XLI

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Logan siguió a Mateo por toda la manada y se dedicó a ayudarlo, entre los dos interrogaban a todos los que se ponían en su camino y le preguntaban por el minino.

¿Lo has visto? Preguntaban una y otra vez Mateo y Logan, los dos estaban alterados y desesperados, pero a pesar de eso no cesaban en su tarea, seguían con su tarea.

– ¿Ha visto a mi nieto? – preguntaba Mateo desesperado a una mujer que caminaba hacia su casa.

– Lo siento Mateo, no lo he visto – le dijo la mujer apenada.

Mateo asintió triste y se volvió para volver a gritar el nombre de su amado nieto.

Logan por su parte, seguía gritando y usando su olfato, deseando encontrar, aunque fuera una pequeña ráfaga de viento con un poco de la fragancia de su compañero.

Por favor, por favor, por favor, se repetía una y otra vez en la cabeza del joven lobo, el cual estaba tanto, o más desesperado que Mateo.

Para el momento en el que iba a voltearse y seguir con la siguiente calle, una mano agarro el brazo del joven.

Esperanzado Logan se vuelve, pero en el momento en el que ve a Sofía agarrado su brazo, gruñe disgustado y se suelta de forma brusca del agarre de la joven.

– ¡¿Qué quieres?! – le pregunta alterado.

– Y-Yo …  – Sofía no le responde en ese mismo instante, en este momento está jadeando por el esfuerzo, cierra su boca y respira profundo por la nariz, pero a los segundos vuelve a abrir la boca y jadea sonoramente – Raul … golpe … Samuel

Logan gruñe disgustado con la pérdida de tiempo de la joven y está dispuesto a irse de nuevo, pero Sofía vuelve a agarrarlo.

– Será mejor que me sueltes en este momento si no tienes nada importante que decir Sofía, no estoy para perder tiempo – le dice Logan con tono mordaz.

A pesar de que la actitud de Logan y el color de sus ojos le dice a Sofía que es mejor no molestar al joven, sabe que lo que tiene que decirle es crucial para que encuentre a Dilan.

– Dilan está en peligro – le dice casi asfixiándose.

En el momento en el que esas palabras salen por la boca de la joven, tiene la atención total de Logan, el cual ahora la agarra con sus dos manos y la zarandea mientras le pide que le aclare las cosas.

– Raul ha parecido golpeado cerca de donde me dejaste – le dice la joven como puede – él dice que se lo hizo Samuel porque defendió a Dilan.

– ¿Dónde están? – le exige Logan.

– N-No lo sé – le responde ella asustada – Raul se desmayó antes de decirme nada más.

Logan asiente y sin agradecerle tan siquiera corre hacia Mateo para informarle de las nuevas pistas que tienen.

Ahora la nueva estrategia consiste en preguntarle a la gente por Samuel, pero los resultados siguen siendo los mismos, nadie ha visto al joven o sabe dónde puede estar.

Para este momento la desesperación de Logan es tan palpable que hasta Mateo se está empezando a dar cuenta de que la forma de actuar del joven es demasiado, incluso para la de un simple conocido.

Cansado del estado en el que están las cosas, Logan se trasforma en plena ciudad y corre hacia el bosque con la esperanza de encontrar alguna pista.

En el momento en el que se aleja de las cercanías de la manada, es cuando se encuentra con Dereck y Sam, al no reconocer a ninguno de los dos lobos les gruñe amenazantes, pero, antes de que digan nada, Sam arremete contra él.

UN GATO ENTRE LOBOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora