Paso unas horas. Cuando Thrawn llego, le explico a Eli sobre Sabine. Eli creía que ella seria una segunda asistente para el, pero se sorprendió cuando le dijo que ella es su estudiante. Thrawn encontró potencial en Sabine y piensa que puede llegar a ser mucho, e incluso superar sus habilidades. Mas tarde, le dio una pequeña misión a ella, tenia que ir a entregarle unos documentos a la gobernadora Price, en Coruscant. Ella acepto el trabajo sin reclamos y volvió a Coruscant, una vez que entrego los documentos, camino regresando al puerto espacial
Imperial. - <<El toque de queda amarillo, esta vigente. Cualquier persona no autorizada podría ser detenida. Esto es para su protección.>> - Los parlantes de la ciudad advirtieron y poco a poco las calles empezaban a vaciarse. Sabine no tuvo ninguna preocupación y siguió su paso normal, aun estaba a varias calles del puerto y era una imperial, así que estaba autorizada para caminar en toque de queda.Mientras caminaba, sentía que la seguían, era de noche y aun no sabia que era peligroso caminar de noche en este planeta. Cuando vio a un hombre caminando hacia ella y otro que es la que la seguía desde atrás, decidió tomar otro camino y entro a un callejón. Miraba hacia atrás para ver que ya no la seguían, hasta que choco contra alguien. - Disculpe, señorita. - Dijo el hombre.
- Perdón, no lo vi. - Ella quiso seguir su camino pero el hombre se lo impidió poniéndose en medio.
- ¿Tiene prisa? Estamos en toque de queda.
- Si lo se. Pero estoy en una misión.
- Si, una misión. - Lo dijo en un tono que si no le creía. - ¿Que opinas, Willy?
- Son solo mentiras. - Dijo otro hombre que venia desde atrás de Sabine.
- No estoy mintiendo. Soy una imperial y tengo permiso para estar en toque de queda, ustedes no. - Quiso seguir caminando pero Willy se puso en medio también.
- No, no te vallas. Te tenemos que hacer unas preguntas, como... ¿De que planeta eres? - Pregunto el primer hombre.
- Eso no es de su incumbencia. - Respondió Sabine, mientras que cuidadosamente acercaba su mano a la funda de su blaster.
- Siento que eres del borde exterior. Eres una impura. - Dijo Willy. El intento agarrar la manga del uniforme imperial de Sabine.
Ella lo empujo y saco su blaster. - ¡No me toquen o les disparare!
- Ohh... mira Willy, la gatita tiene garras.
- ¿Nos amenazo? - Pregunto el.
- Si, lo hizo. ¿Sabes lo que eso significa?, dulzura. Que podemos ejercer nuestra discreción judicial. - Le muestra la placa. - Trabajamos para las oficinas de seguridad de Coruscant.
- ¿Señaladores? - Ella dijo cuando leyó lo que decía la placa. - Si son del Imperio, ¿Por que me molestan?
- Valla, aun no esta comprendiendo. - Ambos sacaron sus blasters. - Al amanecer, estarás en una prisión como muchos impuros. Si para entonces, no eres la mujer mas arrepentida de la galaxia, de seguro que seras la mas adolorida. - Sabine es aturdida por detrás, con un blaster. Otro señalador entra al callejón. - Llévenla, vamos a procesarla y para esta hora, mañana estará muerta.
- "Las muchas villanías de la naturaleza se le amontonan". - Dijo una voz desde la esquina de otro callejón.
- ¡¿Y este quien es!? - Pregunto el tercer señalador cuando vio al hombre enmascarado. Este saco un vibro cuchillo de su túnica negra y sombría. - ¡Esta armado!
- "Desapareciendo la suerte con su acero humeante de ejecuciones".
El primer señalador se acerco y mostro su placa. - ¡Somos señaladores! - El enmascarado corto la placa y golpeo el rostro del hombre.
Willy lo apunto con su blaster, pero este lo tomo de la camisa y le clavo el cuchillo en el hombro, lo tomo por su cuello y lo empujo hacia el piso. El tercero soltó a Sabine y saco un garrote para atacar al hombre, este se defendió con su cuchillo y lo desarmo, puso la hoja en su pecho y la retiro al instante. El señalador aprovecho y lo golpeo en la mascara, solo para romperse los huesos. El enmascarado lo agarro y lo golpeo contra la pared, Willy se arrastro hacia el arma pero el hombre le clavo el cuchillo apenas. - ¡Dios mio! - Grito. - ¡Piedad!
- "Somos dignos de censura, y es cosa muy probada que con rostro devoto y obras piadosas tapamos al mismo diablo".
- ¿De que habla? - Willy estaba aterrorizado.
- Evita el castigo. - Le clavo el cuchillo mas profundo. Sabine quien empezó a tomar despertar, vio que alguien mato a los señaladores, este hombre la vio. Sabine vio por un momento al hombre, tenia un traje y un manto negro, ademas de su sombrero y su mascara de Guy Fawkes - Te aseguro que no te hare daño. - Sabine tomo su blaster y le apunto.
- ¿Quien es?
- ¿Quien? "Quien" es solo la forma de lo que prosigue a la función del que, y lo que soy es un hombre enmascarado.
- Si, eso esta claro.
- Por supuesto que si. No cuestiono tus poderes de observación. Simplemente comento la paradoja de preguntarle a un enmascarado quien es.
- Haa..pues.
- Pero en esta noche tan propicia. Permíteme entonces, en es de un apodo mas vulgar, abundar las características de tan dramático personaje. ¡Voilá! - Sacudió su manto, como si fuera el presentador de un teatro, esto asusto a Sabine por un momento. - A la vista, un humilde veterano de vodevil, mostrado erróneamente como victima y villano por las vicisitudes del destino. Este aspecto sin ser producto de la vanidad, es vestigio de la vox populi, ahora extinta-desaparecida. ¡Sin embargo, este aspecto valeroso de un pasado olvidado se yergue reanimado, y ha jurado acabar con las sabandijas corruptas y malvadas que defienden la ley, y perdigue en forma violenta y voraz, la libertad de expresión! - Sacando su cuchillo corta una hoja de propaganda pegada en la pared, su corte lo hace en forma de V. - El único veredicto es la venganza, la revancha que se ha mantenido, no en vano, pues su valor y la veracidad, y la confianza de revindicar al vigilante y virtuoso. - Cuando noto que Sabine no lo entendía, solo se limito a reír un poco. - Esta verborrea se vuelve mas verbosa, solo permíteme agregar que es un gran honor conocerte y que puedes llamarme "V".
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Sabine en el Imperio - (rebels - Fanfiction)
FantascienzaRecuerda, recuerda, ese cinco de Noviembre. Pólvora, traición y complot. Nadie puede decir que espantosa traición, en el olvido quedo. ¿Pero quien era el hombre? Se que su nombre era Guy Fawkes, y se que hace cuatro siglos, intento derribar el edifi...