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El lugar estaba tenso, a la espera de una respuesta de Ivar. Este se paró con la ayuda de su bastón, frente Lagertha.
—Traigan los cuernos, vamos a celebrar. No habrá batalla hoy ni mañana.
Suspire llena de alivio. Al parecer, Ivar por fin comenzaba a pensar con la cabeza de arriba. Los presentes miraban a Ivar con impacto; como si no creyeran en sus palabras.
Harald bufó, claramente enojado —.¡No puedes hacer eso!
—No quiero luchar contra mis hermanos —Yo tampoco podía reconocer a este Ivar. ¿Desde cuando el no quería luchar? Después de haber escuchado sus discursos de guerra. —.Todavía me odio por matar a Sigurd.
Harald miraba a Ivar, una mirada mezclada de rabia y furia.
—Renunció a mi promesa de matar a Lagertha —¿Queeeeeeeé?
Ahora si, todos mirábamos con sorpresa a Ivar.
—Ella puede tener a Kattegat, ya no la quiero —Continuó su discurso, caminando con cuidado por el pasto —Tienes razón Ubbe, todos somos hijos de Ragnar. Perdóname.
Los cuernos no tardaron en llegar, comenzaron a repartirlos por el lugar.
—Ella no toma —Habló Ivar cuando una esclava intento darme un cuerno com hidromiel.
Al menos, sabía que se preocupaba por mi niño.
—¡Sköll! —Un feliz Ubbe brindo.
A pesar de que la batalla estaba "cancelada", se podía sentir el ambiente cargado de enojo, y especialmente por parte de Harald. El ambiente estaba en silencio, eso fue hasta que Ivar hizo lo que yo más que todo me lo esperaba.
Le tiro el hidromiel en el rostro a Ubbe.
Me levante del asiento, alerta a lo que podía suceder.
—¿Que tan azules son mis ojos? —Bramó Ivar.
Lagertha miraba la situación como yo; desconfiada y alerta a los siguientes movimientos que podía hacer Ivar. Después de todo, Ivar era alguien peligroso.
