Ahora es el principio de Abril y después del monótono invierno la aldea ha empezado a volver a la vida con narcisos y tulipanes salvajes y otras brillantes flores que empiezan a florecer. Diferentes colores irrumpen en el suelo, trayendo con ellos una sensación de esperanza y optimismo. Los conejos saltan felizmente a través de los caminos a la distancia, felices de tener al sol brillando en sus espaldas de nuevo, y los pájaros en los árboles parecen cantar más fuerte que de costumbre.
Me pongo mi abrigo rojo de lana para protegerme del frío aire que amenaza con congelar mis huesos. Mi nariz congelada está enterrada en una maltratada copia de Cumbres Borrascosas mientras camino por el pasaje arbolado que lleva a la silenciosa High Street. Si, lo admito - soy una de esas molestas personas que caminan por la vida ignorando el entorno, mientras espío con mi visión periférica algún peligro que se acerque, ¡gracias a mi obsesión literaria! Aún me las ingenio para asentir la cabeza y saludar educadamente 'Buenos días' a las personas que pasan, mientras continúo en el mundo de Cathy y Heathcliff. Habiendo dicho eso, a esta hora en un Miércoles, solo hay unas pocas personas en millas a la redonda, más que nada preocupados dueños de tiendas, así que me puedo permitir hundirme aún más profundo en su trágica historia de amor.
Dando grandes zancadas subo la colina, veo a Molly en la tienda, hablando por teléfono con la nariz presionada contra la ventana. Guiña el ojo y me saluda con la mano, y luego continúa haciendo lo que fuera que hacía.
'¿Estás segura de que viene para acá?' le pregunta a la persona en el teléfono mientras entro por la puerta guardando mi libro en mi bolsa. 'Aún no puedo verla...' Molly entrecierra los ojos a tal grado que casi están cerrados y luego los abre con sorpresa. 'Oooh, June,' dice, haciendo que la emoción vuelva su voz chillona. '¡Allí está! Dios, ¿por qué demonios está usando eso? ¡Parece que está en un disfraz de plátano!'
Sigo la mirada de Molly y veo que está viendo a la señora Taylor, quien ha decidido salir hoy usando un ajustado traje de dos piezas amarillo brillante. ¡Oh, qué escándalo! Pongo los ojos en blanco y camino hacia el horno para empezar a hornear. Aún puedo escuchar a Molly platicando en el teléfono mientras me pongo el delantal rojo con puntos rosas.
'Sabes qué es ¿no? La próxima semana es su cumpleaños - su hijo habló y ordenó un pastel. Supongo que está teniendo una crisis por eso... ¡Sesenta y cinco! Hmmmm... Si... Bueno, sí, June - ella nunca superó que Robert la dejara así. Que cosa tan horrible le sucedió... Ooh, June, mejor me voy - viene hacia aquí... ¡Si, si! Te hablo después.'
Molly se aleja de la ventana, pone el teléfono sobre el mostrador y de las ingenia para verse preocupada arreglando el mostrador antes de que la señora Taylor entre a la tienda. Me encuentro poniendo los ojos en blanco de nuevo mientras Molly le da la bienvenida con una brillante sonrisa.
'¡Hola, señora Taylor! Ooh, debo decir que se ve muy colorida hoy... ¡el amarillo le queda muy bien!' Ahh, la vida de doble cara de la aldea, pienso. Ignoro la conversación y me concentro en el bizcocho Victoria que estoy preparando.
Un poco después, una vez que la señora Taylor se va, Molly se me une junto al horno.
'Vamos,' bromea.
'¿Qué?'
'¡Dilo!'
'¿Eh?'
'Has estado azotando las cosas los últimos 15 minutos. ¿Por qué?'
Esto me sorprende ya que creía que estaba escondiendo mi frustración muy bien, así que no puedo evitar verme un poco tímida (viejos hábitos y todo eso).
'Lo siento, es solo que...' me quedo sin palabras.
He sido 'esa-de-la-que-todos-hablan', y no hay nada peor que ver esas cortinas cerrarse cuando pasas por casa de alguien o escuchar conversaciones que se detienen cuando entras a una habitación. Podría decirle que me molesta el modo en que todos en la aldea piensan que tienen el derecho de comentar la vida de todos los demás. Podría decirle que no me gusta cuando habla mal de otras personas. Y podría decirle que debe de haber algo más en la vida que su constante crítica sobre la vida de los demás en la aldea. Pero no lo hago. Porque sé que en verdad Molly no tiene un solo hueso de maldad en su cuerpo. ¿Seguramente tiene derecho a hablar de vez en cuando? ¿Especialmente si solo es algo tan insignificante como el color de la ropa de alguien?
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Billy & Me
RomanceSophie May tiene un secreto. Uno que ha logrado mantener por años. El hacerlo significó que tuvo que renunciar a sus sueños de ir a la universidad y viajar por el mundo para quedarse en su pequeña aldea, viviendo con su mamá y trabajando en el salón...