¿Usted sí come?

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*Dos semanas después*

—¡Buenos días estudiantes! —Entra con su portafolio en la mano—. Soy Luis Fernández, y por esta semana voy a reemplazar al profesor Carlos.

Todos, hasta yo, nos quedamos viendo detenidamente a la persona de enfrente. No tiene aspecto de ser un profesor, y mucho menos de alguien amargado y cansado de su carrera, o de haberse arrepentido de toda su vida universitaria. Aparenta juventud, firmeza y sensualidad. Tiene barba delineada, cejas depiladas, cabello perfecto. Sus labios lucen rojos y gruesos, ojos achinados y con una nariz fina. Perfecto como un Dios. 

Uno como Chris Evans. 

Si. 

—¿De verdad ese es el reemplazo de mister Carlos? —pregunta, susurrando, Jessica.

Yo hipnotizada porque realmente se parece a mi sugar daddy platónico —Eso parece. 

—Mierda, esta guapisimo.  

Buenas palabras, amiga, buenas palabras. 

Como todo profesor nos pidió que digamos nuestros nombre y edad, la cual no es raro.  Lo raro sería tener algunos que si les interesa saber otra cosas que van fuera del ámbito escolar, como pasatiempos, qué te gusta hacer y qué quieres estudiar. Aunque este no, no a todos. 

—¿Y cual es tu talento, pasatiempo, que te gusta, que te agrada? Dime —le pregunta a la chica de la segunda fila. Es karen. 

Todos nos miramos entre sí por obvias razones. 

—Soy deportista, practico bmx —responde, mirando a su alrededor y continua —. Creo que se olvidó preguntarle a los otros, ¿Dominic, que te gusta hacer? —Se dirige al chico de la primera fila de mi puesto.

Él se levanta algo ansioso —Me encanta los videojuegos, editar, grabar, a veces creo que no soy tan apegado a ellos pero si lo hago. Me ayudan a desconectar y ser...

—Suficiente chico, no queremos tu wikipedia. 

Luego de que algunos se burlaron, continuamos. No quería salir nuevamente porque esto de hablar enfrente de todos no me agrada, y peor tener la mirada analizante del señor hot.

Mi turno llegó. Trago profundo. —Ehm... me gusta... l-la pintar y dibujar.... Gracias.

Si, hice el ridículo. 

—¿D-dije que se siente?

Su tono en la voz y la manera que repitió mi tartamudez me hizo sentir incómoda y avergonzada, una tonta que no sabe hacer y controlar sus nervios. Nuevamente trago profundo. 

—Disculpe —Mi trasero se volvió a levantar—. Supuse que podia, ya que, dije todo lo que...

—¿Pero dije que te siente?

—No —murmure. Miro hacia aun lado, Joshua sonríe para transmitir confianza y no poner más tenso el momento. 

—Bueno—Miró hacia un lado riendo para luego cambiar totalmente su expresión —, ¡quiero hacer un gran cambio! —Su grito hace saltar a todos—. Pongan las bancas alrededor. 

Por un momentos todos quedaron quietos porque no había terminado en preguntar a los demás, luego de un aplauso repentino del mismo hombre nos hizo reaccionar nuevamente. 

—¿Todas contra la pared? —pregunta Lorena, una estudiante más de nuestro curso. 

—Si, mi vida — Le guiña el ojo —. Todas contra la pared.

Eso sono raro. Tiene doble sentido, ¿no?

Mente sucia.

Claro que no.

Mi vida en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora