¿Como ella?

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Cuando llegué al colegio, la chicas rodearon mi espacio personal para contarme lo que pasó el viernes cuando tuve que irme. No lo dijeron por el grupo porque dicen que no es lo mismo y, además porque Sofía casi no usa mucho WhatsApp y nunca se entera de nada. Resulta y acontece que Selena regresó a la casa con Chris, llorando cascadas y haciéndose la víctima de todo este cuento. Como era muy de noche, prefirieron que se queden a dormir para no empeorar las cosas y les pase algo. Tuvieron una pequeña discusión, la cual, terminó ganando Selena por su gran actuación de niña consentida.

Desde que estamos en clase he querido hablar con él, necesito saber qué está pensando sobre todo esto. No creo que después del show de antes de ayer él piense seguir con todo este juego. En la hora de salida aproveché para quedarme mientras él recoge sus cosas de la banca. Los chicos están en la puerta, haciendo lo mismo que yo, les hago una seña para que puedan seguir y ellos hacen caso como cachorros obedientes. Antes de partir Jessica hace una señal de suerte, en respuesta, le tiró un besa para agradecer. Volteo donde está Christopher, quien no me ha mirado desde que empezó las clases. Aclare mi garganta y prosigo con lo que quiero decir.

—¿Podríamos hablar?

—Lo siento, voy con Selena —dice muy frío, poniéndose la mochila a un lado de su hombro,  avanza hasta la puerta y cruzando justo a mi.

Trago profundo y aceptó con la cabeza —Está bien.

Tampoco le voy a insistir, no quiero que se sienta obligado en hacerlo o que tiene que hablar conmigo. Él verá con quién hablar, aunque sé cuál será la respuesta.

—Tengo unos minutos.

Estoy saltando de felicidad, mentalmente.

—¡Chrisqui!

Ya no.

Lo veo con cara de "¿Y esa mierda que?", Christopher solo cierra los ojos cansado girándose hacia ella. Al no tener éxito bajo las escaleras con algo de molestia, despidiendome de los chicos quienes tampoco tuvieron éxito en los días anteriores.  

Voy al carro blanco de mi hermana, abro la puerta pero alguien detiene mi acción.

—Me deshice de ella —Sonrió plácidamente.

Yo estoy sorprendida, no sé qué decir.

—¿Me puedes dejar en mi casa?

—Obvio, deja y pregunto —Volteo hacia mi hermana quien está apurada porque tiene que hacer algo—. Me dejas en el parque de atrás, luego regresas a verme, ¿si?

—Ok, sube.

Ambos obedecemos. En el camino no digo nada, le hago una seña a Chris para que no suelte ninguna palabra porque es algo que se debe de hablar adecuadamente. 

—No se muevan de ahí, ¿ok?

Los dos aceptamos como dos niños buenos y entramos.

Los árboles chocan entre sí, la briza es delicada y fugaz, la luz del sol se esconde bajo las grandes hojas que en ocasiones caen al suelo por el fuerte viento que se instala en diferentes momentos. Tome asiento en unos de los famoso bancos verdes que siempre hay en los parque y espero que Chris haga lo mismo.

—¿Qué está pasando?

Él ríe y niega con la cabeza —No lo sé... Solo... creo que..., solo me deje llevar.

—Lo puedes decir todo, Chris.

Él está observandome, luego de unos pequeños segundos deja de hacerlo, niega nuevamente la cabeza y se pone de pie —No me mires asi.

Mi vida en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora