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ǁ ¡Comunicado! ǁ
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❝ Ya no confíen en mi palabra sobre que intentaré ser frecuente, solo disfruten cuando suba.
Igual intentaré ser más constante con esta historia, pero la inspiración a veces simplemente desaparece o a mí se me olvida que este mundo existe ha, ha, ha.
Sin más que acotar a esto, disfruten del capítulo. ❞
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Había pasado el fin de semana tan rápido como lento para muchas cosas. Loki había decidido, sin preguntar a Scott, quedarse en ese departamento. Más de una docena de veces este se había apoderado tanto de la cama como del castaño. Lo mantenía abrazado como si se tratase de un gran peluche. Justo como el que tenía en su habitación. Un gran perro de peluche. Un Golden Retriever.
Esto era algo más que normal en el comportamiento de Loki. Su habitación a pesar de ser muy sencilla y perfectamente equilibrada entre la complacencia hacia su padre y hermano como a su propio gusto personal. Nada era rosa ni mucho menos aniñantado, pero si los colores pasteles eran prominente como complementos de cada objeto.
En su mente pasaba siempre la idea de que no podrían molestarse por objetos comunes con una franja de color cian o lila. Pero cada día pensaba que poco a poco podría obtener más cosas que le ayudaran a establecerse un poco más en su pequeño nido de escasa privacidad.
Por otro lado, estaba Scott, siendo apachurrado de pies a cabeza por esa serpiente escurridiza. Sus brazos habían quedado acorralados por los del contrario que lo abrazaba con firmeza. Sus piernas se habían cruzado al sentir como una del azabache se le subía subido. Sus pelvis eran separadas nada más por un simple tumulto que las sabanas habían formado al acercarse.
Por lo menos era ya casi la mañana del lunes, pronto tendrían que prepararse para ir a la universidad. Para su suerte había conservado la ropa que el azabache había elegido para sí mismo la otra vez en la tienda. Tendría que ponerse por toda una semana sin preocuparse mucho.
— Loki, ya amaneció. – Se meció un poco para poder despertarlo, no quería sobresaltarlo ni podía hacerlo. Seguía atrapado.
— ¿Huhm? – Levantó un poco la cabeza para encontrarse con su pequeño prodigio que protegía cada día. – ¿Ya es de día?
— No solo es de día... hay que empezar con lo planeado o por lo menos intentarlo.
— Ah claro, Beck. – Estaba recordando lo último que habían dictaminado a la hora de dormir. – Si... sobre eso. – Le suelta para poder señalar el suelo. – Cuidado cuando salgas de la cama. Tus hojas con crayolas trazando el plan están regadas por todo el suelo.
Lang al oír la advertencia y ser liberado giró su cara en la dirección donde se encontraba el mar de papeles. La noche anterior se habían pasado de tragos al estar planeando lo que harían al llegar a la universidad. Qué vergüenza más grande cargaba Scott al visualizar algunos de los dibujos que había hecho en un estado de ebriedad.
— Recuérdame no volver a tomar por un largo tiempo. Tengo que preguntarle a Quentin si quiere fingir salir conmigo y ya mi cabeza se siente a punto de explotar. – Se estrujó una de las cienes para mitigar el dolor, aunque sea un poco.
— Fue tu idea por querer tomar de mis batidos mientras conversábamos. – Se excusó sentándose en el borde de la cama. – Además... Ese nerd no está tan mal, ¿por qué no intentas ir tras él que no niega su sexualidad?
— Porque... Uno, no me gusta, dos, porque no lo conozco, y tres porque estoy a nada de poder concretar algo con Peter.
— ¿Con el que no terminar de admitir que le interesa su hermanito de infancia o hablas del que ayer estaba a punto de soltarle un puñetazo a una pared cuando empezamos a hablar de un desconocido frente a él?
— Hablo con el que antes de que llegaras sin observar la situación estaba empezando a sentir florecer un nuevo y descuidado amor por mí.
— Creo que te he subido mucho el autoestima estos últimos años, hasta crees que el idiota de Peter Quill va a llegar a pensar más allá de su ridículo círculos. – Lo observó atento ante la mirada de enfado que el más bajo le estaba dedicando, y eso no lo toleraría, no a esas horas de la mañana. – ¿Te puedo recordar quienes son los que más han hecho nuestra vida un infierno a cada movimiento "Diferente" que hagamos? O mejor... ¿Puedes recordar las veces que Drax o Rocket nos han humillado públicamente llamándonos no solo mariquitas, sino también las campañas para poder hacernos bromas nada amistosas y físicas? ¿Hablas de ese Peter Quill? El amigo de esos bastardos sin corazón.
— Peter siempre nos ha defendido, él no le había gustado este mundo hasta ahora... – Su rostro pareció palidecer, aún seguía aferrado a la bondad que siempre había visto en su mejor amigo y amor platónico. – Él siempre ha estado ahí para defendernos.
— El no estuvo "ahí" cuando sus gorilas de amigos me hicieron una de sus "bromitas". – Le dolía hablar de ese tema y más con su pequeño amigo, pero con todo el dolor del mundo se recogió el cabello dejando ver un gran mechón faltante al nivel de la nuca. Lo volvió a ocultar con su largo cabello. – Esos bastardos aprovecharon un momento que Thor no estaba cerca y yo tomaba una siesta bajo el árbol más apartado de la universidad. Esos son las personas que defiendes.
— Yo... Yo no defiendo a esos. Yo defiendo a Peter que sé que él no es capaz de-
— Yo creo que tu amor está corrompiendo tu razón, así que, si tienes alguna oportunidad, así sea mínima, de tener algo sincero y real con Quentin Beck, no la desperdicies. – Sentenció con sus ojos esmeraldas casi totalmente abiertos para que su punto fuese más que claro.
Sin esperar a que le diera puntos variados que no había notado, prefirió arreglarse para ir temprano y buscar a Beck. Pero tenían que apresurarse, Peter no era de los que llegaban temprano, pero conociendo su característico temperamento, terminaría apareciéndose antes de la primera campanada para hablar con el muchacho que no tenía ni la menor idea de lo que le depararía ese día.
Se bañó con celeridad, sabía que tendrían que llegar temprano, pero si no sacaba a Loki de la cama sabía que volvería a dormir hasta la hora normal de ir a la universidad. Tampoco quería dejarlo y que saliera junto con Peter, eso sería aún más incómodo.
Ese día lo iba a tener ocupado de un lado a otro, lo sabía, tenía ese presentimiento desde el sábado al oír la puerta azotada por la mano de Quill. Un suspiro ahogado y cansado bajo la regadera sonaba muy desesperado pero su cuerpo ya sabía en que se estaba metiendo.
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•◦ CRECIENDO ◦• | ►STARANT◄
RomantizmAU sobre la vida de Scott Lang y Peter Quill al ir creciendo juntos. Tendrán situaciones que irán viviendo hasta que se sepa la verdad dentro de sus corazones. Scott había quedado huérfano a una joven edad, por suerte la madre de Peter, Meredith Qui...