¡Pero yo digo que no, y es un no definitivo!

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Pasamos todo el dia en el hospital, no pude dormir en todas las siguientes horas. El doctor aseguró que todo estaba bien por ahora, que su estado a mejorado continuamente y que puede despertar en cualquier momento. Eso nos tranquiliza y bajo la preocupación hasta cierto límite. 

Después de unos minutos, mi abuela se levanta del asiento que esta alado de la camilla.

—Ya vuelvo —indica.

—Voy por ti, ¿qué le traigo?

Ella negó varias veces con la cabeza —Necesito tomar un poco de aire, luego lo harás tu, ¿de acuerdo?

Lo tomé como un trato, vacile por un rato y le di al fin una respuesta —Hecho.

Saque el celular para poder comunicarme con los chicos, quienes han llamando desde hace algunas horas. Hicimos una video llamada entre todos y comenzaron a preguntar sobre todo lo que ha sucedido y les informo por completo de aquello que sé. Luego de bajar un poco los nervios, se pusieron a payasear, haciendo que mi sonrisa vuelva a relucir en mis labios. 

Brother, todo, realmente todo, estará bien —expresó Javier con algo de aire paternal.

Si, apoyo lo que dijo mi papi.

Por favor niña, controlate —regaña Karen a Jessica.

Río y niego con la cabeza —Gracias chicos, en verdad me han ayudado. Los quiero.

No hay de qué, guapo —Max me envía un beso. 

Bendiciones, Joshua —estableció Teddy. 

Yo agradezco de nuevo y sonrío para completar. 

Adios, nos vemos luego —despide Charlie.

Todos cuelgan, menos Karen. 

Sabes que estará bien, piensa positivo y verás que todo será de esa forma.

—Lo haré señora.

Ok, chico bonito.

Reviro ligeramente los ojos para demostrarle lo disgustado que estoy por su comentario. Nos despedimos y colgamos al mismo tiempo.

Mi mirada va directamente hacia la camilla, veo como la tranquilidad de su respiración es ligera y normal. Respiro profundo recostandome un poco más en el sillón. Luego observe la habitación. Jamás he estado en un hospital, hasta ahora. Por eso mis nervios eran incontrolable. El único susto, antes de este, fue cuando el niño de lentes fue a una ambulancia para venir a este tipo de lugar. No estuvo cerca de la muerte, pero tuvo varios percances en su piel y en su estómago. Por suerte pudo regresar al colegio dos semanas después, fue cuando le pedí disculpas y él lo hizo sin problemas. 

Él estará bien, tengo que calmarme y mantener mente positiva para no atraer a la muerte. Es irónico cuando hace algunos años atrás la quería cerca. Todo cambia, todo mejora para bien. No todo, pero las cosas pasan por algo, asi sea malo o bueno, por algo será.

La puerta se abre, mi abuela trae una soda y una taza de té. 

—Te recomiendo que vayas afuera, hay un hermoso cielo —informó, sentándose alado de la camilla.

Me levanto para estirar mi cuerpo con pereza —Ya regreso.

Baje las escaleras con rapidez hasta llegar a la sala principal del hospital. Antes salir recordé al señor del taxi, entonces acelere paso para ver si coincidía con él, pero no. No había ningún alma más que otros hombres taxistas fumando en una equinas, quienes segundos después notaron mi presencia y ofrecieron su servicio, la cual negué. 

Mi vida en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora