V. 5 AÑOS DESPUÉS

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{MARVEL: LOS VENGADORES}

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—5 AÑOS DESPUÉS—

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IRVETTE.

EL SONIDO DEL motor del coche hizo que frenará en seco los golpes que repartía al muñeco de goma que teníamos en la pequeña sala de entrenamientos de la casa.

Me acerque a la puerta y abrí para tener una perfecta visión de un Pietro, cinco años más mayor, igual de musculoso y con una barba frondosa y su pelo platinado que estaba de vuelta, que se peleaba con el maletero del coche por sacar las cajas de el mueble para la nueva cama.

—¡¿Necesitas ayuda?!—grite con diversión desde la puerta.

Pietro me miro fulminante y de pronto uso su supervelocidad para colocar las cajas justo en frente mía, en tan solo unos segundos.

—¿Decías?—dijo con diversión y burla, cruzandose de brazos frente a mi.

Me reí y cogí una de las cajas para meterla al interior de la casa, mientras Pietro hacia lo mismo.

Una vez dentro, Pietro suspiro soltando mucho aire y habló de nuevo.

—¿Donde esta?—dijo mirando a todos lados en busca de Galina.

—Esta durmiendo la siesta, la pobre ya casi no cabe en la cuna.—dije con una sonrisa al pensar en nuestra hija.

Hace poco más de dos años Pietro y yo formamos una familia al tener a Galina Maximoff, y ahora después de dos años su cuna se había quedado pequeña y Pietro tuvo que bajar al pueblo a por los muebles para una cama más grande.

—¿Qué prefieres montar la cama o dar la merienda a Gal?—dije apuntando a la puerta de la habitación de la niña.

Pietro paseo la mirada entre las cajas y la puerta pensativo.

—Creo que me voy a quedar con Galina.—dijo con usa sonrisa satisfecha.—No soporto las instrucciones de los muebles.—dijo con hastío.

Me reí y asentí.

***

Mientras leía las instrucciones y montaba la dichosa cama podía escuchar de fondo las voces mezcladas de Pietro y Galina.

Escuchaba los quejidos de la niña morena por tener que comerse la fruta y los pequeños regaños de Pietro por lo que se quejaba ella.

Y aunque estaba completamente centrada en las instrucciones el timbre sonó fuerte desde la puerta principal de la casa.

Enseguida los sonidos de Pietro y Galina cesaron, mi mirada se dirigió a la puerta y salí al salón.

Pietro me miro tenso y yo le devolví la mirada de igual manera. ¿Quien coño podría estar llamando?

ACELERA || PIETRO MAXIMOFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora