IMAGINA III

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REGRESO A K'UN L'UN

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LUKE

Estaba de vuelta, después de años caóticos, después de guerras y batallas, después de una lucha interna y después de encontrar una familia, estaba de vuelta a mi verdadero hogar, el hogar que me acogió cuando nadie me quiso, que me dio alegrías y amor, pero sobretodo me dio a mi mejor amigo.

Mire a Dani, tenia una sonrisa de oreja a oreja cuando cruzamos las puertas del gran templo K'un L'un.

En aquel majestuoso sitio parecía que el chasquido de Thanos nunca tuvo efecto, pues no se respiraba el aire de desesperación, mal estar y caos que había en las grandes ciudades de todo el mundo.

Toda la paz que tenía K'un L'un ayudaba a que el caos de mi interior disminuyera.

Nada más llegar un montón de ciudadanos del templo se acercaron a saludar, sobre todo a Dani quien sería el próximo Gran Líder de ese lugar.

Dani les recibía con su paz natural y su amable sonrisa, encantado de abrazar a todos ellos. Yo también estaba deseoso de estar con ellos y su alegría y paz se me contagiaron rápido.

—Bienvenidos, amigos míos.—uno de los profesores de artes marciales nos dio oficialmente la bienvenida inclinándose hacia delante.

Nosotros le saludamos de la misma forma.

—Me alegra que estéis de vuelta.—volvió a hablar.

—Sentimos habernos demorado más de lo previsto, han ocurrido muchas cosas.—Dani fue el primero en hablar, calmado y sin titubear pero con tono arrepentido.

—Todos estamos al tanto de todo lo que habéis vivido y os estamos agradecidos.—al decir esas últimas palabras cada habitante que estaba en la gran plaza del templo se arrodillo ante nosotros a modo de homenaje.

Dani y yo les miramos sorprendidos y halagados, nunca me había sentido como un héroe, nunca creí que podría usar mis poderes para ayudar a los demás, y ahora lo había logrado, esto lo demostraba.

La pesada mirada de Dani me hizo mirarle. El de rizos me sonreía y había notado la emoción que se acumulaba, me puse nervioso bajo su mirada y la aparte antes de que mis mejillas se pusieran coloradas.

—Debemos poneros al día a vosotros.—volvió a hablar el profesor cuando se erguió.

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ACELERA || PIETRO MAXIMOFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora