I. SOKOVIA

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{MARVEL: LOS VENGADORES}

{MARVEL: LOS VENGADORES}

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—SOKOVIA—

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IRVETTE.

—IRVETTE, CARIÑO.—MI madre me despertó en mitad de la noche.

—¿Qué pasa?—pregunté con sueño. Me fije y ella iba vestida con su traje de los cuatro fantásticos.

—Nos atacan, Ultron.—dijo seria y me mostró mi traje. Después de mi fallido intento de huida a los catorce años me centre en mis poderes y en poder controlarlos y aprovecharlos. Mis padres me sometieron a un duro entrenamiento y ahora con dieciocho años los controlo a la perfección.

Me levante de un salto comenzando a desvestirme y ponerme el traje. El cual consistía en un mono parecido al de mis padres pero verde oscuro, más unas playeras.

Mi madre y yo salimos a toda prisa hacia el laboratorio donde mi padre, mi tío y Ben estaban luchando.

—¿Quién es Ultron?—dije apresurada.

—Es un robot con inteligencia propia, quiere aprovecharse de los avances que ofrece nuestro laboratorio y hay que detenerle.—me explico a la vez que corría.

—¿De donde ha salido?—pregunte.

—Los Vengadores.—contesto simplemente ella.

Llegamos al laboratorio.

La Cosa estaba destrozando robots con sus manos.

La Antorcha Humana atravesaba robots en llamas.

Y Mr. Fantastico impedía a cualquier robot que se acercase a nuestra tecnología.
Mi madre se hizo invisible y comenzó a crear campos de fuerza.

Yo, al igual que ella, me hice invisible y comencé a patear robots utilizando mi elasticidad.

Había que detenerlos, eran demasiados. Y los culpables de todo esto, los Vengadores, ni siquiera aparecían.

Veía como nos empezaban a superar, no podíamos con ellos.

—¡Irvette, sal de aquí!—dijo mi padre dificultosamente luchando con robots.

—Humanos, no sois rivales para mi todo yo.—dijo Ultron.

Todos paramos nuestra batalla y nos fijamos en el robot que nos hablaba.

—Si no me permitís acceder a lo que deseo, me llevare lo que vosotros deseais.—al decir eso cuatro robots me cogieron de las extremidades impidiendome moverme y salieron volvando conmigo.

—¡Irvette!—mi madre gritaba.

Mi tío salio en llamas intentando alcanzarme pero nada más hacerlo una manada de robots se tiro encima suya.

ACELERA || PIETRO MAXIMOFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora