Mi Chica Solitaria

Capítulo 20: aléjate de mí.

Me senté junto a Jade en el suelo, mientras Chad y Maggie intentaban razonar con un frustrado Harry.

Ella suspiró entrecortadamente, parpadeaba, movía la cabeza como si intentara borrar imágenes de su mente, y cada tantos segundos una lágrima surcaba sus mejillas.

El papá de Jade abrió paso por la puerta de invitados y su rostro decayó al verla, si le recordaba a su madre, entonces verla llorar era ver a los dos amores de su vida sufrir.

Vio el espacio de casi un metro de separación entre nosotros y creo que tuvo una idea de lo que sucede, se puso de cuclillas frente a ella, quiso tocar su rostro pero ella se apartó.

-mi cielo, mírame. No hace calor, no hay fuego.

Sus manos que se habían apoderado de su pecho como si algo le cavara allí, las apretó más fuerte tanto que sus nudillos perdieron color.

-papi me arde, me quemo por dentro.

Las lágrimas que corrían por su cara se hicieron más constantes, suspiré resignado. Escuché un par de tacones sonar fuertemente contra el suelo, todos miramos la puerta que daba a la fiesta, y allí estaba mi hermana, con su vestido esponjoso blanco y largo.

-Ty... ¿está ella bien?- la miro intentando mis ojos no den parte de lo preocupado que estoy, es su día y no hay que arruinarlo.

-si Alexa, todo...-miro a Jade que suspira sonoramente sus lágrimas.- va a estar bien.

-Okay...-dice algo frustrada. Juega con sus dedos nerviosamente, luego se agacha junto al señor Austin.- Jade, siento lo que pasó. No sé exactamente lo que pasó o lo que te pasó, pero estoy segura de que no merece tus lágrimas. Porque es pasado. Y el pasado se deja atrás, solo se mira para aprender y no para llorar.

Jade levantó su mirada, como si Alexa hubiera dicho la cosa correcta.

-a veces es difícil olvidar, a veces el recuerdo sigue en tu mente una y otra vez, no puedes evitarlo.

-pero puedes aprender a vivir con eso.

Cierro los ojos una y otra vez. Intento callar la música, camino hasta donde están mis padres sentados con el resto de mi familia.

Suspiro.

Ahora todo parece un poco sombrío, como si hubiera algo en mi cabeza pitando diciéndome: "Ella se va" "Ve por ella."

Mi madre alisa su cabello, mi papá afloja su corbata mientras habla con el tío Stan, quien dejó a Gemma en casa, ya que está castigada hasta los ochenta por lo que dice él.

Mi mamá gira la cabeza hacia mí y me sonríe.

-cariño... ven siéntate con nosotros.-me da una de esas sonrisas, que dicen que sabe que todo va mal y que necesito su afecto.

-mami..., tengo que irme. No puedo estar aquí.

Ella suspira como si hubiera hecho su mayor esfuerzo, sabe que cuando le hablo de mami, le hablo muy en serio.

-está bien, ¿A dónde iras?

-por ahí.

Ya son la tres de la mañana. Y Jade desapareció hace unas ocho horas. Estaciono el auto frente a la cerca del aeropuerto. Salgo de este, me subo a la capota y me acuesto allí.

Miro las estrellas que por alguna razón hoy escasean.

Suspiro, sé que ella pone mi mundo de cabeza pero jamás imaginé eso, jamás imaginé que Jade le tenía después de todo, fobia al fuego.

Aunque es bastante racional, saco mi celular y me debato entre mandarle un mensaje o no.

Me da igual y por una vez en mi vida me dejo llevar y tecleo: