Mi Chica Solitaria

Capítulo 27: Decir adiós no tiene nada de bueno.

Jade

 

Me siento sobre la maleta esperando que de esta manera cierre más y pueda pasar la cremallera de una manera más fácil.  Me voy en un par de horas, ya tengo incluso el abrigo correcto, Harry me abrumó con el hecho de que en esta época hace mucho frío en Nueva York. Él debe estar en su habitación comiéndose a besos con Lucy, la cual se unirá a nosotros en un mes, cuando deje todas sus cosas en orden aquí.

Por primera vez en mi vida contemplo la idea de extrañar el calor abrasador y agobiante de Panamá, las playas y los ríos.

A Tyler.

Suspiro, mi historia con este chico es un caso lleno de dolor, si es que así se puede decir. Por inercia miro mis muñecas, las cicatrices viejas desapareciendo pero para mi mirada que sabe dónde va cada uno no importa que tanto se igualen con la piel, sigue viendo lo pálidas que son.

Prometí a mi madre que jamás lo volvería a hacer, que me debía enviar simplemente una razón para vivir, entonces llegó él.

Lo que menos esperaba era eso.

Pero llegó y eso cambió todo.

Porque por esta única vez en mi existencia, quería a alguien y quería su bien, y no lleva mi sangre. Pero si mi nombre entre sus labios.

-Jade y Tyler.-susurro, saboreando el sonido de su nombre y el mío. Suena bien, lástima que jamás lo escribiré para encerrarlo en un corazón.

Escucho los pasos de dos personas. Levanto la mirada a la puerta abierta.

-Jay... tienes visitas.

¿Tyler?, es la primera persona en pasar por mi mente. Pero, es una chica, con cabello negro y largo, y muy guapa. No sé quién es pero Harry no se queda para comprobarlo. Se me es tan conocida.

-Hola, Jade.-ella camina a mí un poco asustada.- Soy Liz.

Creo que mi boca casi cae el suelo cuando se presenta, ¿La Liz de Tyler?

-¿puedo hablar contigo un momento?- me pregunta toqueteando sus dedos, le ofrezco sentarse en mi cama ya que mi sillón inflable está no acto para embarazadas. Siento una punzada de dolor, no sé si es porque el bebé que lleva es de Tyler y quisiera estar en su posición, o porque tengo la liberta de no estar en su lugar.

-claro, dime o pregúntame lo que quieras.- me acomodo sobre la maleta para que estemos frente a frente. Ella me da una sonrisa nerviosa.

-sé que esto es incómodo, digo es como la reunión de chicas de Tyler solo falta Alexa.-ríe ella. Sonrío un poco porque entiendo el chiste pero no me hace gracia. No por ser grosera sino que duele.

-eso creo.- me encojo de hombros.

-mírate, eres toda ojos y labios. Eres muy bonita.- me siento sonrojar y me encorvo un poco.- entiendo porque Tyler te ama.-ella baja la cabeza, luego se endereza y toma una gran bocanada de aire.- no era mi intención separarlos. En serio. Yo quiero mucho a Tyler pero no de esa manera, me duele hacerle esto porque sé lo que prefiere, pero es una persona muy responsable ante todo, y jamás me dejaría. Solo te pido, no lo pierdas.

-¿perderlo?, le dije que si me pedía que me quedara lo haría.

-él jamás te va a decir eso, eso sería muy egoísta de su parte. Te ama, te deja ir.

Mi cabeza duele, lo juro. Odio mucho esto.

-yo... hoy a las cuatro de la tarde sale el avión, espero poder despedirme de él. Es lo más que puedo hacer. Pero, Alexa... me dijo que hoy será el ultrasonido, para ver el sexo del bebé, así que no lo pondré a escoger, si no llega dile que busque el bolsillo de la chaqueta que siempre está en su auto.