Mi vida en el amor

No me mires asi.

Los ladridos de Capitán se escuchan cerca, sonreí al oirlo aullar. 

Al entrar, como siempre, me recibe el señor de cabello rubio. Antes de ir para la sala, cruce por el baño principal para mirarme en el espejo y evitar cualquier conversación de mi estado emocional. 

—Buenas tardes.

—Buenas tarde mi niño, ¿cómo te fue?

Puede que estar con Don Daniel la haya puesto algo más cariñosa que antes. 

—Con mucho sueño.

Y no es mentira, en verdad sí que lo tengo. Acerco mi cuerpo a ella para acostarme a su lado. 

—Es "La Doña" —dice con indiferencia.

—¿Y la otra? ¿Tan rápido las acabo?

—Las vi con Daniel, ya no es culpa. 

—Me fuiste infiel —recalque. 

—No soy una mujer que ponga los cuernos, eso no va conmigo. 

—Pero lo hicistes —entristecí, cruzando los brazos.  

Luego de varios capítulos de venganzas, seducciones, algunos dramas y ambiciones. Fuimos a cenar algo fuera con Capitán. La verdad es que necesitaba salir con ella y tomar un tiempo para hablar. Nuestra relación no es de hablar todos los días, pero cuando llega el momento nadie nos detiene. 

—Ayer quería hablar contigo sobre algo. 

—Soy todo oídos señora abuela.

Sonríe —Como ya sabes, Daniel y yo estamos en un punto donde no sabemos cuando será el último dia. 

Estoy apunto de quejarme por cierta palabras pero no me deja. 

—Es la verdad —expresó —. Precisamente por eso deseo hacer un pequeño viaje con mi galán.

El tema que anteriormente me molesto se esfumó como humo, mi sonrisa aparece. 

—¡Suena estupendo! ¿Cuándo?

—En dos semanas.

—Cool

—La cosa es que no te dejaré solo en una casa tan grande —Corrige su garganta —, entonces quiero que te quedes con un amigo tuyo. Yo hablaré con la madre y vemos si esta deacuerdo. 

—No sabes cuanto me alegra escuchar eso —alivié —, pensé que me ibas a dejar con el idiota de Rafael. 

—Primero: no hables de él así, es tu director —Limpia su boca educadamente—. Segundo: ¡No! Nunca haría esa maldad. 

—Por suerte. 

Nos quedamos un momento en silencio, viendo los carros pasar y comiendo nuestra deliciosa comida. 

—Hablando de amigos tengo algo que contarte —inicie. 

Mi abuela asienta con la cabeza, ya que tiene la boca llena. 

—¿Recuerda a Javier? —Nuevamente hace la misma acción —. Perfecto. Su padre tiene una gran empresa de negocios. No tiene una categoría en concreto, solo hacen ventas de todo tipo; casa, productos, terrenos... La prensa es muy grande. 

—¿Ya...?

—Hace unos días, bueno hace mucho, he estado yendo porque Javier sabe de mis gustos empresariales. Entonces he ido para ver cómo es, cómo se maneja, los conocimientos, errores... todo. Pero nunca tuve la intención de involucrarme precisamente en esa gran empresa.