Hey, Dad [Taekook] ✓

Hey, Dad - 7 ✓

Casi llegan tarde otra vez a la escuela. YeonJun tuvo que correr hacia su salón apenas se bajó del auto de sus padres para que no le cerraran la puerta en la cara, como ya había pasado algunas veces. Su mejor amigo lo esperaba pacientemente sentado en su propio pupitre.

—Hola, Soobin —lo saludó sentándose al lado de él.

—YeonJun, por fin llegas —rio tiernamente —. Pensé que te quedarías afuera de nuevo.

Los dos niños se conocían mucho antes de entrar a la escuela. Soobin era hijo de Kim Namjoon y Kim Jimin, los mejores amigos de los padres de YeonJun. Desde el primer momento congeniaron, tanto que no demoraron en hacerse los mejores cómplices en sus travesuras.

Constantemente visitaban la casa del otro para tener tardes de videojuegos o pijamas de películas y mucha comida.

—Appa Kook si dejó que vinieras a casa, ¿le preguntaste a tu papá? —le preguntó el mayor.

Soobin asintió a su pregunta muy emocionado.

—Papá Mimi me dijo que sí, pero que tenía que volver a las ocho de la noche a mi casa —le contestó sacando un par de dulces de su mochila, entregándole uno a su amigo.

—¡Genial! —chilló,

Antes de poder seguir charlando, la entrada de su profesora dio por finalizada esa pequeña conversación.

[...]

Las horas pasaron y ambos niños salieron del establecimiento. En el trayecto estuvieron cantando a todo dar, algo de lo que Taehyung estaba bastante acostumbrado. Hoy él se estaría encargando de los menores mientras Jungkook estaba en sus clases de universidad.

¿Y su trabajo? De alguna forma, el castaño consiguió que sus horarios congeniaran con los de su pareja. Aunque siempre existían pequeñas excepciones.

—Primero hacen la tarea y luego se ponen a jugar —ordenó el mayor dejando la mochila de hijo y amigo en el sofá.

—¿Podemos comer galletas mientras las hacemos? —preguntó YeonJun a su padre.

El moreno sabía que su pareja le daba galletas solo si hacía todas sus tareas, pero tal vez podían hacer una pequeña excepción por hoy.

—Está bien, pero solo un plato —accedió. Fue por el objeto y sacó las galletas que estaban guardadas en un frasco de vidrio, dejando solo cuatro para cada uno —. Compártanlas y no peleen.

Los más pequeños asintieron obedientes. Y por supuesto que lo fueron. Todo sea para después poder jugar.

[...]

Ambos niños se la pasaron muy bien. La casa estuvo llena de risas durante toda esa tarde, algo que alegraba enormemente a Taehyung. Inconscientemente se imaginaba esa misma escena, pero con el nuevo bebé. ¿YeonJunie se llevará bien con su hermanito menor? Era una preocupación que siempre estaba en él, y solo esperaba que se quedara como un "y si...".

Unas horas antes de que los padres de Soobin fueran por él, Jungkook llegó a su hogar, se encargó de comprobar que sus tareas estuvieras bien hechas y de que siguieran divirtiéndose sin ningún problema.

Para el final del día, el menor estaba tan cansado y no tardó en quedarse dormido apenas sus padres le dieran las acostumbradas buenas noches. Luego de arroparlo, ambos salieron de la habitación mientras se llevaban la nota que descansaba en la superficie de la mesita de luz.

"Hey, Dad

YeonJunie se dibirtio mucho hoy junto a su amigo SooBin

¿Podemos inbitarlo de nuevo? me hace felis, pero no mas que appa Kook y papa Tae

buenas noches, papis

YeonJunie".

El pelinegro sonrió, aunque había algo que le preocupaba. Guardó la nota en el cajón de su mesita de noche y se acomodó al lado de su esposo.

—¿Sabes, Taetae? Me preocupa un poco que YeonJunie se acostumbre a decir siempre lo que sienta mediante sus notas... —dijo mirando al techo.

—Podemos explicárselo, pero hay que verle lo bueno de que por lo menos él confía en nosotros para decirnos lo que siente —le respondió Taehyung, atrayéndolo hacia él.

—Lo sé... —contestó. El mayor no tardó en distraerlo dándole mimos hasta ambos se quedaron dormidos. 

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