado de una chica "normal" cuando podía haber tenido mucho más, gente como Paul y Heidi.
En esa primera Noche de Prensa, cuando me paré sola, viendo todo a mi alrededor, me sentí como una forastera; sentí que no estaba a la altura de toda la grandeza que me rodeaba. Incluso después de eso, cuando me incluyeron más, nadie quería hablar en realidad conmigo, querían hablar con Billy. Yo solo era alguien con quien se quedaban si él estaba hablando con alguien más. Muchas personas fingieron interés, si eran lo bastante educados, y algunos me ignoraron, prefiriendo estar en silencio a mi lado, viendo hacia Billy, esperando a que se desocupara. En esas ocasiones, me preguntaba por qué esas personas elegirían hablar conmigo, y eso se notaba cuando me paraba incómodamente a lado de Billy, luciendo un poco fuera de mi elemento. Podrías decir que me hice "insuficiente" desde el principio. La idea siempre estuvo en mi mente, comiéndome por dentro.
Dejé mis sueños y ambiciones a un lado, y con felicidad, tratando de que nuestra relación funcionara - Billy es una superestrella, que tiene éxito haciendo grandes cosas y ganando elogios de la crítica; su trabajo y sus sueños siempre iban a ser más importantes que los míos, porque su éxito era a mucho mayor escala. Lo que fuera que yo lograra en la vida siempre palidecería en comparación a su éxito - pensamientos como esos son los que hacen que nuestra vida esté enfocada solo en uno de nosotros. El énfasis siempre estuvo en lo que Billy hacía, y cómo podía encajar en sus planes para facilitar su vida. Mi propósito era hacer feliz a Billy, recibirlo amorosamente en una casa cálida y limpia todas las tardes. Todo suena pintoresco y dulce, pero terminé viviendo mi vida por él sin tener nada para mí, nada de qué enorgullecerme. Me perdí a mí misma.
Ocasionalmente, pienso ciertas cosas y me pregunto si son reales, o si es más fácil para mi cerebro recordar y ver todos los errores tratando de superar el dolor que siento. Después de todo, no siempre me sentí mal, no siempre me sentí como si fuera nada; eso ocurrió solo en algunos momentos; aunque el sentimiento que causaban se quedó, porque siempre vi la verdad en ellos. Me ayudaron a alimentar mis propias inseguridades.
Extraño a Billy.
Si Billy fuera arrancado de su vida y capaz de existir como el hombre que conocí y del que me enamoré, sé que seríamos felices juntos, si la relación fuera más balanceada. Aunque sé que la igualdad nunca podría existir si él se queda en su profesión. Siendo honesta, tiene demasiada gente besándole el trasero, diciéndole cuán maravilloso es y qué debería estar haciendo con su vida. Nunca ha sido capaz de vivir por sí mismo.
ESTÁS LEYENDO
Billy & Me
RomanceSophie May tiene un secreto. Uno que ha logrado mantener por años. El hacerlo significó que tuvo que renunciar a sus sueños de ir a la universidad y viajar por el mundo para quedarse en su pequeña aldea, viviendo con su mamá y trabajando en el salón...