Sabine en el Imperio - (rebels - Fanfiction)

Capitulo 21

- Moff, se que nadie quiere tocar el tema, pero si debemos estar preparados para cualquier contingencia, no podemos seguir ignorándolo. - Dijo Heyer. - El informe rojo frente a usted, fue evaluado por varios especialistas en demolición. Y concluyen, en que el accionar, más lógico, del terrorista seria atreves de un ataque aéreo. También se ha preparado otro informe hablando sobre un ataque en tren, a pesar de que los túneles alrededor del Senado han sido clausurados, el riesgo es mínimo, pero considerable. 

- ¿Quien presento ese informe? - Pregunto Ghadi.

- El coronel Yularen. 

- ¿Tiene una evidencia que respalde esta conclusión, coronel? - Pregunto el Moff mirando fijamente al coronel.

- No, señor. Es corazonada. - Respondió Yularen. 

- Si de algo estoy seguro es que este gobierno no sobrevivirá por un presentimiento. -Refunfuño el Moff. Y continuo. - Señor Dascomb, lo que necesitamos ahora es dar un mensaje a los habitantes de esta Nación. Este mensaje debe ser leído en cada red social, escuchado en cada radio, visto en cada holo-proyector. ¡Este mensaje debe sonar en toda la Red! Quiero que todos los ciudadanos entiendan que estamos al borde de la destrucción. Quiero que cada hombre, mujer y niño entiendan que tan cerca estamos del caos. ¡Quiero que a nadie se le borre de la memoria por qué nos necesitan!

Más tarde en la oficina del BSI. El agente compañero de Yularen entro en la oficina y coloco un señalador en el escritorio. - Mi amigo, el de los Señaladores, descubrió algo. Había tres hombres encubiertos, eran bolsas negras originales, a las Ordenes de Creedy. 

Yularen abrió el archivo en su tableta. - 'Alan Percy', 'Robert Keyes', 'Willian Rookwood'. 

- Un día después de Saint Mary's, Percy se dispara en la cabeza, Keyes muere en un incendio...

- Y Rookwood desaparece. - Le corto el dialogo a su compañero.

- Estas coincidencias me revuelven el estomago. - Dijo el agente.  

- ¿Rookwood? ¿De donde conozco ese nombre? - Buscó al hombre en la Red y encontró un archivo de él, una carta que decía: "QUERIDO CORONEL, SÉ QUE ME BUSCA. ¿Si ESTÁ LISTO PARA LA VERDAD? CONTESTE Y NOS VEREMOS."

- ¿Me parece, o estoy loco? Tuvo que haber plantado una activación en los señaladores. ¿Como supo que lo buscaríamos? ¿Que hacemos?

- No lo se. Pero necesito saberlo. 

Esa misma noche. Yularen y su compañero fueron al museo que conmemora las victimas de Saint Mary's. Fueron a una habitación poco iluminado, había incontables nombres tallados en la pared y una estatua de unos niños tomados de la mano. - Vine cuando abrieron este lugar, me produjo escalofríos. - Dijo el Agente. - Y aun lo siento. 

Siguieron caminando en la habitación y encontraron a un hombre. Un anciano barbudo, con sombrero y lentes negros. - Es suficiente, coronel. No se acerque más. - Saca un dispositivo y lo enciende. 

- No tenemos micrófonos. - Aseguro Yularen. 

- Lo siento, pero un hombre en mi posición sobrevive teniendo todas las precauciones. 

- ¿Tiene información para nosotros?

- No, ya tiene toda la información, todos los nombres y fechas están en su cabeza. Lo que necesita es una historia. 

- Una historia puede ser cierta o falsa. 

- Esos juicios se lo dejo a usted. Nuestra historia comienza, como en todas las historias, con un joven político. Es un hombre profundamente religioso y miembro del partido conservador. Tiene un solo objetivo y no respeta el proceso político. Cuanto más poder adquiere, es más evidente en su fanatismo y más agresivos se vuelven sus seguidores. Posteriormente, su partido lanza un proyecto especial, prometiendo seguridad nacional. Al principio se creía que desarrollaban armas biológicas para control étnicos y contaban con el apoyo de la gente  para implementarlo sin importar el costo. Sin embargo, el verdadero objetivo del proyecto es el poder, dominio hegemónico completo. El proyecto posteriormente termina en tragedia. Pero el esfuerzo de los involucrados no fue en vano. Ya que un nuevo medio para ganar la guerra surge de la sangre de una de sus victimas. Imagínense un virus, el más aterrador que puedan, y luego imagínense que usted y solo usted tiene la cura. Pero si su verdadero objetivo es el poder, ¿como puede darle uso a esa arma? Y es, en este punto de nuestra historia, que aparece la "Araña". - Refiriéndose a Creedy. - Es un hombre que aparentemente carece de conciencia, para él, el fin siempre justifica los medios. Y es él quien sugiere que el objetivo no sea un enemigo del país, si no todo el país mismo. Tres objetivos son elegidos para hacer mas efectivo el ataque, una escuela, una estación del metro y una planta de tratamiento de agua. Varios cientos mueren en las primeras semanas. Promovido por los medios, el miedo se  disemino, fracturando y dividiendo al gobierno hasta que emerja la meta verdadera. Antes del incidente en Saint Mary's nadie pudo predecir los resultados de las selecciones. Nadie. Y poco después de la elección, sucedió un milagro. Algunos piensan que fue obra del mismo Dios. Pero fue una empresa farmacéutica controlada por varios miembros del partido, lo que los volvió obscenamente ricos. Al final de la guerra, varios extremistas y Separatistas son juzgados, declarados culpables y ejecutados, mientras se construye un mausoleo para recordar a sus victimas. - Yularen ve las paredes con los nombres después de oír eso. - Pero el resultado final, la genialidad del plan, fue el temor. El miedo se volvió en la mejor herramienta de este gobierno, y gracias a él, nuestro político llego a ocupar el puesto de Moff. Y aun teniendo más hambre de poder. El resto, como dicen, es historia. 

- ¿Puede probar algo de esto?

- ¿Por qué cree que sigo con vida?

- Pues, tendremos que mantenerlo bajo custodia, señor Rookwood. 

- Ohh..., estoy seguro que lo harán. Pero si quieren esa grabación, tendrán que hacer algo que yo les pida. - Agarra sus cosas y se levanta del banco. - Mantengan a Creedy bajo vigilancia las veinticuatro horas. Cuando me sienta seguro de que no puede meter el dedo en la nariz sin que lo sepa, los contactare. Hasta entonces, adiós. - Se dirigió hasta la salida. 

- Rookwood. - Yularen lo llamo. - ¿Por que no hablo antes? ¿Que estaba esperando?

- A usted, coronel. Justo a usted.