El ambiente dentro del despacho del alfa era asfixiante, Samuel estaba cabreado y liberaba de forma inconsciente su esencia de alfa, lo que hacía que el ambiente dentro de la sala se volviera cada vez más pesado.
Dentro del despacho solo estaban Sam y Samuel, Sam sabía que no iba a salir impune, atacar a un cachorro de la manada era uno de los peores crimines que podían cometer, y ella había hecho exactamente eso. Había "atacado" a un cachorro.
Daba igual todo lo que ella hubiera hecho antes por la manada, daba igual que ella hubiera sido centinela, daba igual su gran amistad con Samuel.
Ahora Sam era miembro de otra manada y encima estaba como visitante. Atacar a un niño de una manada es crimen lo suficientemente alto como para acabar encarcelado o expulsado en el mejor de los casos. Lo bueno de la situación es que Sam no había llegado a matar al niño, de haber sido ese el caso ella habría acabado de la misma forma ...
Sam era plenamente consciente de que sería castigada. Ella sabía que debería de estar tomando una actitud sumisa y aceptar su castigo sin dudar, pero esta vez no ... esta vez no pensaba aceptar nada. Ella no había hecho nada malo, solo había protegido a su hijo de sus agresores.
Sam había agachado la cabeza en demasiadas ocasiones, había apartado la mirada y aguantado bastantes cosas mientras vivía en su antigua manada, pero esta vez no iba a hacer eso.
Ella tuvo que soportar durante años el constante acoso hacia su hijo, vio cómo Dilan volvía a casa lleno de golpes y heridas en demasiadas ocasiones, vio el odio y el desprecio de los miembros de la manada para su pequeño, tuvo que escuchar a la gente hablando con repugnancia de su pequeño. Hasta el desprecio del alfa ...
No, esta vez no iba a dejarlo pasar.
– Te das cuenta de que lo que has hecho es un acto despreciable Sam – le dice Samuel con voz dura y recriminatoria.
– ... – Sam no dice nada, permanece callada y mira impasible a Samuel.
La actitud de Sam no demuestra nada, ella simplemente está ahí parada, escuchando, pero es esa actitud la que hace que los nervios de Samuel estallen.
– ¡Ten más respeto maldita sea! ¡Soy el alfa de esta manada y merezco ser tratado como tal! – le grita cabreado.
– ... – nada, Sam siguió igual, indiferente.
El lobo de Samuel se remueve dentro de él, molesto por el comportamiento de Sam. Esa actitud que refleja un claro reto hacia su persona.
– Sam, será mejor que cambies tú actitud en este momento si no quieres que mi lobo te arranque la cabeza.
Aunque la actitud de Sam sigue siendo claramente hostil aparta la mirada de los ojos de Samuel y agacha la cabeza demostrando respeto hacia él y hacia su lobo.
El lobo de Samuel deja de removerse dentro de él, mucho más tranquilo, gracias a que Sam haga apartado la mirada. Demostrando de esa forma que todavía tiene presente la jerarquía dentro de la manada. Es por eso que el lobo de Samuel está más calmando, aunque eso no quiere decir que no esté todavía presente, si te fijabas en los ojos de Samuel todavía podía ver que estos estaban oscurecidos, símbolo inequívoco de que su lobo todavía permanecía en la superficie.
Samuel cierra los ojos y suelta un poco de aire, intenta tranquilizarse un poco antes de hablar, pero le es imposible.
A pesar de que Sam ha demostrado sumisión los dos siguen alertas, la atmosfera dentro de la habitación puede cortarse con un cuchillo. Ninguno de los dos está dispuesto a ceder y eso solo hace que la situación se vuelva con cada segundo que pasa más difícil de tratar.
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UN GATO ENTRE LOBOS
WerewolfSam decide adoptar al pequeño Dilan tras ver como las cuidadoras del orfanato maltratan al pequeño gato. A partir de ese día, madre e hijo tendrán que enfrentar muchos problemas y dificultades para llegar a su final feliz. 🚫 No está permitida la co...