V. ENDGAME

528 47 8
                                    

{MARVEL: LOS VENGADORES}

{MARVEL: LOS VENGADORES}

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—ENDGAME—

_____________☆☆☆☆____________

IRVETTE.

DOS DÍAS MÁS tarde seguía encerrada en lo que un día fue mi habitación. Ahora se me antojaba fría, distante y vacía, porque sabía que Pietro no estaba en la habitación de al lado, porque sabía que él nunca más volvería a abrir mi puerta sin llamar y porque sabía que nunca más me volvería a acostar con él en esa cama.

No quería hablar con nadie, sentía que no necesitaba nada de nadie, y si por un raro motivo sentía la necesitadas de desahogarme con alguien por mi mente solo pasaban Wanda y Natasha, y ambas no estaban.

Natasha se fue, junto con Pietro, para siempre.

Estaba sentada en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero, mirando a un punto fijo de la habitación en el que realmente no encontraba nada. No me movía, y cuando parpadeaba sentía las lágrimas silenciosas caer de mis ojos.

El sonido de la puerta se oyó, pero ni siquiera me esforcé por mirarla, simplemente lo ignore. Ante eso la persona que llamó entró de golpe, no la miré.

—¿Irvette?—reconocí la voz de Clint enseguida y eso me hizo mirarle.

No sabía porque pero sentía que él era el único que de verdad sentía lo mismo que yo.

—Ya esta todo listo.—dijo sentándose con cautela en la cama, se refería al guantelete para las gemas.—¿Estas preparada?—me miro con preocupación.

—No.—dije con la voz rota y algunas lágrimas más cayeron por mis mejillas. Clint no aguanto mi mirada y la bajo acompañado de un gran suspiro.—¿Como lo haces?—le pregunté casi suplicando.

Él me miro con dolor y se encogió de hombros.

—Ellos no han dado su vida para que nosotros lo dejemos todo.—dijo simplemente.—Natasha y Pietro se merecen que continuemos y acabemos esto por lo que dieron su vida.—estiró uno de sus brazos y con su mano cogió la mía.

Mire nuestras manos y me aferre al agarré.

—Entonces...¿vienes?—me preguntó con una leve sonrisa.

Se la devolví y asentí.

—Ponte el traje.—dijo autoritario.

***

Cuando llegue al laboratorio Rocket y Tony ya habían terminado el guante y todos estaban preparados.

Nada más entrar Steve me miro preocupado, se había pasado los dos últimos días intentando animarme aunque él también estuviera hundido, y por ello le sonreí y él a mi.

ACELERA || PIETRO MAXIMOFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora