AdvertenciaEste capítulo contiene temas delicados, como depresión y pensamientos suicidas.
Si eres muy sensible o impresionable no lo leas.¡Repito, no lo leas!
Debo aclarar que intente suavizar el tema tanto como pude, sin quitarle importancia o relevancia al asunto.
También investigue sobre la depresión para lograr un capítulo lo más creíble y realista que me fue posible.Sin más que decir por el momento, espero que disfruten de su lectura.
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La situación no era nueva.
Era la misma escena con la que se despierta cada mañana. No recuerda exactamente cuándo comenzó, tal vez fue en Azkaban, puede ser que se desató cuando se escapó o quizás fue cuando entendió que lo único que hizo fue cambiar una celda por otra. Pues, lo único que cambió fue que en Azkaban había dementores y en Grinmauld Please no, aunque no hacían falta, puesto que cada lugar en la casa de sus padres estaba rodeado de malos recuerdos.
Mudarse a Potter Menor había cambiado un poco las cosas, ya no era acosado por las pesadillas con tanta frecuencia, pero aún estaban ahí. Esperando siempre su oportunidad para hacer acto de presencia en cualquier momento, especialmente para interrumpir y socavar sus escasos lapsos de felicidad.
Era extraño.
Era tan malditamente confuso, podía pasar de la absoluta euforia a la completa desolación.
Sus emociones estaban por todas partes, siempre a flor de piel. Siempre cambiantes y opuestas.
En ocasiones sentía que podría explotar de felicidad, cosa que sucedía cada vez con mayor frecuencia, y en otras situaciones... sentía que la única manera de conseguir la paz que tanto desea sería el día en que muriese.
Era horriblemente caótico.
Tenía pavor... pero la idea de morir, en ocasiones, resultaba tentadora.
No se trataba solo de por fin silenciar su mente, no, lo verdaderamente estimulante era la idea de reencontrarse con James.
Y al mismo tiempo, era la idea de volver a ver a James lo que le impedía poner un fin definitivo a su calvario.
¿Con que cara podría decirle a James, su mejor amigo casi hermano, que no hizo todo lo que estuvo en su poder para proteger a Harry?¿Cómo le explicaría a Lily que era demasiado débil para poder defender a su ahijado?
¿Cómo podía él darle la espalda a Harry por tercera ocasión?
¿Cómo podría Sirius perdonarse a sí mismo por tomar el camino fácil?
¿Cómo podría Sirius descansar sabiendo que dejó a su ahijado solo?
No podía hacerlo, lo sabía, Sirius preferiría regresar a Azkaban antes de tener que decirle a James y Lily que les había fallado más de una vez, que no fue capaz de proteger a su amado hijo, al niño que le confiaron sin dudarlo un solo instante.
Se tallo los ojos con una mano mientras soltaba un gruñido de frustración. Sabía que no volvería a dormirse.
Se levantó, intentando no hacer ruido para no molestar a Remus qué duerme en la habitación de a lado. Salió de la mansión y caminó por los jardines. La luna seguía alta y orgullosa en el cielo.
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Hijo de la Muerte
FanfictionHarry demostró ser digno de las Reliquias de la Muerte, convirtiéndose en el Amo de la Muerte pero también en el hijo de la misma. Y es gracias a ella, la Muerte, que Harry tiene la oportunidad volver a su quinto grado y escribir su propio destino...