﹏﹏I n t r o ❲ 🧁 ❳ d u c c i ó n﹏﹏
Yoongi es un joven empresario que vive con su sobrino de 3 años. Después de la repentina muerte de su hermano mayor y de su cuñada, decide buscar a alguien que cuide del pequeño a su cargo, ya que el no puede hacer...
Después de que Jimin y Yoongi se hayan confesado, se quedaron hablando un rato más hasta que vieron que se hacía tarde y Jimin tenía que ir a su.
Dejaron a JungKook con la amable vecina de Yoongi, mientras este llevaba a su ahora novio a su casa.
El viaje a la casa del castaño fue tranquilo y cómodo. Al llegar les costó mucho despedirse, pero Yoongi tenía que ir con Kook y Jimin necesitaba desempacar sus cosas.
El rubio entró a su edificio y caminó hasta el ascensor. Marcó el número correspondiente a su piso y espero hasta llegar a él.
Estaba tan distraído buscando su llave cuando estaba doblando hacia su departamento que no notó a la persona que estaba parada al lado de su puerta.
-¿No me piensas saludar, Jimin?-Se paró entre Jimin y la puerta.
-¿M-mamá?-Cuándo se dió cuenta de sus palabras sonrió y abrazó a su madre.
Había pasado un tiempo desde que veía a su madre y la extrañaba mucho.
Después del cariñoso abrazo entraron a la casa del rubio. Dejaron las maletas de los dos en una esquina y se sentaron a conversar.
-¿Qué haces aquí, mamá?-Preguntó curioso.-No es que me moleste, pero pensé que ibas a estar en Busan en la librería.
-Si, pero cómo no me llamabas y te extrañaba mucho decidí venir.
-Oh, mamá, lo siento. Yo no estaba en el país, estaba en Japón.
-¿Qué? ¿Por qué no me dijiste nada?
-Todo fue muy rápido mamá.-La señora Park asintió.-¿Papá y Jihyun cómo están?
-Están bien, tu padre se quedó en la librería y Jihyun sigue con sus prácticas de baile. Dentro de poco tiene una competencia.-Sonrió y acarició las manos de su hijo.-Pero bueno, hay algo que tenemos que hablar.-Habló pícara.
-¿De qué?-Preguntó sin entender.
-De tu jefe.-Jimin se sonrojó.
-¿Q-qué pasa con mi jefe?-Preguntó nervioso.
-Ya le has dicho lo que sientes.
-S-si.-Susurró casi inaudible, pero aún así su mamá logró escuchar.
-¿Y qué pasó?-Preguntó emocionada, cómo si estuviera en la mejor parte de su dorama favorito.
-Somos novios.
Jimin saltó en su lugar cuándo su madre chilló cómo toda una colegiala enamorada que es por fin notada por su crush. En un instante bombardeó a su hijo con varias preguntas, una atrás de la otra. Su hijo estaba por responder las que alcanzó a entender cuándo se escuchó el timbre ser tocado insistentemente.
-Lo siento, mamá.-Se disculpó aunque por dentro se sentía agradecido por quien sea que haya tocado la puerta.
Caminó apresuradamente hacia la puerta a abrir, ya que quién sea que estuviera tocando era muy insistente, no despegaba el dedo del pobre botón.
Al abrir vaya sorpresa se llevó cuándo vió a JungKook entretenido con el timbre y Yoongi mirarlo apenado.
-Jungkookie.-Habló Yoongi, tratando de destraer al menor del botón.
-Aigoo, yo no te eduqué así, JungKook.-Dramatizó Jimin fingiendo estar molesto.
Rápidamente el menor paró todo movimiento e hizo un puchero por el regaño. Estiró sus bracitos hacia Jimin y puso ojitos de Bambi. El rubio suspiró por cómo su menor era un experto en la manipulación. Sin muchos peros cogió al menor de los brazos del mayor.
-Lo siento, Jiminie.-Puchereó.
-Está bien pequeño.-Lo abrazó.
-Lamento el que te hayamos molestado a esta hora.
-No se preocupe, hyung, pase.-Invitó a pasar a su casa al mayor.
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