Mi vida en el amor

No te pongas histérica

Las vacaciones pasaron demasiado rápido sin ninguna circunstancias importante. Bueno, algo puede que si fuera importante.

Mi madre, su novio, mi hermana y yo fuimos a la playa por unos días en busca de relajarnos y tener días de descanso total. Antes de regresar visitamos varios lugares con terrenos desocupados con la esperanza de encontrar uno adecuado para cumplir el sueño de mi madre. Desgraciadamente, todos estaban demasiados caros.

—Para la próxima —dijo ella.

—No, seguiremos buscando —aclaró el conductor. 

 —Se hará tarde.

—Son las cuatro, tenemos tiempo. 

No dijo nada más. A la final si encontramos un esquinero en un pueblo cerca de la playa. Mi madre cogió el numero y llamo poco después que llegamos a casa. Aún no nos ha dicho nada pero parece que si le gusto el precio. Además no estaba tan mal el lugar. 

Crucemos los dedos.

Las clases había empezado ya hace 3 meses. Fue un triunfo cuando mi madre recibió las notas verificando que pase a segundo año de bachillerato. Me pareció tan irreal porque de pequeña pensé que las materias serían difíciles, pero digamos que no sufrí tanto. Ojala este año sea igual. Desde que entre evite tener contacto con Joshua a toda costa, no podía hablar ni verlo después de esa noche. Por suerte él entendió eso. Aunque si que teniamos varias discusiones delante de los chicos por causas tontas sin sentido. 

Discusiones pequeña que yo mismo empezaba. Un punto menos a mi favor.

—Ustedes desde cuando se odian otra vez —pregunta Sofía demasiado confundida.

No me había atrevido a contarle nada a ninguno de los de siempre, me daba tanta vergüenza decirles que tuve un momento con él. El tema de sexo no era para nada un tabú para mi, pero aun no me sentía cómoda en hablarlo.

Bueno, ni que tuviera las mejores anécdotas comparado con las chicas que me rodean. 

Luego, en poco tiempo la relación con Teddy fue mejorando después de hablar aquella vez de nuestra promesa. Todo era como antes; videollamadas, llamadas, fotos, mensajes, videos, musica... Lo de siempre. Me frustre tanto pensar que las cosas no iba a ser iguales, pero no fue así. 

—Pronto estarán tus sorpresas señora, solo ten paciencia.

—Estoy ansiosa, Teddy. 

—Paciencia —sonrió —. Valdrá la pena.

Si supiera que toda vale la pena cuando viene de él. 

La bebé de Jennifer nació hace ya tres meses. Desde ese momento Teddy se vive quejas de no poder dormir, las popos son muy apestosas, ve por todos lados el biberón... Es una lista demasiado larga, pero sin duda es feliz. Es su primera hermanita y la ama demasiado, el mismo me lo demuestra viéndola con tanto amor en su rostro. 

Por cierto, su nombre es Lola. 

Las cosas entre J&J no estaban del todo bien, a veces peleaban delante de todo el curso sin querer, a veces hacían como si nada hubiese pasado o tan solo a veces ni se hablaban. Por otra parte los tortolos apenas empezaban en el paraíso. Me daba tanta alegria verlo juntos. Cada vez que se daban besos yo gritaba —¡Por fin! —y me balanceaba hacia ellos para darles besitos de amor de mi parte. 

Aunque alguien no me acompaña con la misma felicidad. 

—¡Quitame eso! No quiero ver peliculas de amor —chilla Jessica, acostada en el otro extremo de mi cama con una tarrina de helado.