Como si fuera cierto

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Un nuevo día se llega y con ello el momento para empezar mis investigaciones, así que con la excusa de ir a correr aprovecharía esa oportunidad para averiguar con los vecinos.

Ayer al volver a casa había llamado a Óbito para tratar de averiguar más acerca de "Uzumaki" y por una extraña coincidencia él había salido a un repentino viaje de negocios, que conveniente había resultado, pero no creo que fuera difícil averiguar su nombre después de todo la casa debe estar registrada bajo este..

Pero bueno es hora de empezar, me levanto de la cama abandonado el calor que me brindaba la frazada, es tan raro, después de mucho tiempo de ausencia vuelvo a mi trabajo, solo espero que no salga nada malo como en el último que realice.

Pero no es momento de pensar en ello, tras desvestirme entró a la ducha preguntándome si ella aparecerá, pero ya que lo pienso, creo es bueno preguntar en ese parque, después de todo ella tiene unos ojos exóticos, pero lindos y los cuales no cualquiera persona pose..

Pero eso sí, iré solo, ya no pasaré la vergüenza de ayer. Termino mi baño y después de cambiarme bajó y al llegar a la cocina..

—Por fin despiertas..

—Cuando no, tú apareciendo de la nada, por cierto, buen día, yo estoy bien gracias..

—Mhp, amanecimos irónicos..

—Tú empezaste..

—Y ahora yo, pero antes de continuar buscando un culpable acerca de tu humor, dime ¿A dónde se supone que vas disfrazado así?

—Para tu mayor información, no es ningún disfraz, empezare a hacer ejercicio— enciendo la cafetera y esta empieza a calentar el agua —se supone que tengo que parecer un... — y ante su extraño actuar —¿Por qué me miras así? Se que soy guapo, pero no es para tanto..

—Nada que ver, no te creas la última botella de agua en el desierto, aunque sabes daría lo que fuera por un trago de café..

Ante sus palabras y cara sufrida, pongo los ojos en blanco ante su actitud y cuando su mirada me enfoca..

—¿Es enserio?

—Obvio, ¿Qué pensabas?

—Nada..

—Y ante su mirada molesta —Oye ¿Y si soy mesera? Digo si trabajó o trabajé en alguna cafetería cercana, o sea en verdad deseo probar, aunque sea un trago de esa deliciosa bebida..

—Lo anotare en mis posibles ideas, pero el hecho de que te guste el café no significa que seas lo que piensas, la mayoría de la gente termina de despertar con una buena taza de café por la mañana..

—Supongo que tienes razón, solo era un comentario, entonces harás ejercicio..

—Obvio he iré solo, no quiero pasar la vergüenza de ayer..

—Fue tan gracioso, deberias ser cómico sabes..

 Levanto mi ceja derecha ante sus palabras y cuando nuestras miradas se cruzan y ella ríe...

—síguele..

—Ya hombre, es broma, supongo que yo te esperaré aquí, entonces mucha suerte..

—Mhp no sé si te prefiero mandona o sarcástica..

—¡Oye! Lo digo enserio..

—Bien, entonces me voy, supongo te quedas en tu casa..

—Y cuando él se iba a marchar..

—Lo siento, la cafetera..

—Era tan cruel, él la apaga y se dirige a la salida y eso me molesta ya que ni siquiera tomó un trago de café, solo dejó la tentación frente a mí, juro que lo odio.