Capítulo 22: momentos fugaces.

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La he acompañado en cada almuerzo. Desde hace dos semanas.

Soy sincero ya no le veía remedio a mi vida con Jade, pero recordé que una vez ella no tuvo miedo de salvarme. Ahora es mi turno. Porque a veces los papeles se invierten.

La espero en la entrada del elevador, y la veo una vez más...

No podría decir lo diferente, hermosa y llamativa que se ve vestida así.

Se veía... totalmente como alguien de su edad, o incluso de más o quizá solo de una manera que llamaría la atención de un hombre no importa su edad.

Incluso ciego, con su olor voltearía la cabeza para seguirla.

-buenas tardes.- la saludo.

-buenas tardes para ti.

-me gusta tu cabello así.-le digo, lo lleva liso y recogido. Y con esos labios en su eterno color natural.

-gracias.-se limita a decir.

Aprieto el botón del elevador, esperamos juntos. Ella mira sus zapatos rojos y altos. A veces los trae, no creo que sepa lo hace con ellos, hace que modele todo su cuerpo

Ambos entramos al elevador con las puertas abiertas al escuchar el sonido de su llegada, estamos uno a cada extremo de las paredes grises.

Más gente se sube y juro que es el viaje en elevador más largo de toda mi vida.

El sonido de sus zapatos es lo único que se escucha en el estacionamiento, siempre somos unos de los últimos en irnos, pero nuestros respectivos jefes nos darán un pago extra por nuestras actividades fuera de lo que la escuela nos dice hacer.

Abro la puerta del auto y ella se siente en el lugar del copiloto, ¿Cómo hice para lograr que me hablara, irme con ella y que dejara de ignorarme?

Fácil.

Cuando me pregunto que sentía por ella dije: nada.

Le dije que solo éramos muy amigos, y me preocupo mucho por ella.

Ella bosteza, a la vez que yo entro al auto.

Doy marcha a casa.

-pronto es tu cumpleaños, ¿verdad?

-no recuerdo darte fecha.-dijo ella mirando lejos.

-bueno existen unos tipos llamados Maggie y Chad. Que se dicen tus mejores amigos. Ellos me lo dijeron.

-si... boquisueltos.

-¿quieres hacer algo?

-aun no sé,  quizá nada. O quizá salga con Harry.

-Jade... ¿quieres ir un rato al aeropuerto?

Ella me mira mientras ya vamos por el tramo marítimo directo a casa, suspira como si no le quedara otra opción.

-okay.

Ella se quita los zapatos rojos, y la ayudo a subir a la capota del auto, donde nos sentamos.

Ligeramente con el paso de los minutos ambos terminamos acostados mirando el oscuro cielo. No hay muchas estrellas. Solo nubes grises, moradas, azules que hacen del cielo lo de siempre, una obra de arte de la naturaleza.

-mañana es la final del concurso. Estoy muy nerviosa. ¿Vas a ir?

-no me lo perderé.-voltee mi rostro para mirarla. Su perfil resplandeciendo con las luces de los faros.- además... no deberías estar nerviosa.

-claro que debo. Tenemos presentaciones singulares. Cada integrante de la banda debe hacer un solo o por lo menos los que canten. Las otras dos bandas, ya se han presentado en muchos lugares.

Mi Chica SolitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora