— Necesito de su ayuda. — pidió Harry a los Merodeadores tan pronto sus rostros aparecieron en el espejo. Se estiró en su lugar y bostezo con cansancio, tratando de relajar un poco sus tensos músculos.
— Es bueno verte a ti también, Cachorro, nos alegra que estés bien. — respondió Sirius con cinismo.
—Lo digo en serio, Sirius.— Gruño Harry, divertido por la actitud infantil de su padrino.
— Ya los ves, Moony, nuestro Cachorro solo nos habla cuando quiere algo.— se quejó el mayor fingiendo una mueca de dolor mientras se seca las inexistentes lágrimas de sus ojos color plata.— ¿Qué es lo que hemos hecho para merecer esto?— agregó con dramatismo, llevándose una mano a la cabeza con falso pesar y sollozos algo sobre actuados.
— ¿y de quién crees que aprendió, Perro pulgoso? — le recriminó Remus con diversión, dandole un zape al pelinegro.
Harry soltó una risa divertida que fue ahogada por otro bostezo, sus cansados ojos lagrimearon, mientras su mano derecha frotaba con pereza su ojo. Reprimió un nuevo bostezo y escucho a Sirius responder— No sé, tú dímelo. — con los ojos entrecerrados, fingiendo sospecha y viéndolo de forma acusadora.
Remus golpeó a Sirius otra vez y regreso su atención a Harry. — ¿Qué sucede, Cachorro?
— Necesito un lugar en dónde pueda enseñarles Defensa a los demás. Y no se me ocurre ninguno.
— ¿Y porque no ocupas la Sala de Menesteres, de la que nos contaste este verano? — sugirió/pregunto Sirius sin darle mucha importancia.
Harry bajo la cabeza un poco avergonzado y dijo— No quiero que todos ellos se enteren de su existencia, ni siquiera se la he mostrado a Hermy y Ron.
— Ya veo — respondió el castaño, lo pensó por un segundo y agregó— No creo que podamos ayudarte, todos los lugares que conocemos aparecen en el Mapa del Merodeador... y no pueden estar viajando a Hogsmeade cada semana para practicar.
— Lo sé, tenía pensado ocupar algún rincón del ala oeste, la parte abandonada del castillo pero me di cuenta de que llamaríamos mucho la atención si de un dia a otro dicha ala se vuelve transitada. — Explico Harry— También pense en ocupar la Cámara de los Secretos... pero el que la entrada se encuentre en el baño de niñas podría ser un problema.
— Tienes razón. Abandonado o no, el baño del segundo piso sigue siendo para niñas y si los atrapan entrando en el se ganarían una enorme detención o hasta podrían ser expulsados.— comento Remus, recordando a uno de sus antiguos compañeros, un nacido de Muggles, que fue encontrado espiando a las niñas dentro de los baños y que había sido expulsado después de que varias niñas confesaran haber sido acosadas por éste. Y así, como en ese caso había sucedido innumerables veces antes; muchos de los nacidos de Muggles tenían la costumbre de menospreciar a las mujeres y tratarlas como simples objetos, y todo porque no pueden dejar atrás sus costumbres machistas... incapaces de aceptar que en Hogwarts siempre ha sido un colegio mixto y que para la magia todos ellos son iguales.
— Lo sé — se quejó Harry con frustración y algo dudoso.
— Entonces... quieres que te ayudemos... ¿en qué?— pregunto Remus, interpretando la repentina timidez de Harry de forma correcta; su Cachorro aún tiene problemas para pedir ayuda, para confiar en otros.
— Pues... verán... tenía pensado ocupar...— Harry tardó unos minutos más en explicarles lo que se le había ocurrido, juntos discutieron los pros y los contras de esta nueva idea mientras planeaban como lo harían y las cosas que necesitarían para lograrlo.
Una hora más tarde Harry se despidió de ellos y se fue a la cama buscando un merecido descanso. Mientras tanto, en Potter Menor, Remus y Sirius decidieron ponerse a trabajar de inmediato, ambos muy contentos de por fin tener algo que hacer, algo de trabajo real.
![](https://img.wattpad.com/cover/211941664-288-k430336.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hijo de la Muerte
FanfictionHarry demostró ser digno de las Reliquias de la Muerte, convirtiéndose en el Amo de la Muerte pero también en el hijo de la misma. Y es gracias a ella, la Muerte, que Harry tiene la oportunidad volver a su quinto grado y escribir su propio destino...